Un “mundo peronista” y una oposición cada vez más anacrónica

Es muy interesante saber qué está pasando en el mundo en materia de política económica, y sobre todo en los países desarrollados, para que aquí no nos mientan o, si lo siguen haciendo, sepamos de qué nos están hablando

"Juan Domingo" Biden. Mientras los países desarrollados avanzan decididamente en políticas de ayuda directa a las pymes y las familias, cercan a los grandes conglomerados económicos y hacen todo para preservar los puestos de trabajo, la oposición argentina propone un plan neoliberal que atrasa hasta los años 90 (crédito imagen: prensa obrera)

Ayudas directas al bolsillo de la gente en numerosos países de Europa y en los Estados Unidos. Para que las familias menos pudientes puedan pagar la luz y el gas. Para fomentar el turismo o el gasto en la industria cultural por parte de los jóvenes. O simplemente para movilizar el mercado interno.

Un cerco sobre las empresas alimenticias monopólicas en EEUU (donde no prosperó otra iniciativa del presidente Joe Biden para poner un tope al precio de los medicamentos, a causa de la oposición republicana -de derecha- en el Congreso). Allí mismo, en la Meca del neoliberalismo, se creará un impuesto a las grandes fortunas. Impuesto, no aporte extraordinario por única vez. Y se implementará un plan social multimillonario.

En el viejo continente, subsidios para pymes y comercios golpeados por la pandemia. Un párrafo en el documento de la reciente cumbre del G20 que insta a los gobiernos a proteger a como dé lugar los puestos de trabajo, y que habla de “justicia social” (textual). El escrito fue tan contundente que enseguida recibió el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Un impuesto del 15% global a las multinacionales, por su parte, fue la medida que votó por unanimidad el G7 (los siete países más poderosos del planeta) y que recibió la adhesión de decenas y decenas de naciones, incluida la Argentina.

Si Joe Biden o cualquier presidente o primer ministro de un país europeo hoy leyese las propuestas de campaña de la derecha argentina (ni hablar de los mal llamados libertarios) se escandalizarían. Sin exagerar.

¿Flexibilización laboral? ¿Despidos sin indemnización? ¿Primer trabajo juvenil por 14 mil pesos y con el 50% de los aportes patronales? ¿Achicamiento del Estado? ¿Qué es todo eso en el mundo postpandémico? Son sólo algunas de las “ideas” que se les cayeron en campaña a los candidatos de JxC y la ultraderecha. Y que probablemente sean votadas el 14N. ¿Por qué Argentina siempre va a contramano? Vaya pregunta, y qué difícil respuesta. Pero pasemos y veamos qué está ocurriendo más allá de la vereda de nuestra casa. Es muy interesante.

Hace 5 meses, el portal Infobae dio cuenta de que Estados Unidos, Reino Unido y Japón “empujaron sus economías con millonarias ayudas directas dirigidas sobre todo a los hogares y a las empresas, para sacarlas de la crisis tras la pandemia de Covid-19”. Reino Unido, entre muchas iniciativas, llegó a pagar el 80% del salario de los trabajadores. ¿Objetivo? Conservar esos puestos laborales.

En EEUU, la Meca del neoliberalismo para los derechistas latinoamericanos en general y argentinos en particular, el Congreso aprobó tres paquetes de estímulo fiscal para hacer frente a la aguda crisis económica provocada por el Covid-19 por un valor de 5 billones de dólares. “Esta enorme respuesta del Gobierno federal incluye varias rondas de transferencias directas de efectivo a los ciudadanos, así como el refuerzo y extensión de los subsidios de desempleo y ayudas para pymes”.

Japón aprobó en mayo de 2020 una primera ronda de medidas económicas de emergencia que fue seguida por otras del mismo tipo: en total sumaron 2,13 billones de dólares para “recursos sanitarios; medidas de apoyo al sector privado como préstamos para empresas y subsidios para los negocios afectados; la entrega de unos 910 dólares a todos los ciudadanos del país para apoyar el consumo”. Populismo puro y duro, ¿no?

Infobae, hace cinco meses

Las principales medidas del “Plan Social Reconstruir Mejor” impulsado por el mandatario estadounidense Joe Biden, que implica 1,75 billones de dólares para gastos sociales y ambientales, a lo cual se suma un plan de infraestructuras por 1,2 billones en un período de 8 a 10 años, son las siguientes: Acceso gratuito a una estructura preescolar antes de la entrada en primaria para los niños de 3 a 4 años, extensivo a 35 millones de hogares (vale aclarar que ésto no existe en EEUU); ampliación de la cobertura de salud (otro servicio que no es gratuito en el país del norte); créditos sobre impuestos por uso de energía verde por 320.000 millones de dólares; una inversión de 150.000 millones de dólares para garantizar el acceso a la vivienda, incluso en zonas rurales, con la construcción de más de un millón de casas para alquilar, ayudas para el pago de la renta y para conseguir un crédito hipotecario.

“JUAN DOMINGO” BIDEN

El presidente de Estados Unidos consideró que “ya es hora” de que las grandes corporaciones y los más ricos del país paguen sus impuestos. No un aporte extraordinario por única vez, como se implementó aquí bajo la queja de los popes de los grandes medios de comunicación, las multinacionales e incluso de deportistas y figuras del espectáculo, sino “impuestos”.

El prestigioso periódico Los Angeles Times dio cuenta de que Biden señaló que un reciente estudio asegura que el 55% de las grandes empresas pagó ‘cero’ impuestos federales el año pasado, y lograron 40.000 millones de dólares en beneficios, mientras que muchos evadieron impuestos o se acogieron a beneficios y deducciones por emplear a sus trabajadores en otros países. “Y eso no está bien”, denunció (¿se parecen demasiado los grandes empresarios de los distintos países, no?).

Tras explicar que los que ganan 400.000 dólares o más al año volverán a tributar el 39,6% como durante la presidencia del republicano George W. Bush (2001-2009), aseguró que el Gobierno acabará con los resquicios que permiten a los más ricos pagar muy por debajo de lo que deberían según sus ganancias. Y advirtió de que el departamento de Hacienda actuará con mano dura con los millonarios que pretendan “engañar” sobre sus ingresos.

NO ES KICILLOF, ES DÍAZ AYUSO

La presidenta de la Comunidad de Madrid (España), la ultraliberal Isabel Díaz Ayuso, anunció el martes 2 de noviembre una nueva medida diseñada para incentivar el turismo en la región de la capital, atrayendo a “más de 40.000 nuevos turistas” y generando un impacto económico estimado de 14,8 millones de euros (…) ¿De qué se trata? De “poner en marcha nuevos bonos turísticos que se podrán solicitar durante este mismo mes de noviembre y que tendrán un saldo de ayuda de hasta 600 euros”. No, Díaz Ayuso juró y perjuró que la idea no se la dio el gobernador bonaerense, porque éste se limitó a los viajes de egresados, mientras que el bono turístico es universal.

“Son ayudas directas con las que se recorta en un 50% el precio de determinados productos y servicios turísticos y culturales para aquellos turistas con nacionalidad española o residencia legal en territorio español”, explicó la lideresa del Partido Popular madrileño.

Pero la derecha española no se quedó allí. La Junta de Gobierno de la Comunidad de Castilla y León anunció que “la semana que viene (desde el lunes 8 de noviembre) comenzará a ingresar los 130 euros de ayuda frente a la pobreza energética comprometidos para las familias más vulnerables de la Comunidad”.

En España se considera que se encuentran en estado de “pobreza energética” aquellas familias que tras pagar la luz y el gas no cuentan con recursos para llevar una vida digna.

La Junta de Gobierno de Castilla y León es presidida desde 2019 por Alfonso Fernando Fernández Mañueco, del derechista Partido Popular, quien por lo visto no está en sintonía con muchas de las ideas que se traen entre manos para la postpandemia sus “correligionarios” argentinos de Juntos por el Cambio.

OTRA DE KICILLOF EN ESPAÑA

“El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Ejecutivo incluirá en el Presupuesto un bono cultural de 400 euros para los jóvenes que cumplan 18 años en 2022”.

“Quiero anunciarles que en los Presupuestos Generales del Estado que vamos a llevar a las Cortes la próxima semana, llevamos también un bono cultural joven, como hacen Francia e Italia; una ayuda directa a todos aquellos jóvenes que pasen de 17 a 18 años en 2022” (Diario El País de España, 6 de octubre de 2021)… Error: el Gobierno bonaerense también exportó el populismo a Italia y a Francia. Estamos totalmente perdidos.

Las semejanzas son tales, que diarios de derecha argentinos han titulado la nota sobre la iniciativa del Ejecutivo español con ironía, como en el caso de El Cronista y de Clarín, entre otros.

BIDEN CONTRA LOS MONOPOLIOS

Volviendo al gigante del norte de América y a su «populista» presidente Joe Biden, el portal especializado AgroLatam indicó esta semana que “cuatro empresas controlan gran parte del mercado de procesamiento de carne en los EEUU. Y los principales asesores del presidente Joe Biden culparon a esas empresas por el aumento de los precios de los alimentos”.

“Como parte de un conjunto de iniciativas, la administración canalizará U$S 1,4 mil millones en dinero del estímulo pandémico a los pequeños productores y trabajadores de la carne, dijeron asistentes del Gobierno federal, quienes también prometieron ‘tomar medidas enérgicas contra la fijación ilegal de precios’, añadieron en la Casa Blanca”.

Cuatro empresas dominan el 85% del mercado de la carne en los EEUU. Son Cargill, un comerciante mundial de productos básicos con sede en Minnesota; Tyson Foods, el productor de pollo que es la mayor empresa de carne del país por ventas; JBS -con sede en Brasil-, la mayor empacadora de carne del mundo; y National Beef Packing, controlada por el productor brasileño de carne de res Marfrig Global Foods SA.

SUBSIDIOS AL CONSUMO ENERGÉTICO

No es un chiste: «Casi 20 de los 27 países que integran la Unión Europea mueven ficha para reducir el impacto de la energía (luz y gas) sobre el bolsillo de los consumidores bajo la sombra del descontento social» (El País de España, 31 de octubre de 2021). Quizás una de las políticas más criticadas del peronismo (2003-2015).

Francia: cheques contra el miedo a los chalecos amarillos”, dice el prestigioso periódico ibérico, para contar que si bien “la presión por el aumento del costo de la luz es menos apremiante aquí que en otros países (…), los tiempos no acompañan: las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina. De ahí que la cuestión de la electricidad, unida al 12% que se encareció ya el gas y al alza constante de la gasolina, se hayan convertido en un tema político candente en un país muy sensibilizado por sus peores protestas recientes, las de los chalecos amarillos”.

En Portugal, para tratar de mitigar el alza de los combustibles, el Estado devolverá 10 céntimos por litro de carburante comprado desde el 10 de noviembre de 2021 hasta el 31 de marzo de 2022.

En Italia se aprobó un decreto gracias al cual las facturas de la luz y el gas se reducirán. La medida incluye una baja del IVA en el gas natural del 22% al 5% y la eliminación de los costos de gestión. Ello le demandará al Estado subsidios por 2.000 millones de euros para contener los precios del gas y la luz.

Hablando de electricidad, el Ejecutivo contempló también la congelación de los aumentos de las tarifas a todas las personas que tenían ya el bono social eléctrico. 

Para finalizar, una perla de la OIT. Así destacó ese organismo internacional del trabajo la referencia que el G20 hizo en su documento final tras la reciente cumbre sobre el tema del empleo: “Observando las desigualdades exacerbadas por la pandemia, la Declaración del G20 subrayó el compromiso de los líderes de garantizar condiciones de trabajo seguras y saludables, trabajo decente para todos, justicia social y diálogo social”.

Es muy interesante saber qué está pasando en el mundo, y sobre todo en los países desarrollados, para que aquí no nos mientan o, si lo siguen haciendo, sepamos de qué nos están hablando.

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