Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Lula, Mujica y 300 mil almas por la democracia

La izquierda y el nacionalismo regional hicieron una demostración de fuerza en Buenos Aires ante el avance de la extrema derecha. Fuertes discursos contra las políticas de endeudamiento del neoliberalismo, la destrucción de los logros sociales de los gobiernos de la primera década del siglo, el FMI y el lawfare. Llamado a la unidad y la movilización

Unas 300.000 personas coparon la Plaza de Mayo y sus alrededores para festejar los 38 años de democracia y apoyar a los líderes progresistas de la Región

De la Redacción de 90 Líneas, el diario digital de La Plata, y agencia de noticias Télam.-

Corrió muchísima agua bajo el puente desde aquellos años en que América Latina en general, y Sudamérica en particular, tuvo al mismo tiempo y por primera vez en su historia casi una decena de gobiernos de izquierda y/o nacionalistas y populares. Gobiernos que sacaron a millones y millones de hombres, mujeres y niños de la pobreza, al tiempo que le dijeron «no» a Bush Jr. y su idea del ALCA.

Gobiernos que durante más de una década hicieron crecer las economías de los países suramericanos a tasas chinas y que repartieron la torta de una forma no ideal pero tan equitativa como nunca antes. Que lograron poner en marcha otra vez aquella realidad de la movilidad social ascendente que se conoció por estos lares antes de la larga y negrísima noche de las dictaduras latinoamericanas.

Pero en Brasil, a Lula lo pusieron preso sin pruebas y a Dilma Rousseff la quitaron del medio con un juicio político donde no le probaron ninguna irregularidad (lo cierto es que el poder económico tenía que deshacerse del PT e imponer el ultraliberalismo); en nuestro país se puso en marcha una maquinaria judicial-mediática temible para encaramar en el Ejecutivo a una alianza de derecha liberal que en menos de tres años deshizo los 12 del peronismo, con la frutilla del postre de un retorno al FMI y una deuda histórica que condicionará a generaciones; en Bolivia, golpe de Estado a la antigua; en Ecuador, lawfare recargado; a Uruguay volvió la derecha, y un largo etcétera de involuciones.

Es por ello que el reencuentro de este viernes 10 de diciembre, Día de la Democracia y los Derechos Humanos, entre socios políticos y amigos como Lula da Silva, Pepe Mujica, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández, fue tan emotivo y transmitió tanta esperanza a la multitud que se acercó a la Plaza de Mayo, que superó ampliamente las 300.000 almas.

En tiempos donde un discurso neofascista sobrevuela la región, la izquierda latinoamericanista realizó en el centro de Buenos Aires una demostración de fuerza que tiene un examen clave a cortísimo plazo, como el balotaje en Chile del día 19 entre el izquierdista Boric y el pinochetista Kast, y un horizonte posible en el que se miran decenas de millones de personas: el eventual retorno de Lula a la presidencia en 2022 destronando la patética experiencia ultraderechista de Jair Bolsonaro.

Luego de una emotiva entrega de galardones a luchadores y luchadoras por los derechos humanos, con la presencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Mujica, Lula, Cristina y Alberto Fernández se dirigieron a la multitud dejando en claro que la pandemia neoliberal sólo logró reafirmar la ideas y la voluntad de recuperar el terreno perdido.

Pepe Mujica, Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner y Lula da Silva: la democracia de fiesta

ALBERTO F: «LA ARGENTINA DEL AJUSTE ES HISTORIA»

El presidente argentino, Alberto Fernández, aseguró que «la Argentina del ajuste es historia» y resaltó que en las tratativas con el Fondo Monetario Internacional para refinanciar la deuda que contrajo la gestión de Cambiemos «no se negociará nada que signifique poner en riesgo el crecimiento y el desarrollo social» del país.

«No somos los que no queremos pagar deuda, pero tampoco somos los que la tomamos, somos los que tenemos que hacernos cargo de la deuda que nos dejan a nosotros», enfatizó el jefe de Estado.

«Tranquila Cristina, no vamos a negociar nada que ponga en riesgo el crecimiento o el desarrollo del país; no tengas miedo», dijo Fernández en respuesta a la preocupación que siempre expresa la vicepresidenta en ese sentido.

El mandatario recordó que «muchas veces el FMI le soltó la mano a presidentes argentinos, y así puso en crisis la institucionalidad de la Argentina». Luego, mirando a la multitud que ocupaba la Plaza de Mayo, acotó: «Si el FMI me suelta la mano voy a estar tomado de la mano de cada uno de ustedes, de cada argentino y de cada argentina».

«TODO SE TRASTOCÓ»

Fernández recordó que «hace dos años exactamente estuvimos aquí con Cristina, frente a ustedes, diciéndoles lo que íbamos a hacer en los cuatro años que nos tocaban afrontar, y al día 99 cayó la pandemia y todo se trastocó, todo se hizo más difícil, toda la agenda prevista se alteró».

«Pero no dejamos de cumplir las promesas que hicimos. Es cierto, postergamos algunas decisiones porque antes debimos cuidar la salud de cada argentino, y lo hicimos, porque tuvimos que poner de pie el sistema sanitario destruido que nos dejaron. Y lo hicimos, porque fuimos a buscar las vacunas que hacían falta y así, por ejemplo, poder tener esta plaza», subrayó.

Alberto Fernández llamó a no olvidar la dictadura ni a los genocidas, y cargó contra los negacionistas

Sobre la celebración apuntó que «hace 38 años la Argentina recuperaba la democracia después de la noche más larga que le tocó vivir, la más ingrata de las noches, la de la muerte, la tortura, el exilio, las desapariciones«.

«No olvidemos nada. No olvidemos a los genocidas, y tampoco olvidemos a los que nos endeudaron. Lo hicieron hace apenas dos años atrás y ahora andan dando cátedra de cómo se sale del problema»

Fernández sostuvo que la democracia es «esencialmente libertad, es ser libres y respetar la diversidad», y sostuvo que formulaba estas consideraciones «en un tiempo en el cual las posiciones más extremas han vuelto a aparecer bajo el rótulo de libertarios, de liberales».

«Aparecen los mayores defensores del conservadurismo, aparecen los xenófobos, los negacionistas, y nosotros, ante eso, no podemos quedarnos en silencio, de brazos cruzados. A los negacionistas recordémosle que en la Argentina se vivió un terrorismo de Estado que se llevó la vida de miles y miles de argentinos, a los xenófobos, a los discriminadores, digámosle que somos los que más hacemos por aceptar la diversidad en una Argentina plural», contestó.

Finalmente convocó a todos los sectores a «construir otra Argentina, una Argentina libre, justa y soberana como siempre hicimos los peronistas», y expresó que su gobierno trabajará para que «la justicia siga siendo justicia, sin encubrir o perseguir».

Cristina Fernández. La multitud dejó en claro que la ex presidenta sigue siendo la dirigente más convocante del campo nacionalista y popular

CFK: «A LA ARGENTINA NO LE FALTAN DÓLARES, SE LOS LLEVARON AFUERA»

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner planteó que uno de los puntos de la negociación con el FMI para resolver la deuda externa debe incluir la ayuda del organismo multilateral de crédito para “recuperar de los paraísos fiscales los miles de millones de dólares en evasión” y, con eso, pagar parte del compromiso por más de 44 mil millones de dólares adquirido durante el gobierno de Cambiemos.

La titular del Senado propuso “convocar a un gran acuerdo nacional argentino” para transmitirle al organismo dirigido por la búlgara Kristalina Georgieva que «no se va a aprobar ningún plan, sino el que permita esta recuperación económica».

En ese sentido, señaló que se debe «convocar a todos los partidos políticos con representación parlamentaria» para transmitirle esa determinación al FMI, «sobre todo a aquellos que pertenecen al Gobierno pero también a los que pertenecen a la fuerza política que volvió a traer al Fondo a la Argentina», al referirse en este último caso a la coalición opositora Juntos por el Cambio.

Además, exhortó a resolver un “problema estructural” que tiene el país y que está dado por la concepción económica “bimonetaria” que caracteriza a la economía argentina, por la utilización extendida del dólar estadounidense como refugio de valor y moneda para ciertas transacciones.

Al respecto, le pidió al presidente Alberto Fernández que motorice «un gran acuerdo nacional argentino» para «resolver algo que vengo repitiendo hace tiempo y está en mi cabeza desde que era presidenta”, el abordaje del problema «de la economía bimonetaria».

“Se habla mucho de la famosa restricción externa. De que a la Argentina le faltan dólares. No, a la Argentina no le faltan dólares: se los llevaron afuera», describió Fernández de Kirchner para luego insistir con una de las novedades de su discurso: el reclamo de que el FMI intervenga en la recuperación de fondos evadidos a paraísos fiscales.

CFK: «Dicen que a la Argentina le faltan dólares. No, a la Argentina no le faltan dólares: se los llevaron afuera»

«EL FMI DEBE AYUDAR AL PAÍS A RECUPERAR LOS FONDOS QUE SE FUGARON»

Sobre ese punto, puntualizó que el FMI debe ayudar a la Argentina a recuperar «miles de millones de dólares» de los paraísos fiscales «donde se fueron en evasión», para de ese modo poder pagarle al organismo la deuda contraída en 2018 durante la administración de Cambiemos.

“Presidente, yo se que tenemos muchas dificultades, pero siempre digo que ante las grandes adversidades, grandes acciones: digámosle al Fondo que nos ayude”, profundizó.

Luego reconoció que es “un poco desconfiada” y al repasar la historia del país advirtió que el FMI “ha vivido condicionando a la democracia argentina”.

“Recuerdo cuando el presidente Raúl Alfonsín asumió hace 38 años, recibió un país que había quintuplicado su deuda externa y no tenía reservas en el Banco Central”, rememoró la vicepresidenta y señaló que “el Fondo, con presiones y demás, le soltó la mano y no pudo terminar su mandato”

Al respecto, destacó que “en 2001, también a otro presidente radical (por Fernando De la Rúa), el Fondo le soltó la mano y vino la crisis”.

“Deberían despabilarse un poco los del partido centenario (en alusión a la UCR) porque los dos presidentes que tuvieron se los volteó el Fondo”, recordó con algo de ironía en un párrafo dirigido a los dirigentes actuales del radicalismo.

En su repaso de la historia reciente, la titular del Senado contrastó los antecedentes de Alfonsín y De la Rúa con la asistencia financiera récord que Macri recibió en 2018, una decisión política que reconoció el estadounidense Mauricio Claver Carone, ex colaborador de Donald Trump y hoy al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

«Al que no se la soltaron fue al que vino después de nosotros (por Macri); a ése le pusieron toda la tarasca: 57 mil millones de dólares para que pudiera ganar las elecciones, pero no pudieron torcer la voluntad del pueblo”, destacó.

La izquierda y el nacionalismo regional hicieron una demostración de fuerza en Buenos Aires ante el avance de la extrema derecha

En otro párrafo del discurso recordó la estatización de la deuda privada en agosto de 1982, antes de la asunción de Raúl Alfonsín, cuando se desempeñaba al frente del Banco Central un joven Domingo Felipe Cavallo, que este año reapareció con elogios a los dirigentes ultraliberales Javier Milei y José Luis Espert.

«Notifíquense, libertarios, que nos van a venir a controlar las cuentas: es hora de que los argentinos hablemos con propiedad y en base a la experiencia”, advirtió Cristina Fernández, relacionando la gestión de Cavallo durante la dictadura y su apoyo público a Espert y Milei

En otra tramo de la intervención, aseguró que los 12 años y medio de su gobierno y el de su marido, Néstor Kirchner, “fueron un momento único en la historia de crecimiento económico, único en incorporar millones de ciudadanos socialmente excluidos, único en generar puestos de trabajo”, y destacó que en ese período se logró reestructurar «la deuda externa con la mayor quita de capital de que se tenga memoria”.

Sobre ese punto, añadió que al término de su mandato la Argentina “tenía el endeudamiento en moneda extranjera más bajo que se recuerda”.

“Que no se hagan los giles, esos que van a los canales de televisión a dar números a la bartola. Bajamos la deuda en dólares, le pagamos al Fondo, dejamos el salario mínimo vital y móvil en dólares más alto de Latinoamérica”, enumeró.

Y en ese sentido, subrayó: “El peronismo, le pese a quien le pese, en diez años duplicó la clase media en la Argentina, por más que algunos lo renieguen, no les guste y huela mal. Que no me vengan con pavadas”.

Después vino otra vez la noche”, continuó la vicepresidenta al referirse al triunfo electoral de Macri en 2015, lo que provocó que la multitud empezara a insultar al ex presidente, pero ella los retó desde el micrófono: “No, no, no; ya les dije que esas cosas no se hacen. Lo que hay que hacer es meter el voto en la urna racional e inteligentemente. Nada de insultos a nadie”.

Al referirse al gobierno de Cambiemos, afirmó que en ese momento se “vino la noche” para el país y evaluó que “esta vez no vinieron con uniformes ni con botas, vinieron con togas de jueces y medios hegemónicos, para construir imágenes y juzgar primero en los medios, donde se condena y se le pone el sello en la Justicia”.

En ese aspecto, insistió en que en la Argentina hubo “jueces que nos procesaban en un artículo y en el segundo se declaraban incompetentes” porque “ya no era necesario desaparecer a nadie ni torturar con picana, bastaba hacerlo todos los días con tinta en los diarios o micrófonos en la televisión”.

Cristina también apoyó la idea de que Lula vuelva al gobierno en Brasil, tras lo cual la multitud coreó al unísono: “Lula va a volver”

“Mire compañero, no es que pronostique nada, pero cada vez que cantaron eso no se equivocaron”, se rió entonces la vicepresidenta.

Alberto Fernández y Lula. El líder del PT no habló de su candidatura en 2022, pese a que todas las encuestas lo dan ganador en primera vuelta frente al ultraderechista Jair Messias Bolsonaro

LULA: «DEBEMOS RECUPERAR EL ESPÍRITU DE LA PRIMERA DÉCADA DE ESTE SIGLO»

El ex mandatario del Brasil, Lula da Silva, fue ovacionado por la multitud.

Aseguró que siempre estará “al lado de la Argentina” y abogó luchar por una democracia «más justa e igualitaria», así como recuperar el espíritu de la primera década de este siglo, cuando coincidieron en América Latina gobiernos “democráticos y progresistas”.

Si bien Lula no habló de su candidatura presidencial, cuando es el dirigente con mayor intención de voto de su país, el ex presidente de Uruguay, José “Pepe” Mujica, quien lo precedió en el uso de la palabra y ofició de ‘presentador’, le cedió el micrófono afirmando que “va a gobernar Brasil”.

Lula destacó que tuvo “la felicidad de gobernar Brasil” (2003/2010) en coincidencia con los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner en Argentina, con Hugo Chávez en Venezuela, con Evo Morales en Bolivia, con Tabaré Vázquez y Pepe Mujica en Uruguay, con Fernando Lugo en Paraguay, con Rafael Correa en Ecuador y con Michelle Bachelet y Ricardo Lagos en Chile.

“Estos compañeros fueron parte del mejor momento de democracia de nuestra Patria Grande, de nuestra querida América Latina. Posiblemente haya en esta plaza gente muy joven que no lo sabe, pero nuestra querida América del Sur tuvo su mejor período desde el año 2000” en adelante, señaló.

En ese lapso “reafirmamos el Mercosur; creamos la Unasur; creamos la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), que era la primera institución de América Latina en la que participaba Cuba y no participaban Estados Unidos ni Canadá”.

Da Silva también recordó cuando estalló la crisis financiera internacional de 2008 y “con Cristina estábamos codo a codo” armando la agenda internacional.

Luego, el ex mandatario que estuvo 19 meses preso por una causa de corrupción que finalmente fue desestimada por la justicia de su país, agradeció “a cada hombre y cada mujer” que se preocupó y reclamó por su libertad, y destacó que “hubo una persecución que me llevó a la cárcel” del mismo modo que “hubo una persecución” contra Cristina Fernández de Kirchner.

Lula da Silva, líder de la izquierda latinoamericana

En este punto, Lula destacó, una vez más, el gesto del presidente Alberto Fernández, que cuando aún era candidato lo fue a visitar a la cárcel en Curitiba.

Por último, el líder del PT retomó el hilo de la conmemoración de retorno a la democracia en Argentina. “Es un día muy especial, un día de esperanza” porque la democracia es “una sociedad demostrando su decisión de construir una sociedad más justa, más igualitaria”.

MUJICA: «HAY QUE CUIDAR LA DEMOCRACIA»

El ex presidente de Uruguay, José «Pepe» Mujica, llamó a los argentinos y argentinas a «cuidar la democracia» y «no estropearla» tras advertir que como sistema de gobierno «no es perfecta, pero hasta ahora no hemos encontrado un sistema mejor».

«Recuerden la fecha, cuiden lo que tienen, la democracia no es perfecta y no puede serlo, porque los humanos no somos perfectos, pero hasta ahora no hemos encontrado un sistema mejor», remarcó el ex mandatario oriental.

Ante la multitud que ocupaba la Plaza de Mayo, Mujica planteó que a lo largo de su vida «tuvo muchos oficios», para luego señalar que en esta jornada su función sería «asumir el oficio de presentar al querido compañero y amigo Lula, que va a ser el presidente de Brasil».

Mujica participó del acto junto a su esposa, la ex vicepresidenta uruguaya Lucía Topolansky, quien lo acompañó al subir al escenario
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