Argentina, un país que atrasa 112 años

En 1910, la dominante burguesía terrateniente festejaba en el centro porteño que vivía como la nobleza europea exportando granos y bifes. Ayer, 23 de abril de 2022, la dominante burguesía terrateniente amenazó “nos van a devolver nuestro país por las buenas o por las malas”, la misma semana en que el maíz y la soja en Chicago alcanzaron precios máximos desde septiembre de 2012, al tiempo que se pronosticó una facturación récord para el sector este año. Tenemos subdesarrollo garantizado por otro siglo y fracción

Quedó claro qué intereses defenderán los "presidenciables" si llegan a la Rosada en 2023 (crédito imagen: Diario de Río Negro)

De la Redacción de 90 Líneas.-

“Una nación, en el concepto moderno, no puede apoyarse exclusivamente en la ganadería y en la agricultura, cuyos productos no dependen sólo de la actividad o de la habilidad del hombre, sino, y en gran parte, de la acción caprichosa de la naturaleza. No existe hoy, ni puede haber gran nación, si no es una nación industrial”, dijo Carlos Pellegrini, miembro eminente de la burguesía argentina de la segunda mitad del siglo XIX, durante la sesión de la Cámara de Diputados de la Nación del 14 de septiembre de 1875.

“Queremos nuestro país de vuelta. Nos lo van a devolver, por las buenas o por las malas”, finalizó el comunicado que sintetizó el contenido ideológico del denominado tractorazo que se realizó ayer, sábado 23 de abril de 2022, en Plaza de Mayo y alrededores. Una consigna que, como mínimo, inquieta, a la vez que da cuenta sobre cómo piensan el país y la política todos y todas los que estuvieron en la plaza.

Pasaron casi 150 años, y los ganaderos y agricultores del país siguen imponiendo el mismo modelo exportador de granos y bifes que nos condenó al subdesarrollo que sufrimos hasta hoy quienes estamos en la mitad inferior de la pirámide social. Es decir, el 65% de la población.

Argentina tractorazo

Crédito imagen: Télam

El Centenario

El 25 de mayo de 1910, la burguesía terrateniente argentina festejó por todo lo alto, en el centro porteño, que merced a las insultantes ganancias que les deparaba la exportación de granos y bifes vivían igual (o en muchos casos mejor) que la nobleza europea. Entonces, el 80% de la población trabajaba y sobrevivía en condiciones inhumanas… Faltaba mucho para Perón, de manera tal que “el negrito” que iba “a pelear por su salario” todavía lo hacía bajando la mirada ante el latifundista salteño Robustiano Patrón Costas y todos sus colegas.

Pellegrini les había advertido 35 años antes que ese modelo estaba condenado al subdesarrollo. No lo escucharon. Es que vivir como nobles europeos a costa de miles y miles de hectáreas que les robaron a las comunidades originarias, que ellos llamaron “desierto”, masacre y campos de concentración mediante, sin trabajar, sin arriesgar, sin pensar más que en el diseño de la próxima mansión a construir, era una vida demasiado tentadora como para “jugársela a la suerte” de un proyecto de industrialización integral de la nación que quizás “no salía del todo bien”.

Argentina tractorazo

Crédito imagen: Télam

De espaldas a los patriotas…siempre

De hecho, los antepasados de esos “dueños del país” tampoco se jugaron por la revolución independentista liderada, entre otros, por San Martín, Belgrano y Güemes; después de todo, ellos estaban muy bien como aliados de la corona española… “Mayo de 1810 no fue mucho más que un cambio de cúpula gobernante: la clase alta criolla por la española”, sentenció el escritor e historiador Pacho O’Donnell.

Recién cuando vieron que la guerra se inclinó para este lado, tomaron partido. Eso fue tan así que el caudillo salteño -originario de una familia de hacendados, vale recordarlo- les quitaba las tierras a los criollos que se oponían o que simplemente no se sumaban a la gesta libertadora, y las repartía entre los gauchos y aborígenes. Es por ello que lo asesinaron a traición entre la aristocracia porteña, la salteña y los españoles. “Murió el abominable Güemes (…) Ya tenemos un cacique menos”, festejó en tapa la Gazeta de Buenos Aires.

Argentina tractorazo

Crédito imagen: Télam

Otro desarrollista “propio” ninguneado

Desde 1910 a 1914, el ministro de Obras Públicas Ezequiel Ramos Mexía -titular de la Sociedad Rural Argentina entre 1900 y 1904- fue el impulsor de un proyecto de colonización del sur mediante una red de comunicaciones que uniría todas las ciudades patagónicas merced a vías férreas y caminos, y de construcción de una urbe que se llamaría Ciudad Industrial del Nahuel Huapi, situada a la vera de ese lago, que haría las veces de motor de un desarrollo industrial integral del país.

El proyecto se topó con la oposición de “los empresarios británicos estrechamente ligados al monopolio del transporte ferroviario a través del Ferrocarril del Sud” y con la inmensa mayoría del universo terrateniente y agroexportador que, como vimos, vivía las mieles del “granero del mundo” del Centenario de la República.

En su libro “Economía falsa: una historia económica sorprendente del mundo”, publicado en 2009, el economista liberal británico Alan Beattie, ex director del Bank of England y editorialista del prestigioso periódico londinense The Financial Times, explicó “porqué las trayectorias de dos países como Argentina y Estados Unidos, que hace un siglo tenían posiciones económicas similares, han sido tan divergentes”.

Para Beattie, “la respuesta está en las distintas decisiones que se tomaron en ambos países desde el principio de su colonización interna. En Argentina, esa colonización llevó a la constitución de una oligarquía agraria, que controló la política económica en defensa de sus intereses ganaderos olvidando los industriales. Como resultado, Argentina se encontró progresivamente ligada a un sector primario exportador poco diversificado y dependiente de la marcha del resto de las economías”. “Entre 1880 y 1914 el sistema económico norteamericano se adecuó dinámicamente a los cambios y demandas de su población. El sistema argentino, en cambio, persistió obstinadamente dominado por una minoría autocomplaciente”, sentenció.

Argentina tractorazo

Crédito imagen: Télam

Son todos lo mismo

Ayer, sábado 23 de abril de 2022, ruralistas, porteños furiosamente antipopulares y los halcones y palomas de la derecha en general y de Juntos por el Cambio en particular (para que quede bien claro que el proyecto es el mismo más allá de los personajes estuvieron López Murphy, Espert, Patricia Bullrich, Vidal, Larreta, Santilli) se expresaron en el mismo centro porteño para pedir que la Argentina continúe en el camino del subdesarrollo, la hiperconcentración de la tierra y la riqueza, la primarización absoluta de la economía y un 50% de pobreza estructural (si es 60, mejor) tal como viene ocurriendo desde siempre.

Argentina tractorazo

Crédito imagen: Télam

Así les va a los protagonistas de la protesta (datos oficiales)

-Durante la última semana, el maíz y la soja en Chicago alcanzaron precios máximos desde septiembre de 2012

-La Bolsa de Comercio de Rosario vaticinó un crecimiento de las exportaciones de granos y derivados de 8% interanual en 2022, con una facturación récord de alrededor de 41.053 millones de dólares, impulsada por el salto en los valores de los commodities agrícolas

-(De ese modo) el valor de los despachos aumentarían en 3.004 millones de dólares respecto a 2021 y 2.442 millones respecto a la proyección realizada por la entidad en marzo pasado

-No obstante esos números, los derechos de exportación se mantuvieron sin cambios, con la soja tributando 33% y el maíz y el trigo, 12%

Salir de la versión móvil