En estos días, con motivo del tema introducido por la Vicepresidenta de la Nación al argumento del manejo de los planes y asistencias sociales, un arco -segmentado por cierto- ha salido a rebatir los dichos de la mandataria, entre ellos Luis D’Elía.
Recientemente la ex gobernadora y actual diputada nacional, María Eugenia Vidal, ha llamado a poner “cada cosa en su lugar” como – sostiene – decía su abuela. Intentaremos acercarnos a ello buscando que cada quién se haga cargo de sus propios antecedentes y pasado. Veamos.
Se dice que D’Elía se desempeñaba como maestro normal en el distrito La Matanza, en la zona de Villa Luzuriaga, obteniendo luego un título de enseñanza secundaria. Paralelamente inicia su actividad gremial en Suteba y también en los sectores cooperativistas, de desocupados y trabajadores de bajos recursos..
Mantiene un programa de radio y muy buenos contactos en los medios de difusión de los que se ha valido, ahora más que nunca, para defender su posición y, por ende, sus intereses.
Abreviando, inicia su actividad política en las elecciones del año 1997 resultando electo concejal en tercer término en las listas de la ALIANZA PARA EL TRABAJO, LA JUSTICIA Y LA EDUCACION, cuya columna vertebral fue la Unión Cívica Radical y uno de sus impulsores Carlos «Chacho» Alvarez.
En el año 2001 fue electo diputado provincial por el FRENTE POLO SOCIAL en representación de la tercera sección electoral siguiendo al Padre Luis Farinello.
Este acercamiento a una organización jurídico política como lo es el partido Político denominado POLO SOCIAL, le permitió acercarse y posicionarse a la titularidad de un “sello”, tal como se denomina muchas veces a las organizaciones políticas reconocidas para postular candidatos a cargos públicos electivos.
No se tienen muchas noticias certeras acerca de su actividad legislativa de aquella época, pero sí la opinión que de él tenían algunos dirigentes que no eran cercanos al peronismo en ninguna de sus vertientes o modalidades: Señalaba el dirigente del Polo Obrero Néstor Pitrola: “ Parece que este hombre ha perdido verdaderamente toda condición de dirigente social…queda claro que es un vendido, un alcahuete y que abandonó toda rectitud de lucha”
Luego de la crisis del 2001, la cotitularidad del Polo Social junto a Jorge Ceballos le facilita su acercamiento al sector que apoyaría a Néstor Kirchner en aquella suerte de Ley de Lemas, compitiendo los votos del peronismo con Carlos Menem y Adolfo Rodríguez Saa.
D´Elia le facilito su estructura, junto al Partido de la Victoria y otros partidos de escasa relevancia y ello lo posicionó luego del triunfo de esto sector, una vez que Menem se alejó de la segunda vuelta o balotaje.
Sin duda, como “pago” de ese apoyo, ambos dirigentes fueron designados en el ministerio de Desarrollo Social, y en su caso, al frente de la Subsecretaría para el Hábitat Social. Poco duró en el Ministerio, se dice que fue el propio Presidente Kirchner quién lo expulsó del cargo a poco de dos años de haber asumido.
Ni antes ni después tuvo acercamiento formal al Partido Justicialista ni el sector que respondía al fallecido Mandatario ni a Cristina Fernández (sectores de los cuales hoy pretende mostrarse como adalid). Jamás integró sus listas ni ocupó cargo alguno desde 2005 hasta el 2015, ni desde el 2019 a la fecha
En 2015 fue condenado a prisión por haberle pegado una trompada a un periodista y en 2017 otra condena similar por haber usurpado una Comisaría.
Ha logrado un delicado equilibrio en los diversos medios y sectores de comunicación en los que participa activamente y ahora, luego de la posición asumida por la Vicepresidenta y que da cuenta el inicio de esta nota, respecto de las ayudas y planes sociales, denuncia una supuesta falta de capacidad para conducir al Movimiento Nacional y Popular. Insólito.