Viva el Cáncer

Vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, apuntada con una pistola cargada con cinco balas

El sábado 27 de agosto de 2022, pocos minutos después de las siete y media de la tarde, el diputado nacional Ricardo López Murphy escribió un tuit de cuatro palabras: “Son ellos o nosotros”.

Confieso que, más allá de que corrió mucha agua bajo mi puente, sentí un escalofrío. Leve. Pero escalofrío al fin.

Es que se trata, aunque el señor diputado quiera explicarlo de mil maneras, de una declaración de guerra. Pues si “son ellos o nosotros”, la historia vendría a terminar cuando “ellos” o “nosotros” no estén/estemos más.

Ahora bien, ¿quiénes entrarían en “ellos” y quiénes entrarían en “nosotros”? ¿Esa lógica binaria de guerra, constituida por “dos categorías exclusivas y excluyentes” según el filósofo Achille Mbembe, es compatible con la democracia que recuperamos en 1983? Se me hace que no.

Siguiendo su línea histórica de pensamiento y acción, señor diputado, así como la de muchos y muchas de sus correligionarios y correligionarias de la alianza a la que pertenece y representa (la actual, no la delarruísta…aunque también podría ser), tengo que inferir que millones de argentinos y argentinas que pensamos, sentimos y actuamos distinto entramos en “ellos”. O sea que “nosotros” estarían siendo “ustedes”.

Pero veamos… Quizás me equivoque…

Si ustedes son los que pintaron Viva el Cáncer en el año 1952, nosotros somos “ellos”, los que lloramos a mares por la pérdida de esa mujer que desde los 26 años se enfrentó sin temores a los más poderosos de este país para que dejaran de hambrear y explotar a los más débiles.

Si ustedes son los que un día lanzaron (con los aviones de todos y los pilotos pagados por todo el pueblo argentino) más de 100 bombas con 14 toneladas de explosivos sobre la Plaza de Mayo entre las 12,40 y las 17,40, con el fin de matar a un presidente que había sido elegido con el 63,5% de los votos para imponer un gobierno de facto integrado por Miguel Ángel Zavala Ortiz (de la UCR), Américo Ghioldi (del Partido Socialista) y Adolfo Vicchi (del Partido Conservador), nosotros somos “ellos”, los niños y niñas de escuelas primarias que habían llegado desde el interior con su natural candidez y la ilusión de conocer “la gran capital” y fueron asesinados por máquinas voladoras que rezaban Cristo Vence (vaya herejía, si las hay), y somos los hombres y mujeres civiles que caminaban tranquilamente por el paseo público con sus preocupaciones diarias, sus sueños y sus amores a cuestas.

«Ellos o nosotros»

Si ustedes son quienes en nombre de la libertad y la república (llamativamente dos términos que hoy en día repiten un día sí y al siguiente también) interrumpieron la democracia durante casi 20 años a fuerza de perseguir, encarcelar, ejecutar en forma clandestina y torturar a quienes defendían las ideas del proscripto Partido Justicialista, nosotros somos “ellos”, las víctimas de esa barbarie, que en 1966 incluyó la mayor fuga de cerebros de la historia por la brutal represión a científicos y profesores universitarios… algo de lo cual no nos recuperamos jamás.

Si ustedes son los que apoyaron -o “dejaron pasar”- el golpe cívico-militar de 1976 para reducir la participación de la clase trabajadora en el PBI del 51% al 22% en apenas siete años; destrozar la industria nacional; incrementar la deuda externa de 8 mil a 45 mil millones de dólares en el mismo periodo, y estatizar la deuda privada de los grandes grupos económicos (incluido el del líder de su actual alianza política) que todos los argentinos y argentinas pagamos por décadas a costa de pobreza, desempleo, deterioro de la salud y la educación pública, nosotros somos “ellos”, los que sufrieron todo ese “proceso”, sobre el que la Sociedad Rural Argentina dijo en su comunicado del 24/03/77: “La SRA reitera frente a los productores y la ciudadanía en general su apoyo a toda acción que signifique completar el proceso iniciado el 24 de marzo de 1976 para poder lograr así los fines propuestos, que en definitiva son los grandes objetivos nacionales”… Vaya, vaya…

Si ustedes son los que promovieron las privatizaciones de todas las empresas nacionales, el indulto a los genocidas, el mentiroso 1 a 1 que siguió destruyendo la industria nacional, la corrupción del Poder Judicial, el megacanje, el corralito, el estado de sitio, la represión de diciembre de 2001, etc, etc, etc… nosotros somos “ellos”, los que estaban en la Plaza, los que se empobrecieron, los que perdieron todo o casi todo.

«Ellos o nosotros»

Si ustedes son los que en tres años (2015-2018) destrozaron todo el “desastre” -según definen ustedes- que se hizo entre 2003 y 2015 a golpe de devaluaciones brutales, pérdida histórica del poder adquisitivo de los salarios, inflación galopante, cierre de pymes y comercios, desempleo, pobreza, represión de la protesta contra la reforma previsional, justificación de balazos por la espalda de distintos agentes de diferentes fuerzas de seguridad, cooptación de la justicia mediante fiscales y jueces amigos del poder económico, y una toma de deuda de 45 mil millones de dólares con el único fin de fugarla y condicionar el futuro de generaciones, nosotros somos “ellos”.

Si ustedes son los que cada día, todo el día, desde hace años y años, hacen periodismo de guerra mintiendo, ocultando, tergiversando, inculcando de todos los modos posibles un profundo sentimiento de hastío, impotencia, incertidumbre y sobre todo odio en muchísima gente de a pie, con el fin de desplazar -una vez más y van…- a un gobierno democrático surgido de la voluntad popular para aplicar su famoso ajuste, shock, achicamiento del estado a su mínima expresión, reforma laboral y previsional, “cana o bala” para los delincuentes, etc, etc, etc… nosotros somos “ellos”.

Señor diputado, una democracia no se construye sobre el “ellos o nosotros”. Esa es una lógica de guerra. Explíquelo como quiera. Y en la guerra se usan armas. Y las armas matan. Anoche, la pistola falló. Mañana, quién sabe. Señor diputado, ¿por qué usted y los suyos, desde “sus” medios de desinformación, viven todo el tiempo inculcando odio en la gente? ¿Con qué objetivo? ¿Qué es lo que realmente quieren? Porque, ¿sabe una cosa? No queda claro. Pues confunden y confunden. Y se me ocurre que eso no es casual.

Señor diputado, con el respeto que su cargo me merece: su “Son ellos o nosotros” sonó muy parecido al Viva el Cáncer de 1952. ¿Sabe usted lo que sus palabras pueden provocar en mucha gente? ¿Son conscientes usted y sus pares de todo lo que dicen todos los días hasta el hartazgo y del efecto que ello puede generar en gran parte de la sociedad? Quisiera pensar que no.

Anoche, tarde ya, un amigo me dijo: “Estoy asustado”. Y sí… porque las pistolas matan.

1952
Ayer nomás… (crédito imagen: nueva tribuna)
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