A 49 años de una elección histórica

Sin proscripciones. El triunfo del Nomeolvides

El 23 de septiembre de 1973, Juan D. Perón ganó las elecciones con un arrollador 61,85% de votos, frente al 24,42% que obtuvo el candidato radical Ricardo Balbín

Este 23 de setiembre se cumple el 49° aniversario de una elección presidencial histórica: la primera sin proscripciones luego de 18 años de prohibición del Movimiento Nacional y Popular.

En efecto en dichos comicios pudo, finalmente, participar Juan Domingo Perón, luego del exilio que debió cumplir y la interdicción, persecución,  prisión y hasta muerte que debieron padecer sus seguidores.

Nuestra historia, lamentablemente, es muy nutrida respecto del vulneramiento de los derechos humanos fundamentales en la materia.

Lo fue al inicio de nuestra formación como Nación e incluso luego de la denominada “Organización Nacional”, inmediatamente de la Batalla de Caseros en 1852 (en realidad resulta casi un oprobio que un Distrito Municipal de la Provincia de Buenos Aires registre y de relevancia a dicho recuerdo, cuando en esas circunstancias se trató –no sólo de un enfrentamiento entre hermanos– sino que importó la intromisión de fuerzas extranjeras en apoyo de una de esas dos facciones).

No fue esta la única ocasión que un hecho de estas características se produjera.

En  efecto en vísperas (en realidad a horas), del inicio del Golpe Cívico Militar de 1976, el dirigente del Partido Intransigente, Dr. Oscar Alende, recordaba la intromisión del Reino Unido en el derrocamiento del Gobierno Constitucional de Juan Perón, en aquella otra nefasta jornada, la del 16 de setiembre de 1955.

A partir de esa fecha, comenzó el intento de verdadero aniquilamiento de los sectores, hombres y mujeres que libremente habían abrazado la causa del Movimiento Nacional Justicialista.

La disolución del Partido Peronista, del Partido Peronista Femenino, la prohibición de su accionar y hasta de nombrarlos o insinuar cualquier signo o símbolo con los cuales se pudiese relacionar, fueron una constante durante 18 largos años.

No solo eso, los asesinatos en junio de 1956, del General Valle, Coronel Cogorno y otros patriotas que, simplemente, querían restablecer el orden democrático y constitucional fue el alto precio que debieron pagar.

No son ajenos a nuestra historia otros hechos de violencia como lo fueron  los  intentos de asesinato de Yrigoyen, Perón y Alfonsín  (los que parecían olvidados), lamentablemente muchos argentinos nos encontramos consternados por el conato de homicidio de la hoy Vicepresidenta, pese al negacionismo de los de siempre.

GOBIERNOS DÉBILES

Elecciones con proscripción originaron gobiernos seudo constitucionales y débiles , por su ilegitimidad de origen, que como consecuencia derivaron en nuevos golpes de Estado.

Así las cosas hasta la realización de las elecciones  de marzo de 1973, en rigor de verdad las ultimas realizadas en forma fraudulenta, aunque esto pueda sonar como inexacto.

La Dictadura de Lanusse, se debatía en su propia impotencia, no sólo procedió a fusilar a 19 presos políticos en la Cárcel de Trelew, sino también articuló una maniobra engañosa y tramposa respecto a las elecciones que se realizarían el 11 de marzo de 1973.

El entonces Ministro del Interior, Arturo Mor Roig, afiliado a la Unión Cívica Radical (había sido Presidente de la Cámara de Diputados de la Nación durante el Gobierno del Dr. Arturo Illia –derrocado precisamente por esa dictadura –) había pergeñado varias fullerías para entorpecer una elección libre y democrática.

Para ello, él y un cenáculo de iluminados, alentaron una ilegítima “enmienda constitucional”  tendiente urdir una elección mañosa.

No sólo la cláusula proscriptiva de residencia del 25 de agosto: Juan Perón debía retornar antes de esa fecha y permanecer en el país hasta la realización, el menos, de las elecciones.

Esta fecha no es un dato menor, horas antes se había producido la “Masacre del Trelew”  que garantía o seguridad podía brindársele al caudillo? Ninguna. (sus responsables recién fueron juzgados y condenados a partir de la decisión del gobierno iniciado en mayo de 2003)

Establecieron una elección directa con mandato de cuatro años para todos los electos, pero con sistema de adjudicación de la Presidencia de la Nación mediante el régimen de balotaje  a quien obtuviera el 50% más uno de los votos y con participación para una eventual segunda ronda a todos los candidatos que obtuviesen más del 15 % de los sufragios.

El Gobierno propuso dos candidatos oficialistas Militares, Francisco Manrique y  Ezequiel Martínez, para producir una dispersión de votos.

Estuvieron muy cerca, El Capitán de Navío Manrique (que según se dijo participó en la sustracción y posterior ocultamiento del cuerpo de Eva Perón) obtuvo una cantidad cercana, pero no fue suficiente.

El Frente Justicialista, no alcanzó el porcentual legal

Héctor José Cámpora, del Partido Justicialista, que concurrió apoyado por el Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), fue el candidato más votado al recibir el 49,56 % de los sufragios, a menos de medio punto porcentual de acceder a la presidencia en primera vuelta. Ricardo Balbín, de la Unión Cívica Radical, logró un  segundo lugar con el 21,29 %. Francisco Manrique, candidato de la centroderechista Alianza Popular Federalista obtuvo el tercer lugar con el 14,90 %.

La segunda vuelta, debía realizarse el 15 de abril, pero el Líder del radicalismo, se retiró de la contienda. Proclamándose la formula CAMPORA- LIMA

El Presidente Constitucional Dr. Héctor J Cámpora y su Vice, Dr. Vicente Solano Lima renunciaron el 13 de julio de 1973.

Luego de un interinato constitucional se convocaron a elecciones, libres, democráticas y sin proscripciones  – las primeras en muchos años –  proclamándose la formula PERON- PERON el 23 de setiembre de 1973 con casi el 62% de los votos, seguida de BALBIN- DE LA RUA, con el 24% de los sufragios.

Fue el triunfo secreto y memorable del NOMEOLVIDES, la planta que ni los golpistas pudieron secar.

Nomeolvides, la planta que ni los golpistas pudieron secar

En realidad, al margen de la Dictadura de 1976, estas fueron las primeras elecciones democráticas en mucho tiempo.

Afortunadamente, a partir de las celebradas el 30 de octubre de 1983, comenzó un periodo de institucionalidad  y respeto del derecho fundamental de elegir y ser elegidos que se mantiene hasta nuestros días.

No todo fue fácil, hubo asonadas militares golpistas, la primera en Semana Santa de 1987, allí el pueblo unido se lanzó a las plazas de la Republica defendiendo el Orden Constitucional, pero también encontró a sus Líderes a la cabeza de dicho sostenimiento del entonces Presidente de la Nación, Dr. Raúl Alfonsín, de dirigentes de la oposición, del Dr. Antonio Cafiero, por nombrar a uno que debió pagar muy caro su foto en el Balcón del aquel recordado Domingo de Pascuas.

En igual posición lo encontró en los sucesos de Monte Caseros en 1988, y de Villa Martelli de 1991.

A 49 años de aquella histórica jornada y repasando lo sucedido hasta nuestros días:  Poco queda – a mi humilde entender – de los postulados Yrigoyenistas y del  accionar enaltecedor de Alfonsín. Hoy quienes se adjudican ser sus seguidores, se encuentran aliados,  servilmente, con sus propios detractores.

Mapa del contundente triunfo justicialista del 23 de septiembre de 1973. No obstante, el Plan Cóndor ya estaba preparado para terminar con las democracias, en Argentina y en casi toda América Latina

LAS ELECCIONES HASTA HOY

Lo cierto es que, a partir de aquella jornada memorable del 23 de septiembre de 1973, y pasados los oscuros y terribles años de la dictadura genocida de 1976 en adelante, las elecciones desarrolladas durante estos últimos años han sido bajo el amparo de los estándares de la Carta Democrática Interamericana de la OEA, los Tratados Internaciones y la Constitución Nacional .

Aún con algunas intentonas golpistas, que fueran desarticuladas por movilizaciones espontaneas y populares a lo largo y ancho de toda la República y por el apoyo de dirigentes políticos, sindicales y sociales, tanto opositores como oficialistas. (años1987, 1988 y 1991), la democracia y el respeto de los derechos humanos de elegir y ser elegidos se encuentran plenamente vigentes

En efecto, 20 elecciones nacionales, más una consulta Popular no Vinculante (para resolver una cuestión limítrofe con la hermana República de Chile) y una elección para integrar una Convención Constituyente tendiente a concretar una reforma de nuestra Constitucional en 1994 son un prueba contundente.

Para señalar, solo a modo de ejemplo, cuatro Presidentes Constitucionales  delegaron sus mandatos a fuerzas políticas partidarias que les resultaban ajenas. Otros tantos resultados análogos a producirse las renovaciones parciales legislativas. Ningún ganador termino perdiendo ni ningún perdedor finalizó ganando los comicios. Las eventuales irregularidades, (nimias y de una incidencia menor) en los comicios han sido debidamente resueltas por la Justicia Electoral y consentidas sus resoluciones por las fuerzas políticas intervinientes.

Es dable esperar que la totalidad de los sectores democráticos argentinos asuman la obligación de la hora.

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