RCP y primeros auxilios: entrenar para salvar vidas

En nuestro país se estima que más de 40 mil personas por año sufren muerte súbita y que esta cifra se reduciría drásticamente si toda la población supiera cómo actuar ante una situación de emergencia en la vía pública. En diálogo con 90lineas, la instructora Lorena Estanga repasa cuestiones fundamentales de la primera atención a una víctima y nos invita a involucrarnos

Por Bárbara Dibene

Evaluar el estado de conciencia de la persona, llamar a emergencias -o pedir a quien esté cerca que lo haga-, iniciar las maniobras de RCP y encender el desfibrilador externo automático (DEA), en caso de contar con uno, son los pasos que hay que llevar adelante si alguien sufre un paro cardiorrespiratorio. Así lo establecen los protocolos y explica la Lic. Lorena Estanga, integrante de la Dirección de Seguridad, Higiene y Desarrollo Sustentable de UNLP, durante las numerosas capacitaciones que lleva adelante en distintos espacios de nuestra ciudad. Además, la profesional recalca que incluso antes es necesario evaluar el lugar donde sucedió el accidente y si tenemos riesgos en la escena, por ejemplo si estamos a resguardo del paso de los autos.

¿Pero, qué es el RCP? Se trata de una maniobra de emergencia que se realiza en caso de paro cardíaco o de atragantamiento seguido de asfixia. La técnica consiste en aplicar presión rítmica sobre el pecho de la persona para que el oxígeno pueda seguir llegando a sus órganos vitales, a un ritmo de al menos 120 compresiones por minuto (por eso se recomienda tomar como referencia temas musicales como “Stayin’ Alive” o “Macarena”). ¿Y cuánto tiempo hay que realizar esta maniobra? Lorena lo explica con claridad: “Se continúa con las compresiones hasta que llegue la ambulancia, hasta que llegue el desfibrilador, hasta que la persona muestre signos de recuperación, o hasta que no dé más y me puedan reemplazar”.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, por cada minuto que una víctima de paro cardiorespiratorio no recibe RCP, se pierde un 10 por ciento de probabilidad de sobrevivir. Además, otro dato muy relevante es que 7 de cada 10 muertes súbitas ocurren fuera de un hospital, lo que da cuenta del valor de saber qué hacer ante una emergencia.

“Poder capacitarse en estos temas es importante porque la gente tiene que comprender que generalmente estas situaciones se dan en forma extrahospitalaria, y la atención inmediata es lo que modifica la posibilidad de sobrevida de esa víctima de paro”, subraya Lorena.

De la motivación personal a la militancia colectiva

Actualmente, y desde hace varios años, Lorena es instructora de Primeros Socorros, RCP y uso de DEA, un camino que comenzó a partir de la demanda que observó en su trabajo en la Dirección de Seguridad, Higiene y Desarrollo Sustentable de la Universidad. “Distintas facultades y colegios de la UNLP nos pedían capacitaciones y no había quien diera respuesta. Ahí comenzó mi búsqueda tratando de encontrar una institución que forme instructores, hasta que llegué a la Asociación para la Capacitación en Emergencias y Socorros (ACES), una organización académica con casas matrices en Argentina y Canadá. Tenía un programa de formación continua, lo cual fue una gran motivación, porque los protocolos de enseñanza de RCP se revisan periódicamente y de esta manera encontré la forma de estar permanentemente actualizada con las técnicas”, repasa Lorena. Y agrega: “Además, empecé a conectar con distintos instructores e intercambiar experiencias y expandir la enseñanza en otros ámbitos”.

Así es que también la instructora se involucró en los comienzos de “Argentina Reanima”, una Asociación Civil conformada por instructores, profesionales y padres de chicos y chicas que fallecieron por muerte súbita y que se unieron para pedir la reglamentación de la Ley 27.159 de prevención integral de la muerte súbita, lo que finalmente sucedió este año tras la sanción en 2015. Entre otras cosas, la normativa establece que espacios públicos y privados de acceso público están obligados a instalar Desfibriladores Externos Automáticos y capacitar en el uso de estos dispositivos; y establece la creación de un registro, que funcionará en el ámbito del Programa Nacional de Prevención de las Enfermedades Cardiovasculares.

“En la asociación buscamos promocionar y difundir las técnicas de RCP y uso de DEA, promover valores solidarios, erradicar información falsa y colaborar con organizaciones sociales y educativas que realizan acciones sobre estas temáticas”, cierra Lorena, que invita a seguir a la organización y asistir a los cursos que hoy en día se ofrecen en distintos clubes de barrio, centros de fomento o instituciones. Asimismo, la provincia cuenta con una dirección de Emergencias y se pueden solicitar cursos para instituciones públicas o privadas, escuelas, empresas, clubes y organizaciones al correo electrónico capacitacionsiescentral@gmail.com.

La clave: llegar a la gente

Recientemente se conmemoró el Día Mundial del Corazón (29 de septiembre), efeméride que sirvió de puntapié para el lanzamiento de la última campaña de sensibilización sobre el tema del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires. Vicente Viloni y Luis María “La Masa” Montanari, referentes de la lucha libre y personajes muy populares por su paso por el programa televisivo “100% lucha”, son los protagonistas de un original video viral donde enseñan los pasos que se describieron al inicio de esta nota: evaluar el estado de conciencia de la persona, llamar a emergencias (107) y comenzar con las compresiones.

Según datos de la dirección de Estadística e Información en Salud de la Nación, en la provincia las muertes por causas cardiovasculares (que incluyen a los infartos, las enfermedades hipertensivas, la insuficiencia cardiaca o la aterosclerosis, entre otras) alcanzaron a 42.968 personas en 2019, lo que da cuenta de la necesidad de estar preparados y preparadas para socorrer a quien lo necesite.

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