Carlos Gardel: Por si algo le faltaba, inventó el videoclip

Precursor en numerosos aspectos de la música y el espectáculo en general, Carlos Gardel fue el pionero de lo que muchos años más tarde se conocería como videoclip. Las grabaciones de los cortos se realizaron en 1930, apenas tres años después de que en la ciudad de Nueva York se estrenara el cine sonoro

Carlos Gardel

Carlos Gardel inventó el videoclip en 1930, apenas tres años después del estreno del cine sonoro en la ciudad de Nueva York

Carlos Gardel.- Hay quienes aseguran que Rapsodia Bohemia, de Queen, grabada en 1975 con un presupuesto de 5.600 dólares, es el primer videoclip “oficial” de la historia. Otros avanzan seis años para situar el pistoletazo de salida de ese género el 1 de agosto de 1981, cuando irrumpió en escena la cadena MTV emitiendo El video mató al ídolo de la radio, del grupo de la nueva ola británica The Buggles.

¡No señor!, retrucan otros, el primer videoclip vino de la mano de The Beatles cuando el 30 de enero de 1967 iniciaron la grabación del material para el video de Strawberry Fields Forever, ¿algo así como Campos de fresa por siempre?

¿Y qué me dicen de Elvis Presley? Que el 24 de septiembre de 1957, diez años antes que los cuatro de Liverpool, presentó el extracto de la película Jailhouse Rock (Rock de la cárcel) donde canta y baila esa emblemática canción.

La cuestión es que no sólo en estas pampas, sino en el mundo entero, la máquina del tiempo llega hasta el año 1930. Y son contados con los dedos de una mano quienes no reconocen que el antecedente más lejano de lo que luego se popularizaría como “videoclip” tuvo como protagonista a Carlos Gardel. No es otro “invento argentino”. Las pruebas quedaron grabadas y están al alcance de la mano (la vista y el oído) de todos. Es por ello que son irrefutables.

La objeción que hacen algunos, muy finita por cierto, es que aquellas piezas protagonizadas por el Zorzal Criollo se asemejaban más a un corto que incluía una canción, que a una canción que contaba una historia.

Esa postura se cayó a pedazos el 2 de diciembre de 1983, cuando se estrenó el videoclip Thriller del cantante estadounidense Michael Jackson, hasta hoy considerado uno de los mejores videos musicales de la historia. Con una duración de 14 minutos, fue el más largo hasta entonces. El propio intérprete lo superó en 1996 con Ghosts, de 40 minutos.

Con todo, aquellas piezas protagonizadas por Gardel hicieron escuela, y por su formato fueron revolucionarias para la época. Hay que tener en cuenta que el cine sonoro había sido dado a luz en 1927 en Nueva York.

Video.- Yira Yira

El impacto fue tal que la llegada de la nueva tecnología a nuestro país encontró a muchos con las defensas altas, pues temían que ello implicara el final de los conciertos en vivo para las orquestas de tango.

Pionero por naturaleza

El autor de la biografía titulada sencillamente Gardel, el historiador Felipe Pigna, contó que Carlos Gardel “cambió el tango para siempre” porque entre otras cosas fue quien “instaló el tango-canción”.

“Tenía una voz privilegiada y reconocida en todo el mundo, al punto que recibió grandes elogios del tenor italiano Enrico Caruso. Asimismo, fue un enorme compositor”, añadió el escritor.

En ese contexto, Pigna resaltó que Gardel fue “pionero en muchas cosas, por caso, él inventó lo que luego se conoció como videoclip. Aparecía con Celedonio Flores, Francisco Canaro, Enrique Santos Discépolo, José Razzano (entre otros compositores, músicos, actores y actrices), con quienes hablaba sobre la temática de la canción que luego interpretaría”.

El Morocho del Abasto también fue uno de los primeros a nivel mundial en interpretar canciones en dúplex: él cantaba en Nueva York y sus músicos tocaban en Buenos Aires, resaltó el historiador, quien además elogió la constante preocupación de Gardel por contar con las últimas tecnologías y poder brindar así mejores cosas a su público.

Cartel promocional del dúo Gardel-Razzano (Cultura de la Nación)

Fueron 15, quedaron 10

Como precursor en la realización de videoclips, o “cortometrajes musicales sonoros”, tal como se los conocía en esa época, Carlos Gardel protagonizó quince en el año 1930. Cada uno sobre una canción. Todos con dirección de Eduardo Morera y producción de Federico Valle.

Pero fueron lanzados diez en las salas de cine, pues cinco piezas se arruinaron en el laboratorio. Los que sobrevivieron fueron El carretero, Añoranzas, Rosas de otoño, Mano a mano, Yira Yira, Tengo miedo, Padrino pelao, Enfundá la mandolina, Canchero y Viejo smoking.

 

Crédito imagen: Infobae

Quien presentó a Gardel y Morera, cuando despuntaba la década de los 30, fue el mismísimo José Razzano. Cuentan que ni bien el director lo vio, le dijo al amigo y compañero musical del cantante “con este no voy a poder grabar nada; mirá lo grandote y gordo que es…”.

Seis décadas más tarde, Eduardo Morera le contó al periodista Ariel Fontanet durante una entrevista para la revista La Maga: “Sin darnos cuenta, con Gardel fuimos los creadores de lo que ahora se denomina videoclip” (gardel.com).

Pero más allá de ese año 1930, el cantante grabó películas de las cuales se efectuaron extractos que quedaron inmortalizados como videoclips. Uno de ellos, quizás de los más populares, fue Mi Buenos Aires querido, que cantó en el film Cuesta abajo de 1934.

El público interrumpía la exhibición de la película (Luces de Buenos Aires) después de que Gardel cantara el tango Tomo y obligo pidiendo escucharlo nuevamente. Un hecho jamás ocurrido en la historia del cine

¿Nunca filmó en el país?

Un informe publicado por el Ministerio de Cultura de la Nación el 11 de diciembre de 2019 asegura que Gardel nunca filmó una película en Argentina.

“En un viaje a Europa, por el año 1930, Gardel les sugirió a los autores teatrales Manuel Romero y Luis Bayón Herrera la filmación de una película con temática argentina. Fue entonces cuando escribieron el argumento de Luces de Buenos Aires, luego protagonizada por el cantautor y con destacados roles de Sofía Bozán y Pedro Quartucci. El rodaje se realizó en los sets que tenía la empresa Paramount en Joinville, cerca de París, pero ninguna escena fue filmada en Argentina”, puntualiza.

Y remarca que “debido al enorme éxito, la empresa giró copias a otros países. En España y América el público interrumpía la exhibición de la película después de que Gardel cantara el tango Tomo y obligo, pidiendo escucharlo nuevamente. Un hecho jamás ocurrido en la historia del cine”.

En 1932, la Paramount lo contrató para dos producciones más. En los mismos estudios filmó Melodía de arrabal y después, ya en Nueva York, Cuesta abajo. Posteriormente lo contrataron para los films El tango en Broadway, El día que me quieras y Tango Bar.

Video.- Mano a mano (de Pablo Ramos Tango)

https://youtu.be/woNtn23EXzc

Video.- Mi Buenos Aires querido

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