Claudio Moretto: “Es un mito que la tecnología destruye trabajo”

Empresas platenses desmienten la idea de que la incorporación de tecnología a los procesos productivos industriales va en contra de los puestos de trabajo. Al contrario, afirman que provoca un crecimiento personal de los trabajadores y trabajadoras, mejores condiciones laborales y mayores ingresos, a caballo de un aumento en los niveles de producción

Cerámica Fanelli

Cuando en 2006 Cerámica Fanelli automatizó todo el proceso de fabricación y embalado de ladrillos huecos, la inmensa mayoría de la gente de a pie lamentó los puestos de trabajo que se iban a perder en esa fábrica nacida hacia 1973.

La incorporación de tecnología hizo ‘saltar por los aires’ el nivel de producción, desde 8.000 hasta 30.000 toneladas de ladrillos por mes en apenas un año, graficó el CEO de la firma, Claudio Moretto. ¿Y el número de trabajadores? ¿Disminuyó? Todo lo contrario. Aumentó. Además cada trabajador experimentó un crecimiento personal porque se tuvo que capacitar; hubo una fuerte mejora de las condiciones de trabajo, y un incremento en sus ingresos”, refirió el empresario platense.

Rebobinemos un poco. Nazareno Fanelli creó la fábrica que lleva su nombre en 1973. Fue un visionario, pues él se adelantó a todos diciendo que el futuro de la construcción sería el ladrillo hueco”, recordó Moretto, para remarcar que “hasta el año 2006, el cien por ciento del proceso de fabricación de ladrillos se realizó en forma manual.

En 2006, Cerámica Fanelli y Cerámica Later-Cer se asociaron con el objetivo de incrementar la producción. Y allí se produce la automatización. “Nosotros vivimos en carne propia el cambio de la producción manual a la automatizada”, subrayó Moretto. “Hasta entonces, el operario debía entrar los ladrillos con autoelevadores al horno; sacarlos, cuando estaban al rojo vivo, de ambientes con altísimas temperaturas; llevarlos a la playa para su embalaje, el cual se hacía a mano, con calor, frío, lluvia; armar los paquetes y cargarlos en los camiones”, sintetizó.

Hoy, todo eso se maneja desde una computadora. El primero que toca el ladrillo es el albañil en la obra, remarcó.

“Definitivamente tenemos que erradicar el mito de que la tecnología va en contra de la mano de obra, al contrario, la potencia en todos los sentidos”

El incremento en la producción de 8.000 a 30.000 toneladas de ladrillos al mes “nos obligó a trabajar las 24 horas del día durante los 365 días del año, con la consiguiente reestructuración de los equipos de trabajo. Pasamos de dos turnos de 8 horas a tres, con un sistema ‘6 x 2’, es decir que se trabaja 6 días y se descansa 2. Y esos turnos son rotativos, de manera tal que una semana un grupo opera de mañana, a la siguiente de tarde y luego de noche”, detalló.

Cerámica Fanelli

Más personal, capacitación, mejores condiciones laborales y mayores ingresos

Al contrario de lo que se piensa, la automatización total del proceso productivo no solamente redundó en una mayor productividad (de 30.000 toneladas al mes en 2007 a 40.000 poco más tarde, después a 52.500 y actualmente a 60.000 y en crecimiento), sino que trajo consigo un aumento de la plantilla de 150 a 188 trabajadores; su conversión en trabajadores calificados mediante capacitaciones permanentes; mejoras en las condiciones de trabajo (de estar en un horno con ladrillos al rojo vivo a operar el sistema desde una PC), así como incrementos en los ingresos, ya que cobran un premio por productividad, la cual, como se vio, no cesa de crecer.

Claudio Moretto añade dos ventajas más. El trabajo de embalado en la playa tampoco se hace a mano, sino en autoelevadores con pinzas, que los trabajadores que se desempeñan en esa área operan con aire acondicionado en verano y con calefacción en invierno.

“Y un dato que para nosotros es fundamental: hemos comenzado a incorporar mano de obra femenina, pues las distintas fases del proceso productivo desde una computadora las pueden llevar adelante de igual manera, o en muchos casos mejor, las mujeres”, puntualizó, para añadir que los cambios también impulsaron la contratación de ingenieros, arquitectas y técnicos especializados.

“Y ahora vamos por más. Si se resuelve el tema de las importaciones y se mejora la matriz de energía eléctrica (ya que la actual opera como un limitante para aumentar la producción), en un año y medio podremos estar fabricando 72.000 toneladas de ladrillos por mes”, afirmó.

Cerámica Fanelli

El ejemplo de la fábrica de aberturas de PVC

“Definitivamente tenemos que erradicar el mito de que la tecnología va en contra de la mano de obra, al contrario, la potencia en todos los sentidos”, señaló Claudio Moretto, para poner otro ejemplo en ese sentido.

“Nosotros tuvimos un taller donde trabajaban aproximadamente 12 personas fabricando unas decenas de aberturas de PVC por mes”, comentó, en referencia a Aberturas Aukot.

Merced a la automatización del proceso de producción, actualmente fabrican más de 1.500 aberturas por mes y ya cuentan con 95 trabajadores y trabajadoras. “Y nadie toca un perfil”, resaltó.

“La tecnología incrementa tu capacidad productiva de manera exponencial; aumenta la cantidad de gente -debidamente calificada- que requieren esos niveles de producción; exige una logística más amplia y eficaz; más vehículos; más colocadores de aberturas, e incluso te lleva a crear mano de obra en forma indirecta porque vas a tener que tercerizar trabajos en las obras”, concluyó Moretto.

Claudio Moretto en la UTN (Crédito imagen; Fundación Pro Humanae Vitae)
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