Comer una buena pizza en La Plata ¿por qué es tan difícil?

Si la pedimos por delivery generalmente llegan frías, con la muzzarella corrida por el movimiento de la moto y las aceitunas caídas al costado de la caja. Si vamos a una pizzería, incluso las más conocidas, le escatiman la salsa y la masa suele ser muy mala. Comer una buena pizza en La Plata ¿misión imposible?

pizza

Harina, levadura, agua tibia, algo de sal, un chorrito de aceite, una cucharadita de azúcar, y después arriba salsa de tomate, muzzarella o queso mantecoso, a la piedra o «esponjosa». No hay muchos secretos para hacer una buena pizza; y no lo digo yo sino que lo comentan los propios maestros de esta receta italiana que data de 1889, ideal para esquivar las carnes rojas y llenarse bien por los agregados e ingredientes que pueden incorporarse sobre ella, como morrones, salamines, jamón crudo o cocido, verduras de todo tipo…Sin embargo, a la hora de elegir un lugar para comer pizzas en La Plata, incluso los supuestamente especializados en la materia, en más del 95% de los casos los clientes nos vamos insatisfechos.

¿Por qué es tan difícil comer una buena pizza en La Plata? 

Guerrín y Los Inmortales, por sólo dar dos nombres de pizzerías famosas de Capital Federal, no fallan a la hora de dejar conformes a los comensales, son muy buenos sus productos. En nuestra ciudad, en cambio,  conseguir una buena pizzería es una misión muy complicada: quizás la tradicional Bacci podría ser, pero no todo el mundo comulga con la masa elevada que parecen más bien tortas que pizzas.

Lanzarse a la aventura de pedir una pizza en los emprendimientos barriales, o bien en algunos locales del macrocentro por delivery, es realmente un riesgo. Además de llegar frías, con toda la muzza corrida a un costado de la caja y las aceitunas en cualquier lado, suele escasear la salsa de tomate y la masa -en muchos casos- es la prepizza que venden en supermercados y/o almacenes.

En mi ránking de la Ciudad que por cierto es poco numeroso, creo que hay dos lugares en donde se comen las mejores pizzas platenses, por eso suelen estar con todas sus mesas ocupadas; uno de ellos es «El Loco Ponte», en 70 y 18, y el otro es «Jesolo», en calle 14 entre 45 y 46 (a mi criterio la mejor), el resto se pelea por ser «la menos mala».

¿No hay maestros pizzeros en la Ciudad? Ciertamente no muchos, pues intenté consultar a dos de ellos para esta nota, pero prefirieron no involucrarse en semejante polémica.

Hace poco pedimos una pizza y sinceramente, con una sola porción, algunos quedamos de cama. Tenía un tarro de sal encima, la salsa de tomate estaba ácida, como pasada, y la muzzarella aparentemente vencida. No era barata, con el envío la pagamos $3.000. ¿No les da vergüenza vender una pízza así?, me pregunté, pero evidentemente no porque cuando llamamos para quejarnos la respuesta fue simplemente un pedido de disculpas que, claro, fue aceptada pero no alcanza.

No sé que opinan ustedes queridos lectores, no tengo mucho más para agregar en estas líneas que tenía ganas de escribir sin mucha vuelta, para decir algo que, considero, podría revertirse con algo de empeño y responsabilidad por quienes venden pizzas en La Plata y sinceramente les cuesta destacarse en esta veta del arte culinario.

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