Como una Virgen, la canción que convirtió a Madonna en “la puta ama” de la música

A finales de julio de 1983, una chica de 24 años que en 1978 había viajado 1.150 kilómetros desde su pequeña ciudad natal, Bay City, para llegar a Nueva York, alcanzaba el sueño de tener un álbum en las bateas de las disquerías neoyorquinas. El LP llevaba su nombre artístico, Madonna, y fue grabado por Sire Records, una suerte de sucursal de la entonces todopoderosa Warner Bros.

La crítica recibió bastante bien el trabajo, aunque entre los “especialistas” eran mayoría aquellos que le auguraban un futuro de One Hit Wonder. Aunque la traducción literal de esta expresión se adapta perfectamente a ese “fenómeno musical” pues significa Maravilla de un solo golpe, se utiliza más bien como “Un solo éxito”. Y en los EEUU de inicios y mediados de los años 80 eran tantos los artistas de “un solo éxito”, que el canal VH1 tenía un programa de una hora de duración dedicado a esos solistas o bandas.

Descubierta por un productor musical cuando cantaba el tema Everybody en un local nocturno, Madonna logró primero grabar esa canción en formato de disco sencillo. Tuvo éxito, por lo que la compañía le propuso hacer el álbum, que tendría piezas también exitosas como como Holiday, Borderline y Lucky Star.

No obstante, como el estilo prácticamente no difería de la música disco de los 70, a no ser por la incorporación de algunos leves sonidos tecno, eran pocos los que le veían futuro a la chica llegada a Nueva York desde una ciudad de menos de 30 mil habitantes.

En rigor, el video oficial de Everybody tiene enormes puntos en común con muchos de la música disco setentista, tanto en su estética general como en las vestimentas y la tímida coreografía.

Everybody (Madonna – 1983)

Pero lo que ningún crítico sabía era que Madonna tenía tantos sueños y ambiciones guardados en su interior, así como una personalidad (aún escondida) avasallante, que no contemplaba otra posibilidad que la de crecer y crecer, aunque luego haya crecido tan rápido y alcanzado un pedestal inmaculado que ni ella soñó.

Cuando 1984 estaba en marcha, se empezó a concebir el segundo álbum. Madonna, que ya era bailarina pues llegó a Nueva York a estudiar danza contemporánea y había integrado un par de grupos, quiso intervenir en la composición de los temas. Pero los popes de la compañía le dijeron que no. Sin embargo, la chica de Bay City se topó con una excelente noticia: la discográfica contrató para producir el disco nada menos que a Nile Rodgers, cofundador, guitarrista y compositor de Chic, la emblemática banda funk que a finales de los 70 elevó la música disco a un nivel de calidad impensado.

Pero no todo quedó allí. Rodgers llamó a Bernard Edwards y Tony Thompson, bajista y baterista de Chic, para invitarlos a tocar con Madonna. Edwards puso un condición: que Nile Rodgers no sólo fuese productor, sino que tocara la guitarra. Conclusión, Madonna cantó acompañada por los tres músicos de Chic, un grupo que detrás de su conocida música bailable guardaba un talento tal que fue invitado varias veces a participar del festival internacional de jazz de Montreux, en Suiza.

Con letra de Billy Steimberg, quien contó que se basó en experiencias propias, y música de Chic, el tema Like a Virgin (Como una Virgen) no tenía otro destino que el éxito. Así y todo, cuando salió a la venta el álbum, que traía canciones como Material Girl y, en su reedición de 1985, Into the Groove, los críticos musicales, si bien lo elogiaron, siguieron dudando del futuro de Madonna.

Quien jamás dudó de su futuro fue la propia Madonna, quien desde la letra de Como una Virgen escandalizó a las organizaciones conservadoras estadounidenses, que llegaron a pedir que lo prohibieran porque alentaba el “sexo extramatrimonial”.

Pero con la canción y el video de Like a Virgin, Madonna provocó una revolución de la cual, en ese momento, casi nadie tomó dimensión. Su vestimenta -tan importante para la artista como la propia música- creó tendencia en la moda, al punto que puso patas para arriba a muchas de las mayores marcas mundiales de diseño de indumentaria; al mismo tiempo, ese estilo estaba al alcance de todas las chicas del planeta, quien prácticamente “en masa” comenzaron a vestirse como Madonna.

Nació el “Madonna Wannabe” (traducción literal: aspirante a Madonna) o estilo Madonna. En Nueva York, en Los Ángeles, en Chicago, París, Milán, Roma, Londres, Madrid, Berlín y en cada discoteca de cada pueblo bonaerense, las chicas se producían con ropas preferentemente de color negro, muchas piezas superpuestas y sin necesidad de que combinen entre sí, peinados alocados, rouge rojo o negro, delineador negro, miles de collares de distintos tipos y materiales -siempre con muchas cruces-, pendientes con cruces, millones de pulseras y un eterno etcétera que solamente debía respetar una máxima: soy libre y me visto como quiero.

Madonna Wannabe (todas eran Madonna y Madonna era todas)

Algo fundamental del “Madonna Wannabe” es que era para absolutamente todos los cuerpos. Súper delgadas, excedidas de peso (para la belleza hegemónica), altas, bajas… Todas podían ser Madonna porque Madonna era todas.

La breve introducción con un bajo sintetizado –made in Nile Rodgers- ya anunciaba la canción hasta “para aquellos que no la conocían”. Y aparecía Madonna con la bucólica Venecia como escenografía cantando “Estaba vencida, incompleta, había sido engañada, triste y deprimida. Pero tú me hiciste sentir, sí, tú me hiciste sentir radiante y nueva … Como una virgen tocada por primera vez”, al tiempo que cambiaba su ropa súper informal por un blanquísimo vestido de novia.

Como una virgen (Madonna – 1984)

Vale recordar que en aquellos años 80, en los Estados Unidos habían adquirido un gran poder las organizaciones de familias ultraconservadoras con el respaldo público del presidente Ronald Reagan. Su objetivo era “eliminar” todo vestigio del power flower y el amor libre que imperó en los últimos 60 y sobre todo en los 70, con el mítico festival de Woodstock como frutilla del postre. Así, habían puesto el ojo en la música -disco, rock, pop- para denunciar una y otra vez, e incluso llevar ante la justicia, a varios artistas. Aunque lo cierto es que cada intervención de estas entidades, donde sobresalía la esposa del futuro vicepresidente Al Gore, solo lograba que los artistas atacados ganaran popularidad.

Fue en ese contexto que Madonna se presentó en sociedad hablando y cantando sobre el goce sexual y el sexo como lo más natural, con escenografías provocativas, portadas de discos incitantes y, sobre todas las cosas, una postura de “aquí estoy yo y que alguien se atreva conmigo” que destilaba por todos los poros. Fue así que Madonna, más allá de su éxito musical mundial, se erigió en el modelo a seguir por millones de chicas: una mujer empoderada, a la vez carismática y distante.

El tema Like a Virgin se convirtió rápidamente en el Nº 1 en Estados Unidos y en decenas de países, mientras que el video, en el más visto del planeta. En tanto, el álbum que llevaba el nombre de la canción llegó a vender 25 millones de copias, récord mundial para una solista. Con el tiempo, Madonna vendió más de 300 millones discos, lo que hizo que la revista especializada Billboard la ubicara como la segunda artista más exitosa de la historia, sólo por detrás de The Beatles.

Una marca registrada de la cantante fue el cambio de look con cada nuevo álbum. De aquella informalidad total pasó al pelo corto y el corsé de cuero negro; luego fue rubia y con estilo deportivo; más tarde futurista, y así hasta el infinito. Pero el Madonna Wannabe quedó ligado íntimamente a Like a Virgin, y las chicas seguían siendo Madonnas con ese estilo más allá de los permanentes cambios de la artista.

Críticos, especialistas, periodistas y demás, muchos de los cuales habrán apostado por una cantante de un solo éxito cuando sacó el primer disco e incluso el segundo, terminaron afirmando con el tiempo que se estaba ante “la mujer más influyente y exitosa de la historia musical”.

Exigente hasta lo indecible con su grupo de trabajo, pionera en montar shows que superaban todo lo conocido en materia de conciertos, Madonna materializó el feminismo en hechos contundentes, al punto de poner a sus pies a esa infernal y devoradora maquinaria llamada industria musical.

Todo lo que vino después, y hasta hoy, tiene influencias de Madonna. Britney Spears, Christina Aguilera, Kylie Minogue, Gwen Stefani, Shakira, Pink, Destiny’s Child, Nelly Furtado, Dua Lipa, Jennifer López, Miley Cyrus, Rihanna y un larguísimo etcétera. Una vez, Charly García dijo que “la música la inventaron Mozart, Bach y Beethoven, nosotros lo que hacemos es tomar cuatro o cinco elementos de esos y los vamos mezclando de distintas formas”. Salvando el abismo, se podría decir que en materia de Pop y Pop Dance, todos y todas han tomado algunos elementos tanto musicales como estilísticos de Madonna y los combinaron para atrás o adelante.

No fue, como muchos la calificaron, la Reina del Pop. Fue mucho más. Parafraseando a la extraordinaria Nairobi de La casa de papel, Madonna fue “la puta ama” de la música contemporánea.

Into the Groove (Madonna – 1985)

Like a Virgin en español

Conseguí pasar a través del desierto,
de alguna forma lo conseguí.
No sabía lo perdida que estaba,
hasta que te encontré.

Estaba vencida, incompleta,
había sido engañada, triste y deprimida.
Pero tú me hiciste sentir,
sí, tú me hiciste sentir
radiante y nueva.

Como una virgen,
tocada por primera vez.
Como una virgen,
cuando tu corazón late
junto al mío.

Voy a darte todo mi amor, chico,
mi miedo se está desvaneciendo rápido,
lo había estado guardando todo para ti,
porque solo el amor puede durar.

Eres tan agradable y eres mío,
me haces fuerte, me haces valiente.
Oh, tu amor me descongeló,
sí, tu amor derrite
lo que estaba asustado y frío.

Como una virgen,
tocada por primera vez.
Como una virgen,
cuando tu corazón late
junto al mío.

Eres tan agradable y eres mío,
seré tuya hasta el final de los tiempos,
porque me hiciste sentir,
sí, me hiciste sentir
que no tengo nada que esconder.

Como una virgen,
tocada por primera vez.
Como una virgen,
cuando tu corazón late
junto al mío.

Como una virgen
Como una virgen
Se siente tan bien por dentro
Cuando me abrazas, y tu corazón late
y me amas

Oh, nene,
¿puedes oír el latido de mi corazón
por primera vez?