CFK en Río Negro
*De la Redacción de 90 Líneas y Agencia Télam
Cristina Fernández de Kirchner no habló como si estuviese en un acto. Preparó una clase magistral a la altura de la ocasión, pues la Universidad Nacional de Río Negro le entregó el Doctorado Honoris Causa. Y durante una hora y media, la ex diputada, senadora, dos veces presidenta de la Nación y actual vicepresidenta, con gráficos, datos y estadísticas, pintó un panorama muy poco alentador si no se toman en forma urgente medidas de fondo.
Recordó que durante la campaña para las legislativas de 2021, durante un acto en La Plata, luego de que el actual ministro de Economía, Sergio Massa, anticipara que se avecinaba un gran crecimiento económico en el país, ella dijo “sí, se viene un gran crecimiento económico, el tema es que no se lo queden cuatro vivos; y exactamente eso es lo que está pasando”, sentenció, marcando con una enorme diplomacia sus diferencias de fondo con el llamado “albertismo”.
Los analistas políticos dijeron que Cristina Fernández solamente hizo guiños en clave de la interna del Frente de Todos para Wado de Pedro y Sergio Massa
También hubo quienes leyeron una diferenciación cuando Cristina Fernández subrayó que “en nuestros gobiernos había una inflación de poco más del 20%, a la que cada año le ganaban ampliamente los aumentos salarios”. Eso lo dijo con un gráfico que tomó “del diario La Nación, para que nadie pueda decir nada”, que mostraba la evolución del salario medio argentino desde la crisis de 2001 hasta hoy. Allí se veía claramente cómo en el período 2007-2015 los ingresos de los trabajadores se dispararon, para comenzar a caer sin solución de continuidad desde 2016 hasta la actualidad.
“Se puede gobernar con hegemonía democrática (cuando una fuerza política tiene mayoría en el Congreso) o por consenso entre los diferentes partidos. Ahora bien, si no hay ni una cosa ni la otra, estamos al horno”, lanzó la vicepresidenta, para volver a convocar, por enésima vez, a un gran acuerdo de todos los sectores sobre tres o cuatro cuestiones básicas, principalmente sobre cómo manejar una “economía bimonetaria” como la argentina.
Para Cristina Fernández hay que revisar el pacto con el FMI porque de lo contrario el país no podrá crecer más allá de este año. Además piensa que se trata de “un acuerdo inflacionario”
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“Dolarizar la economía implica empobrecer a las clases medias”
“Algunos plantean dolarizar la economía. ¿Mirá vos? Pero no hay que confundirse, pues se plantea como si fuese otra convertibilidad, donde por ley se dijo que un peso valía un dólar. No, no, no, dolarizar la economía es muy distinto, pues el valor de la moneda de un país no lo fija ninguna ley sino el tamaño y la solidez de su economía, y hacer eso en estas circunstancias sería devastador para las clases medias, que son quienes ahorran en dólares. ¿Cuánto valdría esa moneda que, encima, no es nuestra? Habría que ir a Ecuador para ver las consecuencias que tuvo la dolarización sobre las clases medias”, puntualizó.
Luego dijo que “la pandemia fue tremenda, la guerra lo es, pero sin dudas, la mayor tragedia que vivió este país fue el endeudamiento al que lo sometió el gobierno del periodo 2015-2019”. Después recordó el desastre que significó la estatización de la deuda de los grandes grupos privados durante el último año de la dictadura, “la cual seguimos pagando todos los argentinos y argentinas hasta hoy”.
Acto seguido, Cristina Fernández mostró un cuadro con los vencimientos de deuda desde 2024 en adelante, con cifras que dejaron mudo al abarrotado salón de actos de la casa de altos estudios. A todas luces, esa deuda es impagable y condicionará a generaciones de argentinos y argentinas.
“Por esto -dijo-, si no revisamos el acuerdo no podremos crecer. Para ello se requiere de unidad y consenso”, remarcó.
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«Refundar el Estado democrático»
“A 40 años de la salida de la última dictadura, en la Argentina no hay un Estado democrático constitucional”, dijo la vicepresidenta, quien ratificó que se encuentra “proscripta” y denunció una alianza entre miembros de la oposición y “el partido judicial”.
En ese sentido, convocó a “refundar el estado democrático constitucional”, hecho que ubicó como “eje central” para encarar las encrucijadas económicas y de desarrollo del país.
“Siempre estos sectores y mafias que se regodean del poder, en algún momento colapsan. Será más tarde o más temprano, porque el propio sistema va a necesitar sanearse”
“A 40 años de democracia, en la Argentina parece que ni siquiera funcionan los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial)”, indicó, y recordó cómo el ex presidente Néstor Kirchner recuperó a partir de 2003 y con la legitimidad de origen de tan solo el 23% de los votos “el Estado constitucional democrático” tras la profunda crisis política, social económica e institucional del 2001.
“No teníamos Poder Ejecutivo; un Legislativo en el que se podían comprar y vender leyes; una Corte que se conoció con el nombre de ‘mayoría automática’, que legalizó todas las privatizaciones y el saqueo del patrimonio nacional”, rememoró, para luego indicar que “no teníamos en ese momento lo que llamo el Estado constitucional democrático”.
Ya se hizo
Y agregó: “Néstor (Kirchner) en el 2003 reconstruyó esto colocando a la Casa Rosada como el centro de gravedad del poder político: las decisiones las toma el Presidente, el Parlamento vuelve a ser lo que tiene que ser: oficialismo y oposición”.
¿Y en materia judicial? La vicepresidenta resaltó la decisión tomada por Néstor Kirchner, a poco de asumir la Presidencia, de iniciarle juicio político a la Corte Suprema heredada del menemismo, cuando su presidente de entonces, Julio Nazareno, “amenazó al pueblo con dolarizar la economía”.
Tras el repaso de la gestión inicial del peronismo kirchnerista, la ex mandataria y titular del Senado aseguró que cuando a ella le tocó iniciar su primer mandato, en diciembre de 2007, “la Argentina era un Estado democrático constitucional, donde cada uno cumplía los roles que debía cumplir”.
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“Tarde o temprano, las mafias colapsan”
A renglón seguido aludió al viaje VIP de jueces federales, funcionarios del gobierno porteño, fiscales de CABA y representantes del Grupo Clarín a la residencia del magnate británico Joe Lewis en Lago Escondido, y apuntó en particular sobre uno de los magistrados que participó del vuelo, Julián Ercolini.
“Los argentinos pudimos verificar en los chats, por esas casualidades, cómo el juez que instruyó la causa en la cual acaban de proscribirme (por la causa Vialidad) recomendaba cómo hacer facturas truchas”, criticó en referencia al magistrado.
Con todo, advirtió que “siempre estos sectores y mafias que se regodean del poder, en algún momento colapsan”, y en esa línea consideró que será “más tarde o más temprano porque el propio sistema va a necesitar sanearse”.
“Se va a requerir de un Estado y de decisiones que van, imperiosamente, a necesitar legitimidad ante el conjunto de la sociedad”, proyectó al analizar el futuro del sistema judicial.
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