“Dos potencias se saludan”: Cuando Spinetta Jade y Serú Girán tocaron juntos

Nunca se vio algo igual. Lamentablemente, los registros que quedaron son escasos -por diversos motivos- y los recitales en sí no tienen el mejor sonido. Pero lo cierto es que en plena dictadura, en el estadio de Obras Sanitarias, las dos mayores potencias del rock argentino no sólo se saludaron, sino que elevaron el espíritu de casi veinte mil privilegiados

Dos potencias se saludan. Charly y el Flaco se dan la mano tras cantar juntos un tema de Invisible y otro de Sui Generis. Fue el punto de partida de un concierto único

El 12, 13 y 14 de septiembre de 1980, durante el auge de la más terrorífica dictadura argentina, en el porteño estadio de Obras Sanitarias unas veinte mil personas, al menos durante una hora y media, respiraron un poco, alimentaron su alma, lloraron de emoción y no de dolor, bronca e impotencia. ¿Por qué? Porque fueron testigos privilegiados de uno de los hechos más trascendentes de la historia del rock argentino: Charly García y Luis Alberto Spinetta, junto a sus bandas Serú Girán y Spinetta Jade, tocaron juntos por primera y única vez. ¿Por qué semejante evento quedó “escondido” en algún rincón del baúl de los recuerdos? Hay varias hipótesis, que resumiremos en dos.

Algunos lo atribuyen a cuestiones netamente artísticas. El Flaco Spinetta recién salía de la etapa de Invisible, su tercera banda -tras Almendra y Pescado Rabioso-, con la cual había grabado tres discazos en cuatro años (no son pocos los que la consideran la mejor banda, o una de las mejores, del rock vernáculo), y estaba adentrándose en un cambio de grupo y estilo. Esos procesos, para Spinetta, siempre fueron muy profundos y casi siempre depararon grandes sorpresas. Y esta vez no sería la excepción: Spinetta Jade, que en aquel septiembre de 1980 tenía una grabación pero aún no contaba con un disco, cultivó en su primera época el jazz-rock puro, un estilo del que el rock argentino tenía algunas muestras muy puntuales y desperdigadas, pero en absoluto una banda dedicada de lleno y menos aún liderada por uno de sus miembros fundadores.

Charly García y Luis Alberto Spinetta, en una de las mágicas noches de septiembre de 1980

Serú Girán, luego de su difícil comienzo, se había convertido con el segundo álbum, La grasa de las capitales, en una banda masiva -hay quienes bromean diciendo que con Serú Girán hasta los chetos empezaron a escuchar rock nacional- y además tenía en el horno el tercer LP, Bicicleta, que la catapultaría a la popularidad total.

Así las cosas, Spinetta y sus socios en Jade (Juan del Barrio y Luis Rapoport en teclados, Beto Satragni en bajo y Pomo Lorenzo en batería), así como Charly García, David Lebón, Pedro Aznar y Oscar Moro, los cuatro integrantes de Serú Girán, estaban muy metidos en sus proyectos. Y la cuestión es que los conciertos habrían nacido por iniciativa de los representantes de Charly (Daniel Grinbank) y del Flaco (Alberto Ohanián). Eso no quiere decir que los músicos no estuviesen de acuerdo, porque de ser así no hubiesen participado de tres recitales muy exigentes por lo que significaban, sino que tenían sus cabezas apuntando hacia otro lado. De hecho, de las tres noches quedaron una grabación pirata y una foto icónica donde García y Spinetta se dan la mano (la foto principal de esta nota).

Crédito imagen: Album of the Year

Otros atribuyen el bajo perfil del evento, que juntaría sobre el escenario a dos “próceres” del rock argentino y a diez músicos de primerísimo nivel -se sumó también Gustavo Bazterrica-, al imperio de la dictadura cívico-militar: mucha gente muy motivada podía ser un imán para la policía y sus palitos de abollar ideas. De hecho, cuando sobre el final del primer concierto Spinetta anunció al público que volvería al escenario Serú Girán, lo que implicaba que los dos súper grupos tocarían juntos, algo poco común y en algún punto inédito en el país, le dijo a la gente: “Señoras, señores, voy a llamar a este escenario al mismísimo grupo Serú Girán. Solamente… solamente quiero pedirles una cosa: hay muchísima gente y muchísima energía… Estemos ahí, tranquilos, y no hagamos lío, no rompamos nada, por favor… por favor se lo pedimos”.

Afiche promocional de los conciertos. En Spìnetta Jade, que aún no tenía su primer disco grabado, aparece como invitado Pedro Aznar

Gracias al sensacionalismo

Ahora bien, ¿qué perseguían las bandas, sus líderes y sus representantes si no se grabaría un disco, que sin dudas hubiera resultado un éxito comercial sin parangón, si habría poca difusión y prácticamente ninguna cobertura fotoperiodística? En rigor, el hartazgo de que la prensa amarilla inventara un Boca-River en el rock argentino, como lo inventó y lo inventa sobre cada aspecto de la vida nacional. Y ello ocurrió desde una portada de la revista Hurra que, en torno a un dibujo de Charly y Spinetta, decía: “Charly García vs. Louis Al Spinetta (así escrito). El rock es un partido de fútbol?”.

La tapa y la nota que dispararon los históricos conciertos

Una nota publicada en Tiempo Argentino el 14 de septiembre de 2020, titulada “A 40 años de los históricos shows que unieron a Serú Girán y Spinetta Jade”, rescata la indignación de la periodista Gloria Guerrero, quien escribía en la revista, a raíz de la tapa y de la nota en cuestión. “Esa nota me pareció una canallada. ¿Cómo se podía enfrentar a los dos tipos que nos estaban salvando la cabeza cuando había un enemigo tan fuerte del otro lado, como era la dictadura? Me parecía un sensacionalismo barato que no servía a nadie. Enfrentar a dos tipos que estaban de este lado era desbaratar un sentimiento de unión”, bramó la escritora acerca del artículo, que criticaba a García por ser comercial y “amigo” del negocio de la música, mientras alababa a Spinetta por representar lo opuesto.

Lo importante es que Hurra logró, a partir de un “sensacionalismo barato”, como lo definió Gloria Guerrero, unir sobre un escenario durante tres noches a dos de las bandas más importantes e influyentes de la historia.

La piel de gallina

El 13 de septiembre de 1980, poco después de las nueve de la noche, el Flaco Spinetta subió al escenario y comenzó a cantar Que ves el cielo, la bellísima canción del tercer y último disco de Invisible, El jardín de los presentes, una obra exquisita si las hay.

Exactamente a los 49 segundos, se escucha una ovación del público y, de fondo, un “Charly, Charly, Charly…” Acto seguido, el entonces pelilargo García comienza a cantar: “Hoy tu sonrisa es limpia y gira, quiero verte bailar / Entre la gente, entre la gente, quiero verte bailar…” Luego, ambos unen sus voces para cantar a dúo el resto de la canción.

Que ves el cielo, de Luis A. Spinetta (Spinetta y Charly García)

Crédito: Carlos Roque

Lo que siguió fue un momento sencillamente mágico. Escuchar “Tendré los ojos muy lejos, y un cigarrillo en la boca / El pecho dentro de un hueco, y una gata medio loca…” en la voz del Flaco Spinetta le pone la piel de gallina al más pintado. ¿El Flaco cantando Sui Generis? Sí señor, aquí está…

Cuando ya me empiece a quedar solo, de Charly García (Spinetta y Charly García)

Crédito: Facundo Morrison

El tercer tema fue Música del alma, de Charly García, para el cual se sumó David Lebón. Cabe recordar que David Lebón fue bajista, compositor y cantante en Pescado Rabioso, la segunda banda de Spinetta tras la disolución de Almendra. Se conocían al dedillo. Y Charly y el Flaco se admiraban, aunque no hayan llegado, pocos años después, a grabar el soñado disco en conjunto.

Escenas de una noche mágica. Abajo, en el centro, Charly y el Flaco tocando y cantando a dúo (Crédito imagen: La nave del rock argento)

Tras la sesión de Serú Girán, que tocó Canción de Hollywood; Noche de perros; Viernes 3 AM; A los jóvenes de ayer; Encuentro con el diablo; Perro andaluz; Cuánto tiempo más llevará; Frecuencia modulada, y No te sobra una moneda (canción de Charly que grabó en 1979 el grupo Billy Bond and The Jets), llegó Spinetta Jade para anticipar casi todo su álbum debut tocando Dale gracias; Amenábar; Alma de diamante; Sólo el amor puede sostener (Spinetta solista), y La diosa salvaje. La música de Jade no era fácil de digerir, al punto que, por caso, Amenábar era un tema cien por ciento instrumental. No obstante, algunos ponderaron que Spinetta y sus músicos “simplificaron” las canciones.

El final, con los cuatro integrantes de Serú Girán y los cinco de Jade en el escenario, más Gustavo Bazterrica, fue tremendo y con prevalencia de Pescado Rabioso. Arrancaron los diez con Cristálida, tema del álbum Pescado 2, siguieron con El mendigo en el andén, del disco debut de Serú, y finalizaron por todo lo alto con Despiértate nena, una de las canciones más potentes del primer LP de Pescado.

Nunca se vio algo igual. Lamentablemente, los registros que quedaron son escasos y los recitales en sí no tienen el mejor sonido. Pero lo cierto es que en plena dictadura, en Obras, las dos mayores potencias del rock argentino no sólo se saludaron, sino que elevaron el espíritu de casi veinte mil privilegiados.

Salir de la versión móvil