«La derrota de la soledad»

Portada de Rubber Soul, de The Beatles, diciembre de 1965

rubber soul

Por Jorge Garacotche*

Muy buenos días desde La Barra Beatles. Hoy comparto un tema que me lleva a titular esto como «La derrota de la soledad».

En primer año secundario, de noche, una profesora comentó que había pasado en el colegio el caso de un pibe que se suicidó. Nos preguntó qué pensábamos, si alguna vez tuvimos una idea de suicidio.

Cuando me tocó responder dije: «nunca me pasó nada tan grave, pero de última me quedaría para seguir escuchando a Los Beatles». Carcajada general, pero cuando argumenté se quedaron todos en silencio. Conté que en 1969 un tal Ricardo Rodríguez me invitó a su casa a escuchar un disco que conocía poco y nada, casi nada, sólo algo en la radio, «Rubber soul». Una maravilla, elevo mi voz para pedir que sea declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Me encantó todo el disco, pero un tema se me clavó en el alma, ya al leer el título quedé arponeado: «Hombre de ningún lugar». Como yo, pensé. Una de las mejores canciones que escuché en mi vida, tiene todo lo que busco.

Días después, Ricardo, que me llevaba 4 o 5 años, me consiguió la letra en castellano. Fui leyendo la letra como una revelación, al llegar a un párrafo me emocioné como nunca: «no tiene un punto de vista, no sabe para dónde ir, ¿no es un poco como vos y yo?». CLARO, LOCO, era una revelación. ¿A esa edad qué otra cosa me iba a conmover? «Es un verdadero hombre en ninguna parte, sentado en su tierra de ninguna parte, haciendo todos sus planes de ninguna parte para nadie».

Los que somos campeones en eso de hacer planes en ninguna parte para nadie, sumamente agradecidos, de todo corazón, John. Terminé de leer y me di cuenta que nunca más iba a estar solo, tenía a la música y a Los Beatles de mi lado, es decir que me había mudado a una fortaleza. Eso necesitaba saber, que la soledad sabía que ya no iba a acompañarla a ninguna parte, Los Beatles le habían dado el raje.

Salen cantando a capella, algo bien primitivo, eso refuerza el mensaje, la guitarra entra rasgueando al revés, de abajo hacia arriba, súper original, y arranca la banda. Es el hi-hat de Ringo el que lleva todo el tema, con ese maravilloso golpe de tacho. La línea de bajo es de las mejores, en los estribos es maravillosa, la más divertida que conozco, pero la más melancólica. La voz comunica todo, para mí, John, es el gran cantante que inventó el estilo rock, mezclando las mejores melodías con el dolor de la clase trabajadora, él fundó este grupo, era el conductor, inventó la filosofía rockera, todo lo anterior quedó reducido en los lugares comunes, por algo el estallido mundial los acompañó y hasta hoy se prolonga reuniendo a locos y locas.

Algo que me pega de cerca: el solo de guitarra, de los mejores que escuché, simple y emocional, lo hace George, el hijo de un colectivero. Es una Fender Stratocaster Sonic Blue, con un inusual compresor ad hoc. Va rodeando cada acorde, lo desarma con sus mejores notas, dibuja y sigue hacia el otro. Va en la escala de Mi, cuando van al cuarto grado menor, George va a la escala de Do, y cierra con una canchereada de barrio, un armónico en el 5to espacio de la primera cuerda, con un volumen exagerado. Brillante, hermoso, sintético, 8 compases y a la gloria.

La guitarra de John lo sigue tocando un tono más abajo pero con un transporte en el segundo espacio. La batería está tocada cariñosamente, las caricias en el Hi-Hat conducen, hay varios momentos en que Ringo aplica delicadamente un rulo circense en el tacho, Extraordinario.

En la película «Yellow submarine» el Nowhere man es el coprotagonista desde su soledad, Ringo lo lleva de la mano, le hace upa, esa relación es una hermosura que emociona. Recuerdo que mi hija Malena era muy chica, vio la película y al verlo se emocionaba, pensaba que el Nowhere man era de la banda, y yo le decía que sí.

Cuando los intelectuales se preguntan por qué las masas acompañan esas cosas extraordinarias están confesando que nunca van a saber, pero eso nunca se pregunta, se sabe o no. Siempre seguiremos haciendo planes en ninguna parte para nadie, jamás vamos a renunciar a soñar y Los Beatles van a decir que aprendimos la lección. Dos se nos fueron, pero aún nos guían.

* Músico y compositor del grupo Canturbe. Nacido en Villa Crespo, Bs As. Presidente de AMIBA (asociación de músicas y músicos independientes Bs As)

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