Ante la confusión inducida, respuestas científicas sobre el dengue

Frente al estado de confusión que ha ganado a gran parte de la comunidad, este medio mantuvo una charla con el reconocido especialista platense Guillermo Docena. Todo lo que hay que saber para cuidarse y cuidar, sin desesperar

Doctor Guillermo Docena, inmunólogo platense (Crédito imagen: Investiga UNLP)

De la Redacción de 90 Líneas

90 Líneas entrevistó al prestigioso inmunólogo Guillermo Docena, uno de los dos líderes del proyecto de la vacuna de la UNLP contra el coronavirus ARGENVAC. Dijo que los especialistas desconocen con qué cantidad de vacunas para dengue cuenta Argentina. Aclaró además el panorama sobre la inmunización y la situación epidemiológica. Y subrayó que el dengue requiere una estrategia articulada de distintas acciones de prevención “social y de vacunación”.

La protección mediada por la vacunación requiere al menos 3 meses y por eso son tan importantes las otras medidas de prevención (descacharrización, fumigación y uso de repelentes). La importancia clave de la planificación y el trabajo integrado entre municipios, provincias y Nación.

En este momento hay dos vacunas aprobadas, la de Sanofi (Dengvaxia) y la de Takeda (Qdenga). La de Takeda fue aprobada por la ANMAT en abril de 2023 y antes sólo teníamos acceso a la vacuna de Sanofi. En realidad, la Qdenga es una mejor vacuna, dado que la de Sanofi estaba indicada sólo para quienes habían tenido dengue anteriormente, lo cual es un problema porque implica un proceso mucho más complejo previo a la vacunación: realizar en el que se va a vacunar un estudio en sangre para ver si cursó o no la enfermedad, lo cual es prácticamente inviable en este contexto actual.

En cambio, la vacuna Qdenga se puede aplicar independientemente de haber estado infectado o no previamente. Sin embargo, esta vacuna funciona mejor en el que ya cursó la patología, pero quien no tuvo dengue puede recibirla también.

Otra vacuna que está a punto de aprobarse es la del Instituto Butantan, de San Pablo, Brasil. Es una muy buena vacuna que tiene muy buenos niveles de protección y además es de una única dosis.

La vacuna de Butantan es una sola dosis; las de Sanofi y Takeda se aplican en dos dosis separadas por 3 meses, y la mayor eficacia se da luego de esos tres meses, por lo cual es necesario esperar todo ese tiempo. Esto implica que las vacunas actualmente aprobadas y en uso no sirven para detener un brote como el actual.

Al margen, son todas vacunas que mostraron parámetros de seguridad aceptables y por ello fueron aprobadas y se pueden aplicar en la población.

Realmente no lo sabemos. Este jueves (11 de abril) vamos a tener la primera reunión del año de la Conain (Comisión Nacional de Inmunizaciones) y uno de los temas que se tratarán es el de dengue y el actual brote/epidemia.

Si bien la Conain no es el Ministerio de Salud de Nación, está relacionada con el mismo. Los miembros son nombrados por el Ministerio, pero no adoptan decisiones sino que establecen recomendaciones que luego las autoridades del Ministerio toman o no en sus decisiones de política sanitaria a implementar. Para ello, se hacen reuniones periódicas, análisis de la situación epidemiológica en nuestro país, se analizan trabajos publicados en otros países y se establecen discusiones para llegar a conclusiones o recomendaciones. Siempre alguna autoridad del ministerio concurre a las reuniones y eso es importante para recibir información que muchas veces no disponemos. Por ejemplo, en este caso puntual, nos interesa conocer qué disponibilidad de vacunas hay en el país y qué estrategia futura se ha planteado desde el Ministerio de Salud de Nación; en base a esta información es que se hacen las recomendaciones desde Conain.

respuestas científicas sobre el dengue

Guillermo Docena

En dengue hay que considerar varias cosas, a diferencia del Covid que es lo que tenemos más presente por ser más reciente.

No es fácil controlar el dengue, porque no es sólo controlar si las personas están infectadas o no, sino controlar al mosquito. Y está claro que si no hay mosquito, no hay dengue. Por lo tanto, aquí se presentan básicamente dos estrategias: prevención controlando el mosquito y prevención inmunizando a la población para que esté protegida si en el futuro es picada por un mosquito infectado con el virus del dengue: este mosquito picó anteriormente a una persona enferma de dengue y a través de la sangre adquirió el virus.

Todo lo que incluye la prevención, como fumigación, repelentes, control de medios naturales, etcétera, tiene que ver con lo que se hace previo al brote y durante el mismo, y lo que tiene que ver con prevención en el futuro se realiza a través de la inmunización o vacunación. Pero esto último hay que planificarlo y realizarlo previo al brote, ¿por qué?, porque como dijimos, para conseguir protección se necesitan al menos 3 meses.

Así las cosas, vacunar durante un brote no tiene sentido, porque no vas a frenar el brote como ocurrió con el Covid. Hay que vacunar para preparar a la gente para un próximo brote. Y ese es otro punto de análisis: ¿estamos frente a un brote o una epidemia? En el norte no hay brotes, el mosquito adulto está durante todo el año y la infección puede darse en forma continua durante todo el año. En nuestra provincia todavía no sabemos cómo se va a desarrollar el brote. Y algo que ha cambiado es que antes teníamos brotes epidémicos cada 3 ó 4 años y ahora los tenemos todos los años, y no sabemos si hay una temporada única y homogénea del mosquito y la infección.

En este sentido, un punto adicional crucial es lo que se denomina vigilancia. Para esto se analiza la sangre de las personas enfermas y se determina (por biología molecular o PCR) en primera instancia si el paciente tiene el virus de dengue circulando (esto confirma el diagnóstico de la enfermedad), pero además se determina cuál de los 4 serotipos es el que está infectando. Se sabe que hay 4 tipos de virus que producen enfermedad con diferente gravedad, y la eficacia de protección las vacunas, si bien protegen contra los 4 serotipos virales, no es la misma contra cada una de ellos.

“Creo que por ahora no hay que incluir la vacuna del dengue en el calendario de vacunación general. El enfoque debe ser integrado y focalizado en ciertos grupos etarios -los que han mostrado dengue severo son los grupos que incluyen desde adolescentes adultos hasta los 40 años- y en ciertas regiones, que tienen que ver con todo el norte del país. Esto requiere también una estrategia de vigilancia para conocer dónde circula el virus y qué tipo de virus de dengue es el que está infectando”

La situación es delicada y va a ser cada vez peor si no se hace algo urgente durante este brote epidémico. La prueba más clara de ellos es que el brote del año pasado generó un número inusual de infectados y este año ese número aumentó marcadamente. Esto probablemente siga agravándose, y un dato no menor e importante es que el 70-80% de los infectados por primera vez son asintomáticos, es decir que no tienen un cuadro que haga sospechar de la infección. Además, los cuadros más graves se presentan cuando se tiene por segunda o tercera vez y por un serotipo diferente al de la primera infección. Por lo tanto, si el año pasado hubo muchos casos de asintomáticos que ahora volvieron a infectarse, esa puede ser la causa de porqué hay tantos casos hospitalizados y fallecidos. Esto significa que el tema es muy delicado y se va a agravar más porque una persona que no está vacunada y tuvo dengue, si vuelve tenerlo y de otro serotipo, puede tener un dengue severo y hemorrágico que puede poner en riesgo su vida.

De ahí la importancia vital de hacer prevención con acciones dirigidas al mosquito y al mismo tiempo a la población mediante la vacunación, sobre todo antes de que llegue un brote.

Ahora estamos viendo que hay gente que se infecta por segunda vez durante el mismo brote, gente que se infectó en noviembre o diciembre del año pasado y se vuelve a infectar ahora.

Entonces sí, la situación es grave. Los medios considero que no son responsables de lo que está ocurriendo. La información y la difusión de la situación actual tiene que surgir de las autoridades sanitarias y no de los medios. Esto lleva a que muchos datos no sean precisos, se genere confusión y esto no sólo no ayuda a mejorar las condiciones de prevención sino que pone en duda la eficacia y seguridad de las vacunas.

respuestas científicas sobre el dengue

Los síntomas son fiebre, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos (retro orbitales), dolor de articulaciones o de huesos -por eso se la llamaba ‘la fiebre rompehuesos’-, y ahora hay muchos síntomas de problemas abdominales, dolor de estómago, diarrea, etcétera, por lo cual la severidad no es sólo por hemorragia sino también por deshidratación.

Entonces, cuando hay una fiebre que perdura durante varios días y se mantiene elevada (39 grados o mas), dolores generales, astenia o falta de apetito y fatiga, hay que hacer la consulta al médico porque, por ejemplo, no se puede usar cualquier antifebril. Y sobre todo hay que hacer control de plaquetas: cada 48 horas hay que evaluar el recuento de plaquetas en sangre y si disminuye su número hay que considerar la situación como crítica ya que hay riesgo de hemorragias.

El dengue hemorrágico puede ser mortal. Pero también se está viendo que hay casos severos y mortales, sin llegar a la hemorragia, por deshidratación.

“Sí, la situación es grave. Los medios no tienen nada que ver. Los medios salieron a difundir ante la escasa información oficial sobre la situación epidemiológica, prevención e información de lo que está pasando o se va a realizar”

Son dos situaciones distintas la del Covid y el dengue. Pero deberíamos haber aprendido de la pandemia de Covid y, sobre todo, que se la controló con vacunas, aunque funcionan de forma diferente.

Lo que yo puedo decir al día de hoy es que aún no tiene sentido incluir la vacuna de dengue en el calendario, ¿por qué?, porque eso va a depender de la zona del país en que se use, de la disponibilidad de vacunas y de la eficacia en cada grupo etario de la población. Por ello hay que hacer una estrategia focalizada e integrada en este momento. Como dije antes: no es sólo vacunar, y además hay que focalizar, es decir, dirigirla a poblaciones endémicas, poblaciones donde hay más casos, eso está perfectamente identificado, y eso también habla de otra herramienta clave que es la vigilancia, ello implica monitorear quién está infectado y con qué serotipo viral; por caso, el dengue2, que es el más severo, estuvo presente en 2023 y ahora también.

Insisto, creo que por ahora no debería ser incluida en el calendario de vacunación de nuestro país, el enfoque debe ser integrado y focalizado en ciertos grupos etarios -los que han mostrado dengue severo son los grupos que incluyen desde adolescentes adultos hasta los 40 años-, y en ciertas regiones, que tienen que ver con todo el norte del país, pero es real que cada vez está bajando más en latitudes la presencia del mosquito Aedes aegypti y las infecciones por el virus del dengue. Ha llegado desde el norte de nuestro país a Santa Fe, Córdoba y el AMBA; de hecho ya hay casos en la zona sur bonaerense, en Bahía Blanca, y en Río Negro. Con eso hay que estar muy atentos.

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Crédito imagen: Municipalidad de Córdoba
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