Alberto Fernández golpeó primero para acercarse a Biden

Se busca mucho más que el apoyo para un acuerdo con el FMI, quieren una nueva visión en las relaciones bilaterales

El Presidente tuvo una charla muy positiva para las relaciones con Estados Unidos

Suele decirse que quien pega primero, pega dos veces. Y en materia de relaciones internacionales esta verdad es excluyente, decisiva. La administración de Alberto Fernández pese a sus indudables diferencias ideológicas y políticas, se mantuvo al margen de la disputa electoral por la Casa Blanca, hasta que se conocieron indicios de que el resultado se inclinaba para el lado de los demócratas.

Allí, la Cancillería y el propio Alberto Fernández se apresuraron a felicitar a Joe Biden vía Twitter, antes que muchos otros mandatarios, como el chino Xi Jinping, el ruso Vladimir Putin y hasta el mexicano José Manuel  López Obrador, incluso estos dos últimos aún no lo hicieron.

Ahora luego de grandes esfuerzos del embajador argentino en Washington, Jorge Argüello y del propio canciller Felipe Solá este lunes se concretó el diálogo bilateral entre el mandatario electo y el presidente argentino.

No es el primer contacto bilateral con mandatarios latinoamericanos. Ya había conversado el martes pasado con el chileno Sebastián Piñera, quien lo felicitó por el triunfo y a la vez recibió el reconocimiento del próximo encargado de la Casa Blanca por el resultado del plebiscito para modificar la Constitución trasandina “de manera que llevará a una democracia más fuerte y equitativa”.

Biden también ya había dialogado el jueves con el papa Francisco y tras la comunicación con Alberto Fernández, también se puso en contacto con el mandatario de Costa Rica Carlos Alvarado, quien además de felicitarlo le propuso realizar acciones multilaterales para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia y el cambio climático, poniendo de relieve el optimismo que ha generado «en Costa Rica y en toda la región» su elección por las «prometedoras perspectivas de trabajo conjunto que se abren en múltiples temas».

EL DIALOGO

Por supuesto, que al inicio de la conversación, el mandatario argentino felicitó al presidente electo por el resultado en las recientes elecciones y resaltó que su triunfo significa “una gran oportunidad de generar un mejor vínculo para que Estados Unidos se reencuentre con América latina.”

En tanto, el estadounidense le manifestó al mandatario argentino que “el continente tiene un gran potencial, con una democracia sólida, y tenemos una amplia agenda para trabajar desde Canadá hasta la Argentina”. “Quiero tener una relación sólida con el continente,” aseguró Biden.

En una crítica elíptica a la administración Trump, Fernández aseguró que “están culminando años difíciles para América latina. Queríamos que las cosas cambiaran y vemos en usted una alternativa¨. ¨Con una relación sólida y madura defendiendo la seguridad y las democracias en el continente, tengo la seguridad de que vamos a hacer muchas cosas juntos¨, le dijo el presidente argentino.

Por supuesto que el Papa Francisco no podía estar al margen del diálogo con el católico presidente electo estadounidense, de origen irlandés. Biden afirma que su fe católica lo llevaron a sobrellevar la muerte de su esposa y una de sus hijas en un accidente de tránsito y el posterior deceso a causa de cáncer de otro hijo y sostuvo que comparte con Jorge Bergoglio su preocupación por el cambio climático, la lucha contra la pobreza y en favor de los refugiados luego de más de un encuentro bilateral.

LA RECUPERACION ECONÓMICA

En otro orden, Biden subrayó que hay que ayudar al continente en su recuperación económica, mientras, que por su parte, Fernández sostuvo que ¨tenemos mucho por delante para hacer en la región. Este es el continente más desigual del mundo, hay que desarrollarlo económicamente y equilibrarlo socialmente“. “Quiero trabajar junto a usted para ordenar a América latina y creo que con el Papa como socio, definitivamente, nos va a ir muy bien”.

Finalmente, Biden expresó su deseo de trabajar en conjunto. “Ustedes tienen un país con una gran cantidad de recursos humanos y naturales. Eso va a ayudar a tener un futuro exitoso”. «Quiero tener una relación sólida con el continente”.

El diálogo es particularmente significativo respecto al vínculo que quiere tener la Casa Rosada con Washington. Mucho se insiste en que la Argentina tiene especial interés en la relación con Estados Unidos por la negociación con el FMI por la deuda externa, donde el apoyo de Biden será decisivo, así como lo fue el de Trump para otorgar el préstamo durante el gobierno de Mauricio Macri.

FUTURO DE BUENA RELACION

Pero Buenos Aires explora algo más con los cambios de aires en Washington, como Solá había anticipado. «Creemos que tenemos un mayor grado de seguridad de que va a haber apoyo con la administración Biden que con Trump, porque ya hemos tenido dos o tres experiencias, la más importante la de los bonos soberanos y allí no hubo ninguna proactividad por parte de Estados Unidos», dijo.

La designación al frente del Tesoro (sólo falta la aprobación  parlamentaria) de Janet Yellen fue celebrada tanto en el Ministerio de Economía como en la Casa Rosada por su formación y el decidido apoyo a la intervención estatal para salir de la crisis generada por la pandemia, lo que es considerado una buena señal para lograr ese apoyo.

Pero hay otros aspectos salientes. Se espera que Washington de marcha atrás con algunas de sus políticas de sanciones y restricciones económicas impuesta por Trump, en especial para el biodiesel argentino, que perdió un mercado de U$S 1.200 millones por esa prohibición, lo cual generó una profunda crisis para el sector.

Pero la charla significa mucho más. En momentos en que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro se mantiene en que hubo fraude en las elecciones de Estados Unidos, en una postura más cercana a Turmp que la de muchos republicanos, el acercamiento argentino y su interés común en puntos como el multilateralismo, una creciente relación con América latina, una estrategia coordinada contra el avance del Covid y hasta la búsqueda de un nuevo convenio de defensa al medio ambiente, adquiere una nueva dimensión.

Alberto Fernández, como Biden  quieren dar vuelta la página de Trump y abrir una nueve etapa de relaciones bilaterales, ante un Bolsonaro alejado de toda realidad -amenazó usar pólvora si se agotan las palabras contra quienes quieren evitar la deforestación de la Amazonia-  que lo hace quedar debilitado y con una política ambiental jaqueada desde la Casa Blanca.

Joe Biden

Tampoco México parece un gran interlocutor para la nueva administración demócrata, tras los acuerdos sobre el muro y la inmigración que terminó rubricando López Obrador.

En cambio Argentina, urgida de ayuda, pero con miradas muchas veces coincidentes sobre la necesidad de defender el multilateralismo y con ganas de abandonar los últimos vestigios de la Guerra Fría para explorar nuevas asociaciones de cara a la agenda del Siglo XXI puede convertirse en un aliado ideal en esta parte del mundo.

Claro eso no significa desenterrar el hacha de guerra con Bolsonaro, como claramente también surgió del primer encuentro bilateral para el que intensamente trabajó el embajador en Brasilia, Daniel Scioli. En esta conversación primó el apotegma de que no podemos cambiar nuestro vecindario, más allá de visiones distintas del mundo y rencillas dialécticas poco felices.

Lo cierto es que Alberto Fernández movió primero en una jugada que, a esta altura, parece menos riesgosa que su felicitación vía Twitter, cuando el resultado electoral parecía aún poder ser cuestionado vía judicial.

Y al dar el primer golpe no sólo tendió un puente para la ayuda del FMI, también se erigió como interlocutor principal en ese nuevo diálogo que parecen buscar dos países muchas veces distanciados por diferencias hasta estructurales entre quienes producen y venden lo mismo al mundo, pero que pueden asociarse en la construcción de un mundo que definitivamente deje atrás tanto los enfrentamientos de la Guerra Fría, como el unilateralismo que se defiende desde una gran parte del establishment estadounidense.

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