Por Ana Laura Dagorret
Cinco meses, 30 mil palestinos muertos y 1,5 millones de desplazados después del inicio de la ofensiva israelí contra Hamás en el territorio de Gaza, el consejo de Derechos Humanos de la ONU presentó un informe titulado Anatomía de un genocidio en donde describe la situación de los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados.
La relatora de la ONU, Francesca Albanese, dijo que considera que hay «motivos razonables» para creer que se ha alcanzado el umbral que indica la comisión del delito de genocidio contra los palestinos como grupo en Gaza.
«En concreto -declaró-, Israel ha cometido tres actos de genocidio con la intención requerida:
- Causar graves daños físicos o mentales a miembros del grupo;
- Infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial;
- Imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo».
A este informe se le suma el reconocimiento que hicieron España, Irlanda, Malta y Eslovenia del Estado Palestino, como forma de enviar un claro mensaje político frente a la situación en Gaza. No es que la presión pública esté haciendo algún efecto en las decisiones del gobierno sionista de Israel, que se mantiene firme en su iniciativa por lanzar una ofensiva final contra Hamas en la ciudad de Rafah, donde al momento hay más de un millón de palestinos desplazados debido a la situación en el resto del territorio de Gaza.
Sin embargo, y pese a los intentos de los aliados del sionismo por negar lo obvio, la situación de genocidio en Gaza es tan evidente que incluso desde la Casa Blanca comienzan los cuestionamientos contra Bibi Netanyahu. La comunidad judía cercana al sionismo puede tener mucha influencia en la política estadounidense, pero hay un porcentaje importante del electorado demócrata que defiende la causa palestina y, en año de elecciones tan polarizadas, Biden prioriza la campaña electoral al menos en lo discursivo.
Lo último sobre la situación en Gaza es pensar el para qué del genocidio palestino en curso. Según este artículo de Sebastián Salgado, la idea de la ocupación de los territorios palestinos responde al proyecto de construcción del canal Ben Gurión, desde la ciudad de Eliat, en Palestina ocupada, hasta el norte de la Franja de Gaza. Será la “ruta de la seda judía”, para transportar bienes desde el sudeste asiático hacia Europa.