La Justicia investiga por estas horas un hecho violento que ocurrió en la Unidad Primaria de Atención (UPA 6) de Los Hornos, el cual derivó en denuncias cruzadas entre un enfermero que aún se recupera de una feroz golpiza que le propinó un grupo de personas, familiares y amigos de una chica que horas antes concurrió al centro de salud a aplicarse una inyección anticonceptiva.
Este diario informó ayer de este confuso episodio que ahora mantiene prácticamente paralizada la atención en la UPA 6 donde los profesionales médicos y enfermeros, en solidaridad con su compañero agredidos, decidieron sólo atender casos de extrema urgencia.
90lineas.com supo que ayer al mediodía la chica y el padre volvieron al lugar para pedirles a los trabajadores una llave de un auto que se habría extraviado durante los incidentes y que pertenece a uno de sus familiares. «Nos dijeron que si les devolvíamos las llaves ellos nos darían el celular que le quitaron al enfermero, pero nosotros no vimos ninguna llave y entonces se fueron en medio de amenazas, nos dijeron que nos van a matar y que van a prender fuego el edificio», dijo uno de los empleados, quien prefirió dejar en reserva su nombre.
DENUNCIAS CRUZADAS
El suceso ocurrió el sábado por la noche cuando la chica de 18 años concurrió junto a su novio a darse una inyección anticonceptiva. El joven se quedó afuera esperando y de repente la chica salió casi desvanecida aunque luego pudieron hacer que se recuperara.
La versión del enfermero es que la chica le había advertido que era la primera vez que se daba una inyección y que por eso estaba algo impresionada, fue entonces que se descompensó cuando le aplicó la dosis. En cambio, la joven denunció que el profesional le dio «alguna sustancia para dormirla y abusar de ella». Ambos se presentaron ante la Justicia con sus respectivas versiones.
Lo cierto es que la chica se fue con su novio y al rato volvieron con familiares y amigos y comenzaron a agredir al enfermero propinándole una dura golpiza. Pues aún se repone de los hematomas. Durante los incidentes también agredieron a una enfermera, aunque no tuvo heridas de consideración como su compañero al que intentó «salvar de que le sigan pegando y sea una tragedia», expresaron desde la UPA 6 a este diario.
¿Qué intenciones tendría una chica de 18 años de acusar a alguien de algo tan grave como lo es un abuso sexual?, es la pregunta que hoy se hacen los investigadores. ¿Realmente el enfermero quiso darle una sustancia para dormirla y abusar de ella?, o la chica se desvaneció por lo que significa para alguien impresionable darse una inyección.
Son varias la incógnitas no resueltas y que se tratarán de determinar en los próximos días. Mientras tanto, sigue la medida de fuerza en un centro de salud que ya tiene varios antecedentes de ataques al personal de salud.