Estados Unidos: ¿los terroristas están en casa?

Todo puede ser peor. Siempre. El FBI acaba de declarar como una amenaza terrorista interna en Estados Unidos al grupo QAnon, una secta con ideas demenciales que ya tiene representantes en el Congreso y que participó de la toma del Capitolio. La más disparatada ficción de Hollywood no igualó algo así. Ultraderechistas y fanáticos de Trump, se expanden también en Europa. Reminiscencias criollas

Tan real es QAnon que el FBI lo acaba de clasificar en los Estados Unidos como “una amenza de terrorismo interno”. Algo muy poco común.

Está el Estado que todos conocemos, y existe además un Estado profundo (Deep State) invisible, en manos de las fuerzas del mal y dueño del poder real. Las fuerzas del mal no están integradas por el Guasón (o por Batman, para quienes nos encantó la película Joker), Cruella de Vil, la reencarnación de Hitler, la de Charles Manson, la de Calígula o Caifás. Son líderes políticos mundiales, empresarios multimillonarios y hasta actores famosos. Todos adoran a Satanás, manejan una red de pederastia a nivel mundial y beben sangre de bebés. Algunos miembros de renombre de ese Club del Mal son demócratas estadounidenses como Hillary Clinton y Barack Obama. El Papa Francisco. Actores, como Tom Hanks. Y dueños de gigantescas fortunas, como George Soros y Bill Gates. Entonces, ¿quién podrá defendernos? El mesías Donald Trump (quizás, entre otros).

¿Esto es un muy mal chiste? Lamentablemente, no. Es, contado de manera muy sintética por un periodista español, el ideario de QAnon, un grupo que cada día crece más en los EEUU y que se está expandiendo fuerte por Europa. Se maneja mediante mensajes encriptados en redes sociales. Está imbuido de ideas ultraderechistas (supremacismo blanco, por caso) y antisemitismo.

Tan real es QAnon que el FBI lo acaba de clasificar en los Estados Unidos como “una amenza de terrorismo interno”. Algo muy poco común.

De hecho, sus miembros han salido varias veces del anonimato de la red, donde difunden sus mentiras por doquier, y han ganado la calle para mostrarse con carteles que dejan ver la característica letra Q. Peor todavía: lograron escaños en el Parlamento merced al Partido Republicano comandado aún por Trump, y fueron protagonistas, entre otros grupos como los neofascistas Proud Boys, de la violenta toma del Congreso de los EEUU (Capitolio) el 6 de enero.

“Aunque nos haga reír, quizás debería darnos miedo”, sugiere el español Sergio Fanjul, marcando un antes y un después en QAnon desde el ataque al Capitolio y la definión como terroristas internos por parte del FBI.

Asimismo, tras ese hecho, Tweeter dio de baja a 70.000 cuentas asociadas a QAnon.

Yellowstone Wolf, el hombre con el rostro pintado y un gorro de piel de animal en la cabeza durante el acto de insurrección, cuenta con un canal de YouTube donde difunde esas ideas.

El autor de “Crítica de la razón paranoide”, Alejandro Gallo, dijo a Fanjul que “todo constructo (objeto de la mente o el pensamiento) de carácter conspirativo, no es inofensivo. Por el contrario, cuando se convierte en ideología de Estado, o de bandas terroristas o grupos fanáticos, sean estos religiosos y/o nacionalistas, conducen a masacres, matanzas, suicidios colectivos y hasta el genocidio”, advirtió.

Marjorie Taylor Greene, integrante de QAnon, entró al Congreso de EEUU por Georgia (El País)

Subrayó que hay “muchos ejemplos en la historia” y que “QAnon no es una excepción”.

¿Son una suerte de movimiento religioso que tomó a Trump como el salvador de la humanidad?, se preguntó Fanjul, para afirmar que “sus miembros llegan a sufrir cierta desconexión con la realidad, e incluso con sus seres queridos del exterior”.

Como se dijo, ya están en el Congreso. La fiel de QAnon Marjorie Taylor Greene ganó una banca por el Estado de Georgia; fue en la lista del Partido Republicano.

¿Y qué dijo Trump? Cuando en campaña le preguntaron, se limitó a verlos como algo positivo si lo apoyaban a él. “No sé mucho sobre el movimiento, pero si me apoyan…”, señaló.

Luego le dijeron que este grupo creía a pie juntillas que él iba a salvar al mundo de una secta de pedófilos satánicos. Y el magnate preguntó al periodista: “¿Se supone que eso es algo malo o bueno? Si puedo ayudar a salvar al mundo de problemas, estoy dispuesto a hacerlo”.

El hombre más fotografiado en la toma del Capitolio es miembro activo de QAnon (Vozpópuli)

Sin incluirlos en este grupo, cuyos miembros son muy difíciles de hallar a no ser que se manifiesten y se identifiquen con la letra Q, las referencias hacen recordar a los jóvenes (y no tanto) que en las primeras marchas anticuarentena en el centro porteño tenían carteles condenando el plan mundial de George Soros -al que estaban unidos, según esos manifestantes, el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Fernández-, apuntando también a Bill Gates y contra el comunismo.

“QAnon surge del odio a la izquierda política y de la búsqueda de un líder mesiánico. En este caso, Donald Trump”, explicó el también periodista Marc Amorós (¿Por qué las fake news nos joden la vida? -Lid Editorial).

Siguió: “Nos demuestra la capacidad de las narrativas falsas como pegamento social, como manera de aglutinar a mucha gente, muy diversa, alrededor de una idea o un líder” (cualquier parecido con los grupúsculos ultras de las marchas anticuarentena de abril y mayo, quizás no sea pura coincidencia).

Efecto burbuja

“Muestra el poder del tribalismo, así como el peligro de formar parte de una burbuja de opinión o burbuja informativa. En una burbuja se comparten en forma permanente las mismas ideas, lo cual lleva inevitablemente a una polarización del grupo y de los individuos que lo integran, tanto en el pensamiento como en las acciones”, dijo Amorós a Fanjul, y añadió: “Los individuos se ven impelidos a demostrar, cada vez con más fuerza, su adhesión a las ideas del grupo”.

En Europa ya se está expandiendo QAnon. Ha elegido como enemigos a (la canciller, Angela) Merkel en Alemania y al primer ministro (Emmanuel) Macron en Francia, por ejemplo.

Un reciente informe de la CNN detalló que “los orígenes de QAnon son emblemáticos (respecto a lo que representa el grupo): una afirmación infundada y fuera de contexto, hecha para respaldar una acusación que se desacredita fácilmente. Todo se remonta a una publicación críptica y anónima del 28 de octubre de 2017 en 4chan, un tablero de mensajes en línea que, con frecuencia, presenta contenido extremista e intolerante. El individuo, que luego los seguidores llamarían “Q”, afirmó que Hillary Clinton iba a ser arrestada. No hubo arresto. Sin embargo, publicaciones similares que impulsan reclamos sin fundamento de arrestos y acciones del Estado Profundo -donde habitan y desde donde gobiernan el planeta las fuerzas del mal- siguieron apareciendo en 4chan. No está claro quién estaba detrás de las publicaciones, o si las que siguieron fueron publicadas por la misma persona, pues las publicaciones de 4chan son anónimas”, indicaron.

Miembros de QAnon participaron del asalto al Capitolio (BBC)

“Desde entonces -prosigue el informe- el grupo se ha inyectado en la corriente principal creando comunidades en Reddit y encontrando puntos de apoyo en Tweetter, Facebook y YouTube. En una serie de videos publicados en línea en 2018, QAnon apuntó a Cemex, compañía de cemento mexicana, porque supuestamente era propietaria de un campamento abandonado en Arizona, que los teóricos de la conspiración creen erróneamente que es la ubicación de un sitio de trata de personas”.

Los seguidores de la Q afirmaron en varios sitios de redes sociales que una casa de Boca Ratón, Florida, perteneciente a la reconocida periodista afroamericana Oprah Winfrey, fue allanada por la policía en una redada contra el tráfico sexual infantil y acordonada.

Otra persona publicó en Tweetter que Tom Hanks, quien dio positivo por coronavirus en Australia, fue arrestado por pedofilia. La publicación decía que otras celebridades de la llamada “lista A” (la que integran los principales líderes del mal)  pronto serían arrestadas.

El Partido Republicano y QAnon

QAnon casi alcanza el escenario principal del Partido Republicano en el acto de Trump del 31 de julio de 2018 en Tampa, Florida, cuando aparecieron carteles que rezaban “Somos Q” y “Q”. Pocos meses después, el vicepresidente Pence publicó una foto en Tweetter con un policía que tenía puesto un parche con la inscripción “QAnon” en el uniforme. Después quitó la foto.

Lo cierto es que “el Partido Republicano tuvo tres candidatos que simpatizaron o apoyaron al grupo: Jo Rae Perkins, postulante al Senado por Oregón; Marjorie Taylor Greene, candidata al Congreso por Georgia (entró, como vimos), y Lauren Boebert, candidata por Colorado. Fue Boebert la que dijo: “espero que esto sea real (por QAnon), porque ello significaría que los Estados Unidos se fortalecen y mejoran, y que la gente está volviendo a los valores conservadores”.

La cadena CNN consultó en plena campaña electoral al Comité Nacional del Partido Republicano, así como al equipo de asesores de Trump, para preguntarles sobre QAnon, pero no recibió respuesta alguna.

Marjorie Taylor Greene, integrante de QAnon

 

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