Comenzó la era Biden en Estados Unidos

El demócrata juró como 46° presidente con un discurso a la unidad nacional y de reconciliación. También juró la vicepresidente Kamala Harris, en una ceremonia donde no hubo incidentes. Por su parte Trump prometió "volver de alguna manera" antes de dejar Washington. Alberto Fernández saludó por twitter

Biden durante su discurso de asunción

El demócrata Joe Biden asumió este miércoles como el 46° presidente de Estados Unidos con un discurso de unidad nacional y reconciliación por entender que sin ella «no hay paz».

«El desacuerdo no debe llevar a la desunión y les prometo que seré un presidente para todos los estadounidenses. Hoy celebramos el triunfo no de un candidato, sino de una causa: la causa de la democracia. Se ha escuchado la voluntad del pueblo», señaló Biden y consideró que «la unión es el camino» y celebró que «la democracia ha prevalecido» tras la tensión y el clima conflictivo que signaron el desarrollo de las elecciones en el país, pese a que debido al enorme despliegue de la Guardia Nacional no hubo incidentes.

También juró su vicepresidenta, Kamala Harris que se se convirtió en la primera mujer negra y de ascendencia asiática en ocupar ese cargo en una ceremonia de investidura marcada por el recuerdo aún vivo del ataque al Capitolio y la ausencia del exmandatario Donald Trump.

«Este es el día de la democracia, un día histórico y de esperanza, de renovación y determinación. Estados Unidos fue puesto a prueba y demostró su resiliencia, su capacidad de recuperación. Hoy celebramos el triunfo, no de un candidato, sino de una causa, la causa de la democracia», aseguró Biden en su discurso de inauguración de su mandato.

«La voluntad del pueblo fue escuchada y la voluntad del pueblo fue tenida en cuenta. Aprendimos que la democracia es preciosa. La democracia es frágil y, hoy amigos, la democracia prevaleció», agregó.

Biden, quien pidió tolerancia y decencia y agradeció la presencia de dirigentes de la oposición republicana, prometió que avanzará «con rapidez y urgencia» para enfrentar las crisis que enfrentan los estadounidenses, principalmente la pandemia, que ya mató a más de 400.000 personas, y el derrumbe económico que ésta provocó.

El flamante mandatario también prometió «reparar las alianzas» de Estados Unidos en el mundo «para enfrentar los desafíos de hoy y mañana».

Biden y su esposa Jill al llegar al acto que tuvo como gran protagonista a Lady Gaga, quien entonó el Himno

LA CEREMONIA

La ceremonia de investidura presidencial comenzó con un discurso de la senadora Amy Klobuchar que apuntó directamente al clima de tensión política que vive Estados Unidos, en un Capitolio decorado con las banderas nacionales y frente a los principales dirigentes del país.

«Cuando una turba irrumpió en este templo de la democracia, fue un despertar para muchos de nosotros», aseguró la senadora y exprecandidata presidencial, Klobuchar, mientras comenzaba a nevar. «Este es el día en que nuestra democracia se levanta, se saca el polvo y hace lo que Estados Unidos ha hecho siempre: avanzar como una nación bajo un Dios indivisible, con libertad y justicia para todos».

Poco después, la cantante Lady Gaga, una de las artistas del país que apoyó con actos y conciertos a Biden en la campaña, tomó el micrófono y cantó el himno nacional. Poco después cantó Jennifer López, otra simpatizante de la fórmula demócrata. Entre los dirigentes presentes se destacaron los expresidentes Barack Obama, Bill Clinton y George W. Bush con sus respectivas parejas, Michelle Obama, la excandidata presidencial Hillary Clinton y Laura Bush; el vicepresidente saliente, Mike Pence, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell y el senador demócrata y exprecandidato presidencial, Bernie Sanders.

También estuvieron en primera línea los nueve jueces de la Corte Suprema de mayoría conservadora y los legisladores de ambas Cámaras.

Lady Gaga entonó el himno de EE UU

Mientras los invitados aún estaban llegando, Biden y su esposa Jill, y la exsenadora Kamala Harris, y su esposo, Doug Emhoff, llegaron y fueron recibidos con todos los honores, según mostró CNN, mientras avanzaban por las escalinatas del edificio, completamente blindado y aislado del resto de la capital por el mayor despliegue de fuerzas de seguridad que haya visto el país en la historia de las asunciones presidenciales.

Pese a no contar con público masivo o festejos en las calles, la ceremonia estuvo llena de simbolismos.

La vicepresidenta Harris no solo decidió vestirse con ropa de los diseñadores negros, Christopher John Rogers, de Nueva York, y Sergio Hudson, de Carolina del Sur; sino que fue escoltada en el inicio de la ceremonia de investidura por Eugene Goodman, uno de los oficiales de la Policía del Capitolio que lideró la salida de los simpatizantes de Trump hace dos semanas.

Biden, en tanto, juró con la misma biblia familiar que usó para su asunción como vicepresidente en 2009 y 2013, y eligió hacer público un mensaje a su esposa Jill, apenas minutos antes del inicio de la ceremonia.

«Te amo, Jilly, y no podría estar más agradecido de tenerte conmigo en este camino que tenemos por delante», tuiteó el mandatario electo junto con una imagen de los dos tomándose de la mano.

¿Y DONALD?

Por su parte, el republicano Donald Trump dejó Washington antes que Biden tome juramento acosado por profundas divisiones políticas y azotado por una agresiva pandemia de coronavirus.

Trump dejó la Casa Blanca con su esposa Melania apenas después de las 8 de la mañana hora local (la 10 en la Argentina) en un helicóptero camino a un evento de despedida en la base Andrews de la Fuerza Aérea, donde dijo a sus seguidores «volveremos de alguna forma» y mencionó los logros de su administración antes de volar a Florida.

En el sitio no había republicanos de alto perfil, incluyendo el vicepresidente Mike Pence, para despedir al mandatario.

Biden arribó al Capitolio poco después de las 10,30 hora local (12,30 en la Argentina) tras una visita a la iglesia, donde se encontró con los líderes republicanos del Senado y la Cámara de Representantes, Mitch McConnell y Kevin McCarthy.

Biden junto a su vicepresidente Kamala Harris

El rechazo del presidente saliente a saludar a su sucesor antes de la asunción del cargo representa un quiebre con más de un siglo y medio de una tradición política, que es considerada como una manera de ratificar el carácter pacífico de la entrega del poder, aunque reiteró su deseo de éxitos a la futura gestión de Biden, como había hecho el día anterior en un video.

El mandatario saliente emitió más de 140 indultos y conmutaciones en sus últimas horas en el cargo, incluido un indulto para su exasesor político, Steve Bannon, quien se declaró inocente de los cargos de estafar a partidarios de Trump como parte de un esfuerzo por recaudar fondos privados para un muro fronterizo de México.

Pero Trump evitó indultos preventivos para él o los miembros de su familia, luego de especulaciones en torno a que podría hacerlo.

La toma de posesión de Biden es el cenit de una carrera de cinco décadas en el servicio público que incluyó más de tres décadas en el Senado de Estados Unidos y dos mandatos como vicepresidente bajo el expresidente Barack Obama.

Pero enfrenta crisis superpuestas que desafiarán incluso a alguien con su experiencia política.

La pandemia en Estados Unidos alcanzó un par de hitos sombríos en el último día completo de Trump en el cargo el martes, llegando a 400.000 muertes y 24 millones de infectados, la cifra más alta de cualquier país. Millones de estadounidenses están sin trabajo debido a cierres y restricciones relacionados con la pandemia.

Biden se ha comprometido a poner todo el peso del gobierno federal en la crisis. Su principal prioridad es un plan de 1,9 billones de dólares que mejoraría los beneficios por desempleo y proporcionaría pagos directos en efectivo a los hogares.

El monto requerirá la aprobación de un Congreso profundamente dividido, donde los demócratas tendrán escasas ventajas tanto en la Cámara Representantes, como en el Senado.

Las medidas ejecutivas del miércoles, por el contrario, están destinadas a promover las prioridades de Biden sin necesidad de legislación que incluye una nueva oficina en la Casa Blanca que coordine la respuesta al coronavirus, revocará el permiso otorgado al polémico oleoducto Keystone XL y pondrá fin a la declaración de emergencia de Trump que ayudó a financiar un muro fronterizo en México.

El nuevo presidente revocará lo que es el corazón del legado político del presidente Donald Trump, firmando una serie de acciones ejecutivas que revierten las órdenes de su predecesor sobre cambio climático y manejo de la pandemia de coronavirus.

Biden se unirá al Acuerdo Climático de París y a la Organización Mundial de la Salud dijeron sus asesores el martes en un contacto con la prensa. El nuevo presidente firmará las órdenes casi inmediatamente después de prestar juramento en el Capitolio, se informó.

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