Una nave de la NASA llegó a Marte en medio de un debate que recién empieza

La Nave Mars 2020 ya trasmite imágenes del planeta. Busca determinar si existió formas vivas y la existencia de vida en el Universo. Se suma al esfuerzo de China, que también tiene una sonda que trasmite imágenes de la superficie marciana. La puja se da mientras dos de los hombres más ricos del mundo, Elon Musk y Bill Gates debaten si es mejor destinar sus fortunas para investigar la posibilidad de desarrollar colonias humanas fuera del planeta o preservar a la Tierra de un desastre climático

La nave Mars 2020 de la NASA ya manda imágenes de la superficie de Marte

La nave espacial Mars 2020 de la NASA, con el Rover Perseverance y el helicóptero Ingenuity Mars dentro, se posó en Marte a las 17:56 de Argentina este jueves y de inmediato emitió señales de que comenzó a funcionar en la superficie del planeta rojo.

Del tamaño de un auto mediano, equipado con siete sistemas de sensores desarrollados desde hace más de seis años para ayudar a identificar y recolectar muestras que permitan investigar la vida en Marte y cargando con la primera aeronave que volará en el planeta, comenzó una misión que durará al menos un año marciano, de 687 días.

Lanzado el 30 de julio de 2020, el Perseverance buscará señales de vida microbiana pasada, recolectará muestras selectas de rocas y sedimentos para su envío futuro a la Tierra, caracterizará la geología y el clima de Marte y allanará el camino para la futura exploración humana más allá de la Luna.

Perseverance también transporta un experimento tecnológico, el helicóptero Ingenuity Mars, que intentará llevar a cabo el primer vuelo controlado y con motor en otro planeta.

Además de caracterizar la geología y el clima del planeta, el rover se centrará en la astrobiología o el estudio de la vida en todo el universo.

«Para citar a Carl Sagan», dijo Gentry Lee, ingeniero jefe de la dirección de Ciencias Planetarias del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, «‘si vemos un erizo mirando a la cámara, sabríamos que hay vida actual y ciertamente antigua en Marte, pero basada en nuestras experiencias pasadas, tal evento es extremadamente improbable».

«Las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias y el descubrimiento de que existe vida en otras partes del universo ciertamente sería extraordinario», añadió.

Los científicos de la misión creen que el cráter Jezero, el sitio de aterrizaje del Perseverance, podría albergar tal evidencia; ya que saben que hace 3.500 millones de años, Jezero era el sitio de un gran lago, con su propio delta del río, y creen que si bien el agua puede haber desaparecido hace mucho tiempo, en algún lugar dentro del cráter de 45 kilómetros de ancho, o a lo largo de su borde de 610 metros de altura, habría muestras biológicas de que la vida una vez existió allí podrían estar esperando.

«Esperamos que los mejores lugares para buscar biofirmas serían en el lecho del lago Jezero o en los sedimentos de la costa que podrían estar incrustados con minerales de carbonato, que son especialmente buenos para preservar ciertos tipos de vida fosilizada en la Tierra», declaró a medios internacionales Ken Williford, científico adjunto del proyecto de la misión del Perseverance Mars 2020 en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

«Pero mientras buscamos evidencia de microbios antiguos en un mundo alienígena antiguo, es importante mantener la mente abierta», agregó.

ANTECEDENTES

El quinto Rover de la NASA al cuarto planeta del Sistema Solar lleva un nuevo conjunto de instrumentos científicos para aprovechar los descubrimientos del rover Curiosity de la NASA, que ya confirmó que partes de Marte podrían haber sustentado la vida microbiana hace miles de millones de años.

Cualquier búsqueda de biofirmas incluirá el conjunto de cámaras del rover, especialmente Mastcam-Z, ubicado en el mástil del rover, que puede acercarse para inspeccionar objetivos científicamente interesantes.

El equipo de la misión puede encargar al instrumento SuperCam de Perseverance, también en el mástil, que dispare un láser a un objetivo prometedor, generando una pequeña nube de plasma que puede analizarse para ayudar a determinar su composición química.

Si esos datos son lo suficientemente intrigantes, el equipo podría ordenar al brazo robótico del Rover que se acerque para verlo más de cerca.

La nave Mars 2020 de la NASA ya manda imágenes de la superficie de Marte

Para hacer eso, Perseverance se apoyará en uno de los dos instrumentos en la torreta al final de su brazo; PIXL, el instrumento planetario para la litoquímica de rayos X empleará su diminuto pero poderoso haz de rayos X para buscar posibles huellas químicas de vidas pasadas.

El instrumento SHERLOC (Análisis de entornos habitables con Raman y luminiscencia para productos orgánicos y químicos) tiene su propio láser y puede detectar concentraciones de moléculas orgánicas y minerales que se han formado en entornos acuosos.

Juntos, SHERLOC y PIXL proporcionarán mapas de alta resolución de elementos, minerales y moléculas en rocas y sedimentos marcianos, lo que permitirá a los astrobiólogos evaluar su composición y determinar los núcleos más prometedores para recolectar.

Una esperanza perdurable del equipo científico es encontrar una característica de la superficie que no pueda atribuirse a nada más que a la vida microbiana antigua y una de ellas podría ser un estromatolito.

En la Tierra, los estromatolitos son montículos rocosos ondulados formados hace mucho tiempo por la vida microbiana a lo largo de las costas antiguas y en otros entornos donde abundaban la energía metabólica y el agua.

En cada lugar se tomarán muestras, hasta un total de 30, que serán analizadas en busca de posibles rastros microscópicos de organismos antiguos.

Esas muestras serán conservadas hasta que una misión pueda ir a buscarlas, lo que se espera que suceda en la década de 2030.

«Los científicos que estudiarán estas muestras están todavía en la escuela, puede que ni siquiera hayan nacido todavía», declaró Ken Farley, un científico que es parte del proyecto. El Perseverance se basa en la configuración del Rover Curiosity del Mars Science Laboratory; mide aproximadamente 3 metros de largo (sin incluir su brazo), 2,7 metros de ancho y 2,2 metros de alto; pesa 1.025 kilogramos y, según la web de la agencia espacial estadounidense, sus partes «son similares a las que necesitaría cualquier criatura viviente para mantenerlo ‘vivo’ y poder explorar”.

Los equipos integrados en la plataforma de Perseverance incluyen la colaboración de organismos científicos de España, Francia y Noruega, entre otros países que colaboran con la NASA en esta misión.

UN DEBATE CALIENTE

Elon Musk, fundador de SpaceX y Tesla quien recientemente se convirtió en la persona más rica del mundo, ha decidido vender todas sus propiedades para poblar Marte.

La inversión necesaria para poder llevar a cabo semejante aventura , requerirá de una enorme cantidad de dinero, es por esta razón que el empresario decidió poner en venta la mayoría de sus posesiones materiales.

Poblar un nuevo planeta todavía hoy nos suena un poco lejano , pero para el poderoso empresario es la oportunidad de su vida y quien lo consiga quedara sin dudas en los libros de historia.

La figura de Musk, ha cobrado tal magnitud y reconocimiento en los últimos años, que es difícil encontrar críticas hacia su persona.

Sin embargo, Bill Gates se animó a realizar un duro cuestionamiento sobre el principal objetivo de Musk: el viaje a Marte.

De hecho, en varias ocasiones Elon Musk afirmó que todos sus negocios -incluido el de Tesla- no son más que una manera de conseguir fondos para su meta principal, que es concretar la llegada del hombre al planeta Marte, un hecho que considera fundamental para la preservación de la humanidad en el largo plazo.

Y no es el único: también Jeff Bezos -fundador de Amazon- está gastando miles de millones en sus proyectos espaciales.

En cambio, Bill Gates -un gurú tecnológico de la vieja escuela- se muestra escéptico sobre los viajes espaciales y prefiere que, antes, se resuelvan los problemas que están más a mano.

El fundador de Microsoft fue entrevistado en el portal de la periodista estadounidense Kara Swisher y le preguntaron por qué, siendo uno de los hombres más ricos del mundo, no se involucró en la carrera espacial que mantienen Bezos y Musk.

“No soy el tipo de persona interesada en Marte”, dijo. “No creo que los cohetes espaciales sean la solución, pero quizás me estoy perdiendo algo”, disparó con ironía.

Gates, que está promocionando su nuevo libro Cómo evitar un desastre climático, explicó que su objetivo es utilizar su fortuna y sus fundaciones en atacar algunos de los retos más importantes de la humanidad, como el cambio climático o las crisis sanitarias. Por eso, subrayó, no está “tan interesado” en comprar un billete para un viaje espacial.

“No voy a pagar un montón de dinero que mi fundación podría utilizar en comprar vacunas contra el sarampión y salvar vidas por 1.000 dólares”, dijo.

“Cualquier cosa que hago, siempre pienso que podría gastar ese dinero en comprar vacunas contra el sarampión”, afirmó, en una reflexión que dejó en offside a los “magnates aeroespaciales”.

En la lucha contra el cambio climático, Gates considera que la gente debería prestar más atención a las industrias que tienen más complicado reducir su impacto ambiental, como las industrias del acero, la carne o el cemento. Desde su punto de vista, empresas como Tesla han dado grandes pasos en “los negocios fáciles, como los coches de pasajeros“.

Sin embargo, luego del ataque verbal, Gates decidió regalar una caricia a Elon Musk: “Es importante reconocer que lo que Elon hizo con Tesla, es una de las mayores contribuciones a la lucha contra el cambio climático que nadie haya hecho. Subestimarle no es una buena idea”, opinó.

Musk quiere usar los cohetes fabricados por su empresa SpaceX para transportar un millón de personas a Marte para 2050, donde quiere construir una colonia autosostenible en el que la humanidad pueda sobrevivir a un futuro apocalipsis en el planeta Tierra, señala Business Insider.

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