La bomba que dejó Macri: ¿es posible deshacernos de la deuda?

Alberto Fernández cree que el gobierno de Macri incurrió en el delito de “administración fraudulenta” por el acuerdo establecido con el FMI. ¿En qué se sustenta el oficialismo y cuánto deberá pagar el país en los próximos años?

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, junto a Mauricio Macri (Foto archivo NA).

Por Julián Pilatti

La historia de la deuda externa en Argentina es a esta altura la historia sin fin. Desde el primer empréstito que tomó Bernardino Rivadavia en 1820 hasta el último préstamo que recibió el país bajo el gobierno de Mauricio Macri, el endeudamiento se ha convertido en un mecanismo repetitivo y trágico.

Para liberales y neoliberales, una forma de progreso; para keynesianos y progresistas, una herramienta para terminar de pagar viejas deudas. En definitiva todos los gobiernos (salvo en el excepcional período peronista) salieron a pedir plata al mundo.

Ahora, tras el primer año del gobierno de Alberto Fernández, el oficialismo jugó sus cartas en el asunto: una denuncia respecto al acuerdo que su antecesor llevó a cabo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). «He instruido que se haga una querella criminal para saber quiénes fueron responsables de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria recuerda” fueron las palabras de Alberto Fernández en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso el pasado lunes 1 de marzo.

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Aunque los números no muestran todo pueden ser muy elocuentes. Veamos: en 2018, el país recibió en un “absoluto default” un crédito de 55 mil millones de dólares, el más alto de nuestra historia. De esa cifra se desembolsaron 44 mil millones de dólares que finalmente se utilizaron para “facilitar la salida de capitales especulativos, con la absoluta anuencia de las autoridades de entonces”, afirmó el presidente Fernández.

Tras la victoria electoral del Frente de Todos en 2019, las arcas del Estado no contaban absolutamente con nada de lo que se había recibido del préstamo. ¿A dónde se fue ese dinero y para qué se gastó entonces? Sabemos que casi nada fue utilizado para obras públicas, hospitales, escuelas, rutas o ciencia y tecnología. Todo indica que el préstamo se esfumó en la fuga de capitales de los grandes grupos económicos.

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«Mucho se ha dicho de adónde fue la deuda que tomó el Gobierno. La variación de la deuda es el déficit fiscal. Tomen la deuda de 2015, súmenle los holdouts y el déficit fiscal y les va a dar exacto”, respondió acalorado el ex ministro de Economía de Macri, Hernán Lacunza.

Los sincericidios del FMI

Lo cierto es que la denuncia para determinar si existió “administración fraudulenta” por parte del gobierno de Cambiemos se solventa en el testimonio clave del actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, quien además fue el director del FMI en representación del ex presidente de EEUU, Donald Trump.

Claver-Carone admitió que el Fondo impulsó el otorgamiento del préstamo “para favorecer al entonces presidente Macri en la búsqueda de su reelección”. Tal declaración activó una investigación interna del propio FMI. «Sabemos que ese crédito fue otorgado para favorecer la campaña presidencial de Mauricio Macri. Eso fue una administración fraudulenta y una malversación de caudales públicos como nunca antes habíamos registrado”, apuntó Alberto Fernández ante un Congreso semivacío por los protocolos sanitarios.

Desde el Frente de Todos se impulsó la ley de Fortalecimiento de Sostenibilidad de la deuda pública en el pasado mes de febrero, para que ningún gobierno vuelva a endeudar a su país sin autorización previa del Congreso. «Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país es necesario que endeudarse no sea gratis y dejen de circular impunes dando clases de economía y el mundo aquellos que generan esas deudas”, remarcó el presidente refiriéndose a la ley ya sancionada.

 El “nunca más” económico

A poco de transitar un nuevo aniversario del golpe de Estado genocida en la Argentina, el “Nunca Más” resuena también en clave presente. Por estos días, miles de mujeres se organizan para denunciar las víctimas de femicidios y travesticidios en el país. Este 8M las consignas apuntarán en ese sentido.

Sin embargo pocas veces se ha avanzado para exigir un “Nunca Más” sobre la toma ilegítima de deuda. Después de todo, y pese a un acuerdo exitoso del gobierno de Alberto Fernández y los acreedores del FMI, el país deberá pagar la deuda que Macri acordó a espaldas de la sociedad.

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Si bien este 2021 el país no tendrá el peso de la deuda, a partir del año próximo la realidad será otra: se deberán pagar 18 mil millones de dólares en concepto de intereses, una cifra que increíblemente será mayor en 2023, con el pago de 19.186 millones de dólares. “Recién en 2024 el pago de la deuda se cancela. Remarco esto para que los argentinos entiendan la magnitud del problema que han creado quienes estuvieron en el Gobierno”, puntualizó el presidente Fernández.

La búsqueda de la verdad, respecto a cómo se inició el último y más grande ciclo de endeudamiento del país, podría poner coto a futuros intentos que condicionan aún más la soberanía nacional.

Fuente: GENTILEZA DE argmedios

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