Hoy en día, la diferencia entre leer el diario del lunes o usarlo para envolver huevos es que aquel que lo lee puede salvar vidas y quien lo utiliza como simple papel para envolver alimentos las está poniendo en grave riesgo. Mucho más aún, demás está decirlo, si una u otra actitud es adoptada por los que tienen en sus manos tomar las medidas de cuidado para con la población en medio de la virulenta segunda ola de coronavirus.
En las últimas 72 horas se dio un ejemplo clarísimo al respecto. El bloque del Frente de Todos (FdT) en la Legislatura porteña presentó un proyecto destinado a “superar la discusión” sobre las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, originada por la incomprensible negativa (o no) del Gobierno capitalino a cumplir un fallo de la Justicia Federal, que lo obliga a suspender la presencialidad en las escuelas hasta tanto se expida sobre la cuestión la Corte Suprema.
La propuesta es muy simple y en absoluto original. Si los contagios confirmados superan los 200 semanales cada 100.000 habitantes, las clases se dictarán de manera virtual. En caso de que la tasa de incidencia sea inferior a 200/100.000, se activarán los protocolos para retornar a las aulas.
Hace casi diez días, el jueves 15 de abril, en la nota Merkel y las cacerolas, 90lineas.com dio cuenta de que la Canciller (presidenta o primera ministra) de la República de Alemania, la lider conservadora Angela Merkel, envió al Parlamento un proyecto de reforma de la denominada Ley de Protección de Infecciones, en el cual le quita autonomía a los 16 estados federados (equivalentes a nuestras provincias, aunque con mucha mayor independencia respecto del Ejecutivo central) a fin de concentrar la toma de decisiones sobre las políticas a aplicar para frenar la pandemia.
El miércoles 21 de abril, tras un arduo debate, la reforma fue aprobada. Eso habilita al Gobierno central para aplicar el toque de queda (una medida hasta hoy adoptada en varios países de Europa, pero no en Alemania) y a limitar severamente los contactos sociales (las reuniones deberán restringirse a los integrantes de una familia más una persona externa), a partir de una incidencia semanal de 100 casos cada 100.000 habitantes.
ALEMANIA Y LAS CLASES PRESENCIALES, ALGO QUE APRENDER
En principio, el proyecto contemplaba un tope mayor de casos para decidir sobre las clases presenciales: 200 contagios semanales por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la propuesta que finalmente envió Merkel al Bundestag (parlamento alemán) y que fue aprobada bajó ese número a 165/100.000 y contempla la realización obligatoria de dos tests de antígenos por semana en todas las escuelas del país.
¿Qué tasa de incidencia tiene hoy la República de Alemania? 160 casos semanales cada 100.000 habitantes (El País de España, 21 de abril). ¿Qué tasa de incidencia tiene hoy la Ciudad Autónoma de Buenos Aires? De acuerdo a datos oficiales brindados el jueves por el legislador porteño del FdT, Leandro Santoro, tras la presentación del proyecto mencionado en la Legislatura de la CABA, 683 casos cada 100.000 habitantes y las escuelas están abiertas. Ergo, la Capital Federal es un descontrol absoluto.
El propio Santoro, al presentar su propuesta, dijo que “existen normas y criterios similares en Alemania y también en países vecinos”. Como el caso de Uruguay, donde se suspendió la presencialidad escolar con 252 casos cada 100.000 habitantes; el de Paraguay, donde se tomó la misma decisión con 178 casos, y el de Chile, país que decidió el cierre de escuelas con 167 casos, detalló el legislador.
Es decir que nadie trata de ser original, sino de leer el diario del lunes (Alemania en particular y Europa en general sufren la segunda y en algunos casos la tercera ola de coronavirus desde diciembre de 2020) y de tomar medidas para prevenir situaciones.
(En ese caso, el Gobierno nacional quizás debería haber decidido en febrero último que las clases empiecen a mitad de año, teniendo en cuenta que la llegada de la segunda ola era un hecho inevitable. ¿Se dejó llevar por la presión de la oposición mediática y política o dio inicio a un ciclo lectivo presencial por convicción propia? Hoy se sabe que las clases aumentan la circulación general y un aumento del uso del transporte público en torno al 25%. ¿No sabía el Gobierno eso en febrero?)
En fin, por un lado, Santoro y compañía están leyendo el diario del lunes. Por el otro, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y los suyos, lo están usando para envolver huevos, mientras los sanatorios capitalinos están colapsados y ciudadanos de la CABA se inventan direcciones en la provincia de Buenos Aires para ser vacunados (ver 75.000 porteños trucharon el domicilio para vacunarse en la Provincia).
“CONFRONTACIÓN IRRACIONAL”
Santoro aseguró que “se puede terminar con la incertidumbre de las clases en la Ciudad de Buenos Aires. Desde el Frente de Todos presentamos en la Legislatura porteña un proyecto de ley para superar la discusión sobre la presencialidad y darle certidumbre a las familias”.
En su cuenta de Twitter aclaró que “la evidencia demuestra que la presencialidad aumenta la movilidad y, con ella, los contagios”. Y aseveró que “el indicador propuesto está abierto al debate. Lo importante es encontrar una herramienta técnica que permita dar por superada la confrontación irracional en CABA”, remató.
Es interesante, en este contexto, repasar los números que tiene hoy en día Alemania y sobre los cuales el Gobierno central de ese país adoptó medidas tan drásticas.
De acuerdo al Instituto Robert Koch, competente en materia de infectología, Alemania está atravesando en este momento la tercera ola de coronavirus. El Gobierno de Angela Merkel cree que el “freno de emergencia es imprescindible” para luchar contra la misma, pues aún no ha llegado a su pico.
Alemania suma casi 3.200.000 casos de Covid-19 sobre una población de 83.149.300 habitantes (Argentina acumula 2.824.652 con una población de 45.195.777 habitantes). El miércoles, Alemania registró casi 25.000 casos nuevos y el jueves, un total de 29.518 (DW).
Desde el inicio de la pandemia han muerto en el país europeo 80.634 personas por coronavirus (61.176 en nuestro país).
La incidencia acumulada, que en Alemania se calcula a siete días, es de 160 casos por 100.000 habitantes. Lleva unos días estancada después de haber subido desde el mes de marzo. A mediados de febrero la incidencia rondaba los 65/100.000.
Las sociedades médicas de cuidados intensivos han alertado de que “las UCI de los hospitales están cada vez más llenas y sometidas a demasiada presión”.
El diario del lunes se puede leer. O no.