La riqueza forestal de la Ciudad ofrece al espectador atento hermosas vistas durante todo el año. Las más de cien especies arbóreas con que cuentan las veredas y espacios verdes muestran su colorido tanto en otoño como en las estaciones más floridas. La costumbre de plantar árboles es una de las ideas que impulsaron los fundadores de La Plata.
En esas épocas el único elemento vegetal preexistente notable era el bosque de eucaliptos, acompañado de su predecesor forestal, el pequeño robledal artificial plantado en 1857, o sea cinco años antes que el eucaliptal, en la intersección de lo que hoy son las calles 1 y 54, más precisamente donde se levantara años más tarde el monumento al gobernador Udaondo.
Desde el momento mismo de la fundación comienzan los comisionados e intendentes emprendedores a tomar activa participación en la forestación de la Ciudad. Es entonces que bajo el aliento y la supervisión del primer comisionado municipal, don Marcelino Aravena, se plantan, de inmediato, los primeros árboles. Éstos, como lo documentan las fotografías del álbum de Thomas Bradley (artista del cual ya se ocupó 90lineas.com), fueron palmeras de tronco liso y hoja pinada, posiblemente vernáculos «pindos», ubicadas a lo largo de las ramblas de las avenidas 51 y 53.
En febrero de 1885 se nombra mediante decreto una comisión de vecinos a fin de crear, sobre la base del bosque de la antigua estancia de Iraola, un paseo que respondiera a las necesidades de «recreo e higiene de la población», el cual fue conocido entonces como Parque Buenos Aires.
SARMIENTO Y VARIOS AÑOS DE PLANTACIONES
En ese mismo año se traza un jardín entorno al departamento de Ingenieros. Domingo F. Sarmiento, que en un principio se había mostrado escéptico respecto al futuro de la naciente ciudad, cambió rápidamente esta actitud en ferviente entusiasmo, pensando en algún momento hasta en radicarse en ella.
El historiador Carlos Lleras refiere: «Interesado Sarmiento por las plantaciones que se hacían en los jardines de los edificios públicos y plazas de la Ciudad, envió al gobernador D´Amico, a fines de 1885, varios paquetes de semillas de árboles silvestres de los Estados Unidos, contestándole D´Amico que las haría cultivar y lo tendría al tanto de los resultados. Vinculó también su nombre a los hermosos ejemplares de flores exóticas, orgullo de la ciudad, muchos de ellos desaparecidos al impulso de un inmoderado afán urbanizador.»
A través del tiempo la sana costumbre de forestar las diagonales y calles platenses continuó y con buen criterio se realizó a través de los escolares. El 21 de septiembre de 1936, organizado por la dirección de Paseos y Jardines de la Municipalidad, tuvo lugar un acto en la plaza Juan José Paso de 44 y 13 y en avenida 13 desde 41 hasta 43, oportunidad en la que se consagró al ombú como árbol patrono de La Plata. En esa época, en las ramblas se plantaron Prunus Pissardi, hermoso árbol ornamental, de flores blancas y hojas rojizas que contribuirán al embellecimiento de toda la zona.
El ombú fue plantado por el gobernador y el intendente municipal y los primeros Prunus Pissardi, por el presidente de la Universidad y el decano de la facultad de Agronomía. Una gran cantidad de escuelas e institutos invitados tomaron ubicación a lo largo de la rambla de la avenida 13 con un árbol por escuela.
Siguiendo con esa sana costumbre, el 11 de septiembre de 1937 se celebró en La Plata el “Día del árbol” y las autoridades provinciales y municipales encabezadas por el Gobernador Dr. Fresco, procedieron a más plantaciones. La ceremonia se realizó en avenida 66 entre 7 y 12, con la intervención de numerosas delegaciones escolares, fue abierto con varios discursos que comenzaron con el del secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Dr. Carlos Tejo, el decano de la facultad de Agronomía Ing. Santiago Boablio y el oficial mayor del ministerio de Obras Públicas Dr. Jorge Renón.
HACIA LOS ´40
Con la plantación de almendros en flor en la calle 22 de 51 a 60 se celebró el “Día del Árbol” en 1940, con la organización de la Dirección de Paseos y Jardines de la Comuna a cargo de Ing. Oitaven. Las plantas fueron donadas por el Centro de Fomento General San Martín, concurrieron una gran cantidad de colegios tanto primarios como secundarios y como es costumbre asistieron autoridades y el Sr. Carlos Rocha hijo del fundador y por aquellos días Comisionado Municipal. Finalizados los protocolos se inició a lo largo del tramo la plantación por parte del alumnado.
Al año siguiente la ceremonia se repitió y fue presidida por el comisionado municipal Sr. Berro. Se plantaron ejemplares de “acacia visco” en diagonal 73 de calle 1 a 120, con intervención de todas las escuelas de la Ciudad.
Era loable la celebración del día del árbol por parte de las autoridades en todos esos años, con la consiguiente forestación a modo de celebración, dando un ejemplo sobre la importancia de contar con las más variadas especies.
Con altibajos, pero la costumbre de plantar árboles nunca fue dejada de lado en La Plata por ninguna adminitración, por eso hoy contamos con una ciudad donde el aire puro que dan las plantas se entremezcla con la belleza de sus coloridos en todas las épocas del año, en las plazas, parques, ramblas y veredas.
