Que el sector automotriz puede convertirse en un motor de la recuperación económica pospandemia es una realidad que resaltó el propio presidente Alberto Fernández recientemente cuando señaló que el mercado automotor «es la nave insignia de la industria argentina».
No es un dato menor, luego de que este jueves las terminales confirmaron que en mayo pese a las restricciones impuestas por la segunda ola de la pandemia, la producción nacional de vehículos alcanzó las 34.953 unidades, 19,2% más que abril anterior y 627,9% por sobre el volumen de mayo 2020, y que las automotrices exportaron 19.919 vehículos, es decir, un 25,7 % por sobre su comparación con abril anterior, y 517,3 % respecto del volumen que se registró en mayo del año pasado. Al mismo tiempo es promisorio que desde los concesionarios no hayan reducido sus proyecciones de ventas para este año, pese a los días en que la actividad se resintió en mayo por el endurecimiento de las restricciones para circular .
Además empresarios de autopartes anunciaron el desarrollo de un proyecto industrial que demandará inversiones, generación de empleo y sustitución de importaciones, en el marco del Plan Estratégico 2030, elaborado por Adefa, Smata, la UOM, Afac y Acara que presenta una serie de propuestas para la viabilidad de la industria.
En la reunión que se realizó este miércoles por la tarde en la Casa Rosada, directivos del Grupo Mirgor, le anunciaron al mandatario una inversión de U$S 71 millones por los próximos cuatro años, la generación de 750 puestos de trabajo, y la sustitución de piezas y autopartes que hoy se importan para el desarrollo de una planta con sede en el partido bonaerense de Baradero, en la cual fabricará piezas de alta complejidad para el mercado automotriz a través de una nueva firma nacional llamada Ontec, con respaldo tecnológico japonés. Así se lo informó al presidente, Alberto Fernández. El proyecto permitirá la generación de 750 puestos de trabajo.
Mirgor pertenece a Nicolás Caputo, íntimo amigo del ex presidente, Mauricio Macri, que independientemente de su simpatía política y sus denuncias de riesgo empresarial que atribuye al actual gobierno, avanza con una inversión estratégica, de la mano de la consolidación de Toyota como un actor de avanzada de la industria automotriz nacional.
La automotriz es la nave insignia de la industria argentina y este proyecto será una inyección», señaló el jefe de Estado, al tiempo que agregó: «Estamos dando un paso muy importante; me obsesiona de la industria automotriz cómo garantizamos que se incorpore producción argentina».
En ese contexto, puntualizó que «se están alcanzando automóviles con casi el 40 % de autopartes nacionales, lo que genera trabajo, desarrollo de tecnología y federalismo».
Por su parte, el secretario de Industria, Ariel Schale, destacó que el Gobierno está «revirtiendo un proceso» tras detallar que «este año se está llegando a los 500.000 vehículos producidos; luego de que en 2011 fueran 850.000 y después de 2019, 300.000», y enfatizó que «es un trabajo articulado entre todos los sectores para salir de la crisis».
EL PROYECTO
El proyecto, dividido en tres etapas, prevé una inversión inicial para 2022 de U$S 12 millones, con la generación de 100 empleos directos; en 2023 un desembolso de U$S 8,1 millones con 150 puestos de trabajo y en 2025 la inyección de U$S 51 millones, con 500 empleos. Mirgor construirá una planta industrial con líneas de acabados superficiales, equipado con tecnología de punta, laboratorios de testeo y centros de formación con la finalidad de producir inicialmente más de 400 mil piezas especiales anuales -combinación de productos plásticos y electrónicos de alta complejidad, sustituyendo importaciones por más de U$S 25 millones al año- sólo para su cliente estratégico Toyota Argentina, pero otras terminales automotrices podrán sumarse.
Se trata de piezas de gran envergadura, y de difícil producción, sumando acabados superficiales inéditos para la industria argentina, informaron desde la empresa. La planta industrial estará ubicada en un predio de 12 hectáreas en la Zona Industrial II de Baradero, un punto estratégico en el corredor de la Ruta 9 donde se encuentran instaladas las plantas de varias terminales automotrices.
ENVEJECIMIENTO
Al mismo tiempo tanto los sectores industriales, como comerciales coinciden en que el mercado argentino tiene un enorme potencial de desarrollo, en especial por la creciente incorporación de tecnología eléctrica y la antigüedad de al menos una parte de los modelos que circulan en el país.
En la Argentina hay 14.564.842 vehículos circulando, según un informe elaborado este mes por la asociación que agrupa a los autopartistas (Afac), que corresponde a datos de 2020.
Esto significa que hay 3 habitantes por cada automotor, mientras que por ejemplo en México hay 3,4 personas por unidad mientras que en Brasil el número sube a 4,8, sin embargo la flota se mantuvo prácticamente estable el año pasado, ya que el crecimiento registrado por Afac respecto a su registro de 2019 fue de apenas 0,1%.
Pero lo más significativo es que la antigüedad del parque automotor local, según Afac, tiene un promedio de 12 años, lo que muestra un envejecimiento respecto de los 11,7 de 2019.
De esta forma, según el informe, los autos que circulan por las calles no son tan nuevos como en Alemania, con 7,3 años de antigüedad promedio, ni como el Reino Unido, con 8 años. Otros países registran números similares de antigüedad, ya que Francia, llega a 9 años, Dinamarca, con 8,8. Luxemburgo suele ser la nación con una flota más joven y el último dato conocido de 2019 la ubicaba con un promedio de 6.4 años.
Lo interesantes es que la Argentina no se ubica en una situación tan diferente de casos como el de España, con 12,7 años, o de Italia, con 11. Tampoco difiere mucho de Portugal que cuenta con 12,8. Sí está mejor que Grecia, que tiene una antigüedad en sus autos de más de 16 años, un promedio en el que se ubica países como Hungría, República Checa, Rumania y Croacia, entre otros. Por su parte, el parque automotor chileno, posee una antigüedad promedio de alrededor de 10 años.
Y aunque parezca mentira tampoco desentona si se lo compara con los Estados Unidos, ya que según la consultora IHS Markit, la antigüedad del parque automotor estadounidense ronda en 11,7 años, debido a que se estima que la mejora en la calidad de los autos y su mayor duración hacen que la gente cambie menos sus vehículos.
Según el estudio de Afac, el dato que juega en contra de la renovación del parque automotor en la Argentina es la falta de normativas que impidan circular a vehículos de muchos años que, en general, no cumplen con las regulaciones de seguridad y en especial de contaminación que hay en otros países. En Europa, por ejemplo, se desalienta el uso de autos viejos a través de un mayor costo de patentes. En la Argentina es a la inversa, cuento más viejo es el coche menos paga de impuesto automotor.
Eso en parte explica que en el país estén circulando unidades de muchos años, lo que empeora el promedio y según el informe de Afac, si se toma los vehículos del período 2001-2020 -es decir, se dejan de lado los del 2000 para atrás-, el promedio se ubicaría en 7,8 años, como los mejores países de Europa.
DATOS IMPORTANTES
Como se explicaba anteriormente, en el parque automotor coexisten dos segmentos con edades promedio diferenciadas, un parque moderno y otro antiguo que es cada vez menor. Para análisis más detallados es recomendable utilizar la Flota Circulante que incluye unidades de hasta 20 años de antigüedad, la cual se mantuvo en 10,7 millones de vehículos, entre 2019 y 2020, ya que la cantidad de vehículos incorporados y dados de bajas fueron similares en 2020.
El 47% de la flota circulante en 2020 en Argentina se encuentra concentrada en la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras que la provincia de Córdoba posee la segunda mayor flota del país, y junto con Santa Fe y Mendoza suman el 23,7% de la flota total.
Los vehículos exclusivamente a nafta representan el 74,25% de la flota y los diésel el 24,8%. Las pick ups son más del 77% de la flota diésel. También se destaca que en 2020 los vehículos convertidos a GNC disminuyeron su participación, alcanzando al 12,3% de la flota total circulante, mientras que los vehículos con motorización híbrida (nafta/eléctrico) comenzaron a aumentar su participación, cerrando el 2020 con una flota de 4.631 unidades, impulsado por la oferta de vehículos de este tipo de motorización fabricados en la región. Mientras que los vehículos 100% eléctricos, registró un incremento de 70 a 1.091 unidades al cierre del período.