Sordos ruidos oír se dejan… tras los muros de la Santa Sede

Luego de horas muy tensas por el rumor de renuncia del Papa, cambiaron al jefe de prensa. Francisco tendría la intención de proponer que los sumos pontífices se retiren a los 85 años, según vaticanistas de extensa trayectoria, pero la resistencia de los sectores conservadores sería infranqueable

Marzo de este año, Francisco en Bagdad (Vatican News)

Cuando el río suena, agua trae… Si bien el hermetismo reinó en el Vaticano durante las últimas horas, el cambio del jefe de Comunicación de la Santa Sede, informado ayer al mediodía, fue una clara señal de que la posibilidad de una renuncia de Francisco estuvo sobre la mesa.

Siempre es difícil llegar a la fuente original de un rumor. Esta noticia la originó el periodista Antonio Socci junto al sitio ultraconservador de noticias vaticanas “Il Sismografo”, y encontró rápidamente simpatía entre los que aún sienten nostalgia por el alemán Ratzinger.

El nuevo responsable de prensa se llama Lorenzo Fazzini, oriundo de la región norteña de Lombardía. Tiene 43 años de edad, está casado y es padre de 4 hijos. Se ha hecho conocido por sus diversas publicaciones dentro del ámbito religioso.

Vaticanistas de larga trayectoria indicaron que el ex Cardenal Jorge Bergoglio estaría pensando en presentar una propuesta para que los sumos pontífices se retiren a los 85 años, edad que Francisco cumplirá el 17 de diciembre.

La idea que supuestamente tiene en mente la máxima autoridad del catolicismo mundial parece atinada. Sin embargo, las fuertes tradiciones que caracterizan a la institución que nació sobre la cabeza del apóstol Pedro y la influencia que mantienen los sectores conservadores de la curia romana no permitirían, de momento, avanzar en ese sentido.

Francisco estaría movilizado a avanzar con su propuesta a raíz de su edad, de problemas de salud (no se habría recuperado del todo de la operación de colon) y de un cansancio totalmente atendible para alguien que desarrolla semejante nivel de actividad y bajo tamaña presión a los 84 años.

Cabe recordar, por citar un solo ejemplo, que en marzo de este año Francisco viajó a Irak y recorrió seis ciudades en tres días contra los consejos de todos los que le rodean; pero él no entiende su misión de otro modo.

La cuestión más delicada tiene que ver, dicen los entendidos, con el mensaje que daría la Iglesia Católica si se encadenan dos renuncias consecutivas (Benedicto XVI y Francisco I) y teniendo 3 papas vivientes.

Demás está decir que la institución no es muy afecta a los cambios. Y Jorge Bergoglio ya representó en sí mismo una «revolución» dentro de una organización tradicionalista y conservadora a partir de sus formas y de sus mensajes, tanto en el plano religioso como político, social y económico.

Vale hacer un poco de historia. Para encontrar una renuncia de un Papa «por propia voluntad» antes de Benedicto XVI hay que remontarse al año 97, cuando dimitió Clemente I, y a 1294, cuando hizo lo propio Celestino V.

En tanto, Ponciano (235), Juan XVIII (1009) y Gregorio XII (1415) renunciaron o fueron presionados a hacerlo para evitar cismas o por razones políticas. Es decir, en todos los casos, antes o durante el medioevo.

En marzo de este año y pese a la resistencia de todo su entorno por el alto grado de inseguridad que conllevaba la misión, Francisco realizó un histórico viaje a Irak, donde recorrió 6 ciudades en 3 días acompañado por una multitud (BBC)
Salir de la versión móvil