Aprender a convivir con el virus

La decisión de considerar a la pandemia de Covid-19 en una transición hacia la endemia, también implica tomar conciencia y reflexionar en nuestro quehacer diario sobre la existencia de un nuevo elemento en la naturaleza, al cual estaremos expuestos, y un nuevo riesgo en nuestras vidas que hace dos años no existía

Aprender a convivir con el virus (crédito imagen: Cosinsa)

La ola de Ómicron está controlándose en todo el mundo. Es momento de empezar a pensar en la posibilidad de vivir con el virus, como ocurre con otros tantos microorganismos. Un único virus que afecta al ser humano pudo ser erradicado del planeta (viruela) y fue gracias a las vacunas y la vacunación masiva. Y otros han sido efectivamente controlados a partir de la instauración de programas de vacunación masiva en la década del 50.

A la vacuna para la viruela se la considera la primera vacuna creada en la era moderna (Edward Jenner, Inglaterra, 1789). Sin embargo, el desarrollo de muchas vacunas ha permitido el control de enfermedades infecciosas (polio, rubéola, influenza, etcétera). Hay múltiples ejemplos de que cuando se deja de vacunar, o se disminuye el porcentaje de una población inmunizada por debajo de ciertos niveles, aparecen brotes epidémicos (sarampión, paperas, entre otros).

Para el caso del SARS-CoV-2 parece altamente improbable que el virus vaya a desaparecer como ocurrió con el SARS (2002) y, hasta tanto logremos un control más ajustado de la circulación viral, será necesario combinar vacunación con medidas de protección. Hemos aprendido en este tiempo que ambas medidas permiten alcanzar una protección personal y comunitaria. Y probablemente será así hasta que este virus pueda ser incorporado a la lista de otros virus y microorganismos con los cuales convivimos todo el tiempo y no nos enfermamos, gracias a las vacunas y a que por estas su diseminación se encuentra controlada. Esta situación, en la cual el número de casos se mantiene relativamente constante, se denomina endemia. Como ejemplo podemos mencionar a la gripe común, poliomielitis, sarampión, malaria, etcétera.

Convivir con el virus

Parece altamente improbable que el virus SARS-CoV-2 vaya a desaparecer como ocurrió con el SARS. Por ello, hasta tanto logremos un control más ajustado de la circulación viral, será necesario combinar vacunación con medidas de protección (crédito imagen: Municipalidad de San Isidro)

Endemias

Sin embargo, un contexto endémico no implica que no haya infecciones, o que si las hay sean asintomáticas o leves, ya que tenemos ejemplos donde esto no ocurre como tal. Existen situaciones endémicas donde ese número constante de infecciones es elevado (infección por Mycobacterium tuberculosis que produce la tuberculosis) o donde las enfermedades que ocasiona son moderadas o severas (infección por el Plasmodium malarie que produce la malaria).

También es importante resaltar que para llegar a una situación endémica es necesario contar con tratamientos eficientes, sabiendo que en una situación endémica van a existir pacientes enfermos y que pueden evolucionar a situaciones graves. Este punto es importante para la Covid-19 a partir de la reciente aprobación de las drogas Molnupiravir y Paxlovid con acción antiviral (interfieren en la replicación viral) que están indicadas en pacientes diagnosticados con riesgo de desarrollar una enfermedad moderada o severa. Se ha demostrado que evitan con una muy alta eficacia las hospitalizaciones y neumonías graves.

Esta decisión de considerar a la pandemia de Covid-19 en una transición hacia la endemia también implica tener que tomar conciencia y reflexionar en nuestro quehacer diario sobre la existencia de un nuevo elemento en la naturaleza, al cual estaremos expuestos, y un nuevo riesgo en nuestras vidas que hace dos años no existía.

Esto implica definir y adoptar nuevas normas sociales, comportamientos individuales y compromisos personales, dependiendo del estado de salud, estado de vacunación y actividad social, recreativa o laboral. La incertidumbre radica en si será necesario definir condiciones o recomendaciones para distintas actividades sociales (reuniones con amigos, con familiares, con desconocidos, etcétera) o laborales (actividades en lugares cerrados vs. abiertos, con mucha vs. poca gente, con grupos de riesgo de potencialmente infectados o enfermos, viajes…), testeos previos, uso de máscaras, ventilación en lugares cerrados, monitoreo de la calidad del aire y demás.

Convivir con el virus

A medida que se completen las vacunaciones a diferentes edades en la población del planeta, junto al desarrollo de nuevas vacunas, se podrán retomar hábitos de vida más normales, pero seguramente diferentes a los que teníamos previos al Covid-19 (crédito imagen: Perfil)

Todas estas dudas seguramente se irán definiendo a medida que transcurra el tiempo y se vaya estabilizando la situación epidemiológica. Sin dudas que el descenso de casos en el mundo ayuda a definir estas situaciones y crear confianza sobre cómo movernos y manejarnos. El avance de los planes de vacunación ayudará enormemente a alcanzar este punto. Y a medida que se completen las vacunaciones a diferentes edades en la población del planeta junto al desarrollo de nuevas vacunas (vacunas que induzcan “una inmunidad esterilizante”) que ayuden a controlar los contagios, permitirán retomar hábitos de vida más normales, pero seguramente diferentes a los que teníamos previos al Covid-19, con una mejor calidad de vida social sin restricciones.

Aprendizajes

Por lo tanto, y luego de haber vivido más de dos años con un virus emergente del cual nada sabíamos, incluyendo cuál sería su impacto en la población, esto ha generado mucha tensión, riesgo y miedo. A pesar de que mucho hemos aprendido y conocemos sobre su circulación entre humanos, y entre humanos y diferentes especies animales, aún desconocemos cómo va a evolucionar la naturaleza de la interacción con el hombre y qué impacto tendrá en el futuro sobre nuestra salud. Pero al mismo tiempo sabemos que contamos con medidas para controlarlo y esto ha llevado a que nos hayamos preparado para este momento, en el cual estamos evaluando las condiciones para convivir con el mismo en una situación de endemia. Inclusive ha habido un cambio en cómo la sociedad encaró el riesgo de ciertas situaciones personales o sociales frente a la toma de decisiones, y actualmente muchas de estas actitudes ya han sido incorporadas, lo cual implica la toma de conciencia y responsabilidad individual.

Convivir con el virus

La forma en que vivimos en este planeta ha cambiado y sigue cambiando drásticamente a la naturaleza en las últimas décadas, y esta “evolución forzada” ha llevado y seguramente llevará a otras situaciones como la pandemia de Covid-19 (crédito imagen: ISGlobal)

La naturaleza y la sociedad evolucionan permanentemente frente a diferentes estímulos con el paso del tiempo, y este es, sin dudas, un desafío que nos ha planteado la naturaleza y que no es el primero ni será el último.

La forma en que vivimos en este planeta ha cambiado y sigue cambiando drásticamente a la naturaleza en las últimas décadas, y esta “evolución forzada” ha llevado y seguramente llevará a otras situaciones como la pandemia de Covid-19, lo cual requiere un grado de preparación para poder identificarla, sobrellevarla y superarla, como aparentemente está ocurriendo en este caso.

Por lo tanto, la pregunta es si estamos preparados para convivir con el virus con el conocimiento que tenemos y las herramientas que hemos logrado para controlarlo. Seguramente, el virus va a seguir circulando y mutando, y con ello desafiando a las vacunas. Pero lo cierto es que mucho hemos aprendido sobre qué hay que hacer y qué no hay que hacer.

Lo que no debemos hacer es bajar la guardia, ya que los virus, como el de sarampión o paperas, entre otros, nos han enseñado que pueden estar controlados y en cualquier momento producir brotes epidémicos con una proyección pandémica. Con una fuerte campaña de vacunación se controló al sarampión en el 2000. Sin embargo, el descenso de la vacunación en el 2006 generó miles de casos en Estados Unidos. Y a partir del 2016 se ha producido un aumento sostenido en diferentes continentes. Esto es un llamado de atención para reforzar la vacunación en el mundo.

Convivir con el virus

La ola de Ómicron está controlándose en todo el mundo. Es momento de empezar a pensar en la posibilidad de vivir con el virus, como ocurre con otros tantos microorganismos (crédito imagen: Hospital Garrahan)
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