Impuestos. ¿Y si hablamos de evasión?

La evasión impositiva en el país alcanza el 40%. Sólo con el 10% se solucionaría el déficit fiscal. En medio de la campaña anti-impuestos plagada de mentiras, en esta nota nos acercamos a los evasores, elusores y sus maniobras...que no son usted, ni yo, ni su vecino ni el mío

crédito imagen: El Ancasti

El periodista especializado en economía, Marcelo Zlotogwiazda, solía decir que siempre hablamos de pobreza, para preguntarse (y preguntarnos) porqué no hablamos de riqueza.

Es que los pobres no bajan cada día en las periferias de las ciudades desde un plato volador. Tampoco son “planeros” vagos que no quieren trabajar, aunque el medio pelo argentino los califique así para creerse que está más cerca de Nordelta que de la Villa 1-11-14; una “ilusión aspiracional”, diría un gran profesor de Sociología de la UNLP. Es imposible explicar la pobreza argentina sin abordar, a la vez, la insultante concentración de la riqueza que, como hemos visto en distintos artículos, tiene raíces decimonónicas.

Y en nuestro país -como en otros de América Latina- un componente medular de la concentración de la riqueza es la evasión y la elusión fiscal. No es lo mismo: elusión aplica a maniobras reñidas con la ley o la moral para dejar de pagar lo que corresponde. Y las grandes empresas, aunque usted no lo crea, tienen equipos dedicados exclusivamente a elaborar esas maniobras que, demás está decirlo, benefician a unos pocos y perjudican a millones. No son las pymes las que andan en esos rodeos. (En este punto hay que marcar dos componentes claves: si las leyes tienen grietas es culpa de quienes las elaboran, pero también existe una clara predisposición a la evasión, o lisa y llanamente una “cultura evasora”).

Hoy en día, la derecha económica, mediática y política argentina ha lanzado una campaña “anti-impuestos”, con el caballito de batalla de que en el país pagamos 164 impuestos, lo cual es una flagrante mentira. Además, ese relato fue elaborado por un evasor empedernido que, a raíz de ello, ha sido procesado por la Justicia.

Siguiendo la línea de pensamiento de Marcelo Zlotogwiazda podemos decir que siempre hablamos de presión impositiva, y preguntarnos porqué no hablamos de evasión, que, en estas pampas, alcanza la escalofriante cifra del ¡40%!

evasión impositiva

En sus caras

En agosto de 2021, durante el Encuentro Anual de Impuestos organizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA), que nuclea a los popes de la economía nativa, Guillermo Néstor Pérez, CEO del grupo GNP especializado en Consultoría Tributaria y de Negocios, advirtió que “si se bajara la evasión fiscal del 40% actual al 30% se resolvería el problema del déficit” (Carlos Lamiral, Ámbito, 05/08/2021).

Se sabe, pero no está demás recordarlo, que no es usted, ni yo, ni su vecino ni el mío quienes evadimos impuestos. Somos los que pagamos. Ese 40% es responsabilidad (casi) absoluta de los que braman ¡basta de presión fiscal!

Explicaron los catedráticos Mariana Dondo y Alfredo Serrano Mancilla: “La mayoría de lo que pagamos procede de impuestos indirectos, o sea, los más regresivos e injustos. En cambio, gran parte de lo que se evade y elude se concentra en aquellos que tienen más ingresos”.

Para el primer ejemplo, nada mejor que el IVA. Cuando usted va a comprar un litro de leche paga exactamente lo mismo que un hombre o una mujer que vive en una villa miseria, y ésta abona exactamente lo mismo que aquel o aquella que reside en un exclusivo barrio privado. ¿Podemos evadir el IVA u otros impuestos indirectos? No.

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Según datos de 2017, lo que no se pagó en el país por riquezas no declaradas offshore supuso el 74,8% del PIB (crédito imagen: IADE)

Ahora, analicemos este párrafo. “Todos los que hablan de equilibrio fiscal siempre (…) obvian lo que no se paga por evasión, o por riquezas no declaradas offshore (que según datos de 2017, suponía el 74,8% del PIB), o por bases tributarias subvaluadas por no existir un catastro de propiedades ajustado a los precios de mercado (la mansión por la que Dujovne, siendo ministro de Economía del gobierno anterior, pagaba como terreno baldío es apenas un ejemplo entre decenas de miles); o lo que dejan de pagar las gigantes tecnológicas (Google, Apple, Facebook, Amazon, Netflix) que operan en el país (sí lo hacen en Europa); o lo poco que tributan las rentas del capital”, señalaron Dondo y Serrano Mancilla.

Sí, conviene reiterarlo: las riquezas no declaradas offshore de argentinos y argentinas en 2017 suponían el 74,8% del PIB. Un lujo.

En 2021, la evasión nos privó de casi 4 Billones de pesos

Carlos Lamiral contó que el especialista Guillermo Néstor Pérez dijo en la reunión de IDEA de finales de 2021: “Si en los primeros 7 meses de este año la evasión fiscal hubiera sido igual a cero, la recaudación de impuestos habría dejado en las arcas del Estado 9,6 billones de pesos en vez de los 5,8 billones que reportó la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)”. E insistió: “Si el incumplimiento de las obligaciones tributarias tan solo se redujera en 10 puntos porcentuales (del 40% actual al 30%), se resolvería el problema del déficit fiscal”.

Sin embargo, los militantes de ¡basta de impuestos! y de los 164 impuestos que no son tales, desde tiempos inmemoriales siguen con su receta de achicar el Estado para achicar gastos y así lograr el tan mentado déficit fiscal. ¿Y si probamos con un régimen tributario progresivo con clara prevalencia de impuestos directos y con cero evasión? No quieren.

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Casi la mitad de la deuda externa heredada por toda la población de la dictadura estuvo ligada a la estatización de la deuda de los grandes grupos económicos privados (crédito imagen: periodismos populares)

Este Estado sí, este Estado no

Es que los anti-impuestos, que son los anti-Estado, quieren un Estado a su medida. Citaremos dos casos emblemáticos entre miles.

1-Los grandes grupos económicos de la Argentina fueron los grandes beneficiarios de la estatización de la deuda privada que instrumentó la dictadura a finales de 1982, cuando los dictadores civiles y militares estaban haciendo las valijas. Esa fue la mayor estafa al Estado en la historia nacional. O sea, a la inmensa mayoría de la población. En criollo: nuestros abuelos, nuestros padres, usted, yo, su vecino y el mío les pagamos las deudas a las 70 mayores firmas empresariales. Un ejemplo: La familia Macri se vio favorecida con la transferencia al Estado nacional de las siguientes sumas: Sevel, 124.142.000 dólares; Sideco Americana, 60.751.000 dólares; Fiat, 51.000.000 dólares. Se las pagamos nosotros, durante décadas.

2-Mucho más cerca en el tiempo, mientras “militaban” la no cuarentena, las grandes empresas fueron las primeras en anotarse en el programa de Asistencia de emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que incluía, entre otras medidas, el salario complementario, una forma diplomática de decir que el Estado nacional pagó durante largo tiempo una parte sustancial de los sueldos de los trabajadores de las empresas privadas.

Cuando la pandemia mermó, volvieron a atacar al Estado. Como toda la vida.

El programa ATP decía «se encuentran excluidas de los beneficios las empresas que realizan las actividades y servicios declarados esenciales en la emergencia sanitaria, y que se encuentran exceptuados del cumplimiento del aislamiento social, preventivo y obligatorio». Esto no fue así. Un solo ejemplo: las empresas periodísticas -medianas, grandes y gigantes- fueron beneficiadas

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crédito imagen: antilavado de dinero

¿Presión fiscal? Por debajo de la media mundial

Serrano Mancilla y Dondo resaltaron que “a pesar de todo lo que se publica, el nivel de recaudación en Argentina está por debajo de los estándares internacionales. La presión fiscal en 2019 del país fue del 28,4% del PIB, mientras que el promedio de los países de la OCDE es del 34,3 %”.

La insultante diferencia entre lo que se debería pagar y lo que se paga

“Es inadmisible que en Argentina la tasa legal del impuesto que tienen que pagar las empresas difiera tan significativamente de la tasa efectiva, es decir, de la que realmente pagan. La tasa legal era en 2018 del 30%, pero a la hora de la verdad, el tipo impositivo efectivo sobre sus beneficios fue del 7,8%22,2% menos. ¿Qué pasó con el resto que debían pagar? No lo pagaron”.

Los jueces se quedan con el 21% del presupuesto de salud

Los catedráticos aseguraron que “el mejor ejemplo se encuentra en la exención del impuesto a las ganancias para los magistrados y funcionarios del Poder Judicial”. En el año 2021 dejaron de pagar 41.285 millones de pesos. ¿Por qué? Por nada. O, más bien, sí. Porque son un grupo de poder que logró este beneficio para sí sin que eso tuviera ninguna repercusión social ni económica para el país. Si se estableciera lo contrario, o sea, que paguen su correspondiente impuesto sin exenciones, se acabaría esta fuga anual que equivale al 21 % del presupuesto anual del Ministerio de Salud.

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Nordelta, reino de la evasión

Un paseo por Nordelta y Puerto Madero

En febrero de este año, los inspectores de la AFIP estaban aburridos y decidieron dar un paseo por Nordelta y otro por Puerto Madero. Y esto es lo que se encontraron:

-“Se desarrolló un operativo de fiscalización en reconocidos establecimientos gastronómicos de Nordelta. En los controles se labraron actas por irregularidades en el 70% de los restaurantes fiscalizados

-“Se detectaron diferencias de hasta 150% entre las ventas observadas y las declaradas, así como un 50% de informalidad laboral entre los trabajadores y las trabajadoras relevadas

-“Uno de los más reconocidos restaurantes de Nordelta estaba inscripto como monotributista y no cumplía con las normas de facturación, además de no tener a ningún trabajador registrado”

-“En materia de evasión previsional, se relevaron un total de 85 trabajadores y trabajadoras en esos locales: el 50% sin registrar

-Recientemente, en Puerto Madero se identificaron diferencias de hasta 200% entre las ventas observadas y las declaradas y un 25% de informalidad laboral

-En una guardería náutica se San Isidro se detectaron 37 embarcaciones sin declarar

En hipermercados de la Costa Atlántica se detectaron casos de explotación laboral y empleo infantil

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