La historia del séptimo arte ha tenido personajes de todo tipo, pero si existió uno que ha podido sintetizar talento, belleza y glamour junto a la tragedia es sin lugar a dudas Marilyn Monroe. Aquella mujer que pese a dejar este plano de la existencia hace 60 años, sigue brillando con una luz que difícilmente vaya a apagarse alguna vez. De la mano del director Andrew Dominik llegó a Netflix la película sobre su vida, un drama donde brilla una actriz que simplemente nació para traer a Norma Jean (el verdadero nombre de Marilyn) a la vida una vez más.
La cinta abarca desde la niñez de Marilyn hasta su trágico final, mostrando distintos aspectos de su vida tales como la tormentosa relación con su madre, sus amores turbulentos y el precio de haber sido una estrella a la cual Hollywood le exprimió hasta la última gota para saciar a una sociedad tan machista como hipócrita.
Si tuviera que hacer una primera impresión sobre el film diría que es de lo más crudo hecho para el gran público en los últimos años. Los primeros diez minutos tienen una violencia muy dura de ver, y más si pensamos que la víctima es una niña pequeña. En esencia es una cinta profundamente triste, cuenta la vida de la diva más grande de la historia del cine abordando todas y cada una de sus tragedias, mostrando su fuerza en la adversidad y el precio del estrellato.
Creo no equivocarme si digo que debe ser ponderado por encima de cualquier otra cosa la actuación de Ana de Armas, la actriz de origen cubano pareciera simplemente que nació para el papel. No solo porque su belleza está a la altura de Marilyn, sino porque hay escenas donde no queda claro si se está viendo a la diva real o a quien le está dando vida. Ella carga con un papel durísimo y siempre llega bien, en esencia la película es ella, y no me sorprendería que gane muchos premios por este papel.
En cuanto a la dirección Andrew Dominik, de nacionalidad australiana, fue director de El asesinato de Jesse James (2007), uno de los westerns modernos más laureados de este siglo. Ahora bien, es una dirección que creo no haber visto nunca ya que pareciera estar aplicando todos los recursos existentes en el cine en el film, una experimentación que en momentos hace sublime a la cinta, y en otros momentos llega a descantonar.
Analizando el guión uno puede entender porqué la película ha tenido muchos detractores entre críticos y fanáticos. En líneas generales, la crudeza es total, hay escenas de abusos sexuales y violaciones sufridas por la diva, la tragedia de sus intentos fallidos de ser madre y la violencia que sufrió con varios de los hombres de su vida. Es un estudio psicológico del personaje desde su infancia marcada por el abandono de su padre y como este hecho marca su vida entera.
Está claro que hay un mensaje de no glorificar al cine de antaño sin tener en cuenta la tragedia de las estrellas de esos tiempos, aquí la historia busca ser incómoda, no hay un abordaje de sueño americano donde una chica con una familia disfuncional logra ser una estrella, sino un retrato sobre cómo una mujer es cosificada al extremo, en todo momento hay una sociedad que espera de aquella figura un despliegue de sensualidad y talento sin preocuparse en lo más mínimo si la destruyen en el camino.
Si bien la cinta tiene sus detractores creo que es un material importante para pensar el legado de Marilyn, y la interpretación de Ana de Armas merece la pena. Ahora bien, puedo entender que el límite entre la crudeza y el morbo a veces es muy delgado, y esta cinta parece cruzar esa línea una y otra vez. Estará en cada uno sacar su conclusión, pero creo que logra hacer brillar una vez más a aquella mujer de la cual Elton John diría “Hollywood creó una superestrella, y el dolor fue el precio que pagaste”, sin duda un homenaje a aquella rubia que vivió como una vela en el viento.