Macri los fundió, resistieron, se organizaron y hoy venden en todo el país

Las consecuencias de las políticas económicas liberales y la “eterna” resurrección de la industria nacional, en una historia con acento cordobés y convicciones Justicialistas. De la debacle de 2016 a vender desde la Quiaca a Ushuaia, con trabajo 100 por ciento registrado y materia prima solamente argentina

Fundieron con Macri y ahora venden en todo el país: una historia de resistencia y convicciones (crédito imagen: Justicialistas)

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Cuando se dice que el gobierno de Cambiemos, encabezado por Mauricio Macri, provocó el cierre de miles de pymes al ritmo de la apertura indiscriminada de importaciones, quizás a algunos les suene como el frío número de una estadística. Pero detrás de cada fábrica nacional que cierra hay historias de familias a las que se les desorganiza la vida de la peor de las maneras. Y también historias de solidarios y comprometidos “militantes de la industria argentina” que con voluntad, esfuerzo, determinación y convicciones profundas dan la pelea y ganan batallas día a día.

Justicialistas es una marca de calzados que se fabrica en Córdoba capital. Una ingeniosa campaña publicitaria la hizo conocida entre muchas y muchos “compañeros y compañeras”. Primero, de la provincia. Luego, de todo el país. Y hoy ha trascendido ampliamente el universo peronista.

Contado así, en tres o cuatro líneas, parece que fue “soplar y hacer botella”, como suelen decir los españoles. Para nada. Hubo angustia, incertidumbre, despidos, llanto. Todo lo que trae aparejado ese golpe letal que el neoliberalismo se especializa en darle a la industria nativa cada vez que se entroniza en la Casa Rosada. Pero los luchadores no se rinden. Y dando pasos cortos pero seguros, revirtieron todo eso e incluso lo mejoraron.

Nicolás Mendizábal (arriba) en la fábrica ubicada en el barrio Cofico de Córdoba capital. Hoy la pyme vende en todas las provincias del país (crédito imagen: Justicialistas)
Crédito imagen: Justicialistas

“Ni bien asumió Macri, la industria del calzado se vio tremendamente afectada en Córdoba”, cuenta el joven politólogo Nicolás Mendizábal, para detallar que “la apertura de las importaciones de zapatillas fabricadas en países asiáticos terminó con empresas de larga trayectoria; ni hablar de los talleres de calzado que funcionan en los barrios. Rápidamente quedó un tendal”.

Su amigo y “compañero” Germán Bolatti, también universitario, en ese entonces era encargado de compras de la fábrica Fiat. “Nosotros, con otros compañeros y compañeras, militábamos en un centro cultural, dando clases de apoyo a los chicos, brindando asesoramiento jurídico gratuito y otras actividades”, detalló Nicolás.

“Defensa de la industria nacional, trabajo registrado y buenas condiciones laborales son pilares del proyecto”

Desde allí iban viendo -sin sorpresas, porque no esperaban otra cosa del flamante gobierno cambiemita, pero un tanto azorados por la velocidad de la debacle- cómo cerraban pymes y comercios y se incrementaba la cantidad de desocupados.

Como Nicolás Mendizábal y Germán Bolatti no conciben otra forma de trabajo que la contemplada por el ideario justicialista, todos los trabajadores están registrados (en un sector con alto nivel de informalidad), y además mantienen otro requisito innegociable: toda la materia prima con la que fabrican los zapatos y zapatillas es de origen argentino (crédito imagen: Justicialistas)

La experiencia del 2001

“Teníamos muy presente lo que había pasado en el 2001. Vivenciamos cómo en esa época los vecinos y vecinas desarrollaban las más ingeniosas estrategias de supervivencia, entre ellas, el sistema del trueque. En ese marco, comenzamos a elaborar de manera artesanal calzado para los compañeros y compañeras del centro cultural. Hasta que decidimos dar una pelea más de fondo: recuperar fuentes de trabajo sobre la épica de la industria nacional, puntualizó Nicolás Mendizábal.

Con el eslogan “Unidad de pensamiento y acción de la cabeza a los pies”, en Justicialistas afirman que “esta es una forma de militancia por la industria nacional”

Resulta que en 2016, ni bien asumió Cambiemos, una “empresa modelo” de Córdoba capital, Calzados del Interior (Cadein SRL), inició una caída sin retorno. “Tenía 250 trabajadores, que pronto pasaron a ser 180, luego 120, hasta que quedaron 60 cuando en 2018 presentó la quiebra”, especificó.

Como Nicolás y Germán no conciben otra forma de trabajo que la contemplada por el ideario justicialista, buscaron a empleados de Cadin “porque ya estaban registrados”, y además tuvieron desde el comienzo otro requisito innegociable: toda la materia prima con la que fabrican los zapatos y zapatillas es de origen argentino.

“Defensa de la industria nacional, trabajo registrado y buenas condiciones laborales son pilares del proyecto”, aclaró Nicolás.

Nicolás Mendizábal y Germán Bolatti, los «ideólogos» del emprendimiento nacional (crédito imagen: Justicialistas)
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Pronto nació el nombre del emprendimiento. “Justicialistas expresa una idea que no necesita explicaciones”, dijo Mendizábal, quien nació y creció en el barrio Santa Isabel, escuchando relatos sobre la era de oro de la industria argentina.

La “escuela” y la “épica” de IAME

“Cuando era chico y adolescente, en las sobremesas de los asados de los domingos, mi abuelo siempre contaba su experiencia como obrero calificado en IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), un megacomplejo industrial que el primer peronismo creó para desarrollar autos, pick ups, motos, aviones, helicópteros, tractores y motores e insumos para los distintos vehículos, el cual fue emplazado en el predio de la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba y llegó a emplear a más de 10.000 obreros. IAME fue el origen del Rastrojero, de la pick up y del sedán Justicialista, de la moto Puma, del tractor Pampa, del avión Pulqui y un larguísimo etcétera. El golpe del ‘55 le dio un duro golpe, y el del ’76, el golpe final.

“Esa épica, esa nostalgia, sumadas a la destrucción de las pymes nacionales que veíamos a diario, alimentaron el proyecto”, subrayó Nicolás, para agregar: “En mayo de 2016 ya lanzamos el primer calzado: 300 pares de zapatos modelo Descamisados en colores negro y marrón”.

El modelo «Descamisados» fue el primero en salir a la cancha: 300 pares negros y marrones en mayo de 2016 (crédito imagen: Justicialistas)

La lucha contra la informalidad del sector

Siempre con la utilización exclusiva de materia prima nacional y el trabajo registrado como norte, Justicialistas, que ya había empezado a vender vía Internet, se encontró con un grado de informalidad muy grande en el universo de la industria del calzado.

“Hay un tema central, que es el de las costuras. Generalmente se realizan los cortes y se envían los zapatos o zapatillas a talleres familiares para que realicen las costuras. Allí se trabaja de manera muy informal. De modo que también nos abocamos a formalizar a esos trabajadores”, contaron en la fábrica ubicada en el barrio cordobés de Cofico.

Con 24 obreros y 8 encargados de las áreas de administración y ventas, Justicialistas ya inició la apertura de una segunda fábrica que estará destinada solamente a calzado femenino. También comenzaron a fabricar billeteras, carteras y cinturones.

Como “una forma de construir el peronismo que nos representa”, los responsables de la empresa decidieron que los modelos lleven nombres emblemáticos. Así, por ejemplo, a los primeros Descamisados que lanzaron en mayo de 2016 se fueron sumando los Cook, los Arregui, los Jauretche y una enorme variedad que puede consultarse en su Web y Tienda Virtual.

¿Hoy venden en todo el país? “Sí, en todo el país. Sin cargos de envío y con porcentajes que se corresponden, a grandes rasgos, con los de la población de cada provincia (40% en provincia de Buenos Aires, 10% en Córdoba, 10% en Santa Fe), con pedidos que nos llegan desde Tierra del Fuego, Jujuy, Santa Cruz, Salta”, comentó Nicolás. “No especulamos con la estacionalidad; siempre mantenemos un margen de ganancia de entre el 12 y el 13 por ciento”, añadió.

Con el eslogan “Unidad de pensamiento y acción de la cabeza a los pies”, en Justicialistas afirman que “esta es una forma de militancia por la industria nacional”.

Cuando arrancaron con el proyecto en 2016, Germán Bolatti era encargado de compras de la fábrica Fiat (crédito imagen: Justicialistas)
Crédito imagen: Justicialistas
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