El día de la bestia: Una joya desconocida en estos pagos

Crédito imagen: Agenda Cine

El cine español nos ha dado mucho en las últimas décadas. Sin dudas, directores como Almodóvar, Amenábar o Fernando Trueba han sido baluartes del séptimo arte en el país ibérico. Pero creo que no hay dudas de que a la hora de destacar a un cineasta que pateó el tablero de lo conocido hasta el momento, ese es Alex de la Iglesia.

Nacido en el País Vasco, llegó a la gran pantalla en 1992 con su ópera prima, Acción mutante, una sátira sobre un grupo terrorista de gente discapacitada. Pero su consagración definitiva llegaría en 1995 con El día de la bestia.

Situada en Madrid un día de Nochebuena, la cinta cuenta la historia del Padre Ángel Berriatúa, un catedrático de teología que cree haber descubierto la fecha del nacimiento del Anti Cristo, el cual va a desatar el apocalipsis. El religioso llega a la conclusión que para evitar ese escenario deberá hacer todo el mal posible y de esa forma contactar con Satanás. En el camino, terminará conformando un séquito de personajes totalmente alocados.

De la Iglesia se ha caracterizado por un cine satírico que utiliza metáforas basadas en el terror y en el humor negro. Acción mutante (1992) era una metáfora sobre la banda terrorista ETA, y en años posteriores, su cinta Balada triste de trompeta (2010) mostraba una pelea a muerte de dos payasos de circo por una mujer, siendo ambos alegorías del bando republicano y el franquista con la bella chica como representación de España.

En este caso, la cinta tiene un guion tan magistral que cuenta una historia para realmente contar otra. Si bien la historia central cuenta sobre el sacerdote y su misión para salvar al mundo, la película, en el transcurso de la narración, está contando otra historia, sobre una Madrid sumida en la violencia racista y clasista de la cual los protagonistas terminan siendo víctimas también.

Es decir, el mensaje de la película habla de una sociedad distraída, donde aquí la religión y el esoterismo no es más que una metáfora de todo aquello que puede hacer mirar para otro lado al pueblo. Si pensamos a la España de los años 90, estamos hablando de una época considerada de oro por los historiadores, pero aquí la cinta pone el foco en otras cuestiones como el sensacionalismo de los medios y lo idiotizada que pueden quedar las personas por esa situación.

La cinta plantea un villano que posiblemente no exista en otra parte más que en la locura de sus personajes, pero a su vez hay villanos reales y que en el final aparecen. Aquí se puede ver cómo los enemigos que muchas veces se crean para obnubilar las mentes no son nada en comparación contra los verdaderos peligros que una sociedad puede enfrentar, y ese, a la larga es el verdadero mal a combatir.

Finalmente, la película está completa en YouTube (https://www.youtube.com/watch?v=_sOQnTw2K4E&ab_channel=%23ConUnPack).

Posee un encanto y una complejidad que cada vez que la vuelvo a ver encuentro detalles que no había notado. Como toda gran cinta tiene múltiples lecturas, y una dirección sublime por parte de Alex de la Iglesia que nos zambulle en una Madrid oscura y tenebrosa para entregar una sátira llena de humor negro sobre cómo encontrar y reconocer a los verdaderos demonios.

Alex de la Iglesia (crédito imagen: Indie Hoy)
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