Diez naves fabricadas en el Astillero estuvieron en Malvinas

El Astillero Río Santiago y las Islas Malvinas argentinas tienen una antigua relación con raíces de hierro: un total de 10 embarcaciones construidas en la planta naval de Ensenada tuvieron una participación clave en la guerra del Atlántico Sur. Ello generó una simbiosis entre los obreros de la emblemática empresa y la gesta de Malvinas, que se agiganta con el tiempo. Los buques, uno por uno

El Astillero Río Santiago que se levanta en Ensenada, sus obreros, edificaron a pulso de trabajo diario una relación de raíces tan profundas con las Islas Malvinas que, literalmente, se convirtió en inquebrantable.

Guiados siempre por el ideario de construir una gran marina mercante y de defensa nacional -que nunca tuvo continuidad a raíz de políticas despojadas del más mínimo sentido nacionalista por distintas dictaduras, pero fundamentalmente por la de 1976-1983, así como por gobiernos democráticos antipopulares-, los trabajadores y trabajadoras del Astillero fueron un pilar fundamental en la guerra del Atlántico Sur.

En ese contexto, hay que subrayar que fueron nada menos que 10 los buques fabricados en el ARS que tuvieron una participación medular en la guerra contra los ingleses. “Una razón más que explica la importancia estratégica del Astillero y el interés de muchos en vaciarlo”, afirmaron en el Museo de Ciencia y Técnica Naval de la emblemática empresa.

En ese sentido, recordaron que al destructor ARA Santísima Trinidad, buque insignia de la flota que desembarcó en las islas el 2 de abril de 1982 y que estuvo a punto de ser vendido como chatarra, y al BDT Cabo San Antonio (buque de desembarco de tanques), hay que sumarles 8 buques mercantes que cumplieron misiones esenciales como abastecimiento, inteligencia y transporte de materiales y personal. Todos fueron el fruto del “arte obrero” de los trabajadores del Astillero.

El ARS construyó esos buques para la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA) y para YPF.

Del auge peronista al cipayismo menemista

La ELMA nació el 30 de septiembre de 1960 bajo la presidencia de Arturo Frondizi, producto de la fusión entre las empresas estatales Flota Mercante del Estado y Flota Argentina de Navegación de Ultramar.

Esta última tuvo sus orígenes a fines del siglo XIX. En 1949 fue adquirida, ampliada y modernizada por el Estado nacional. La Flota Mercante del Estado, en tanto, nació en 1941.

Hay que subrayar la participación femenina. La mayor cantidad de mujeres que se movilizaron, lo hicieron en la marina mercante. Muchas de ellas fueron reconocidas como veteranas de guerra recién en 2013

Entre 1947 y 1951 la cantidad de pasajeros transportados aumentó 826,3 por ciento (de 1,9 millones a 17,6 millones). Y las cargas pasaron de 575,4 a 866,7 miles de toneladas. “La marina mercante a nivel mundial creció un 31 por ciento desde 1939 hasta 1951; en igual periodo, la marina mercante argentina lo hizo en un 286,6 por ciento. Se trató de uno de los mayores crecimientos registrados por una marina mercante a nivel mundial”, describieron historiadores navales, para añadir que a partir de 1948 se convirtió en la más importante del subcontinente, superando al gigante Brasil.

En 1956, la dictadura autodenominada Revolución Libertadora intentó destruirla. Pero quien lo logró fue el gobierno de Carlos Menem, que en los 90 la disolvió en el marco de la ley de Reforma del Estado. Contaba entonces con 26 buques.

El 16 por ciento, hecho en el ARS

Como se indicó, la marina mercante argentina tuvo un rol clave en la guerra de Malvinas, como el de prestar apoyo a todas las fuerzas en el área de conflicto.

En el Museo del Astillero Río Santiago citaron al director del Museo Marítimo “Ingeniero Pedro Cerviño”, Horacio Vázquez Rivarola, quien contó que “fueron 51 buques mercantes (más del 15,7% forjados en el ARS) con casi un millar de tripulantes, contando los relevos, que participaron en tareas estratégicas durante el conflicto. Algunas naves llevaron a cabo varias campañas”, añadió.

Hay que subrayar la participación femenina. “La mayor cantidad de mujeres que se movilizaron, lo hicieron en la marina mercante”, dijo Vázquez Rivarola.

Las mujeres de Malvinas: fundamentales y, en su momento, invisibilizadas

En ese contexto, hay que destacar que la oficial de radio Noemí Marchesotti, tripulante del carguero Río Cincel -uno de los 8 buques mercantes construidos en la planta naval de Ensenada-, fue “la primera mujer reconocida como veterana de guerra”.

Noemí fue parte de un grupo de 17 mujeres que fueron reconocidas como veteranas de guerra 30 años después (La Voz de Jujuy, 2 de abril de 2018).

Las condecoraron formalmente recién el 14 de marzo de 2013 (Sala Evocativa de Malvinas “Daniel Francisco Sirtori” – Centro de Ex Conscriptos Combatientes en Islas Malvinas de la Provincia de Entre Ríos, CECIMER).

Uno por uno

En el Museo de Ensenada hablaron sobre los buques mercantes que construyeron y que participaron de la gesta de Malvinas describiéndolos por sus funciones.

Así las cosas, en tareas de “abastecimiento a las islas” tomó parte el carguero Río Cincel.

Río Cincel

“Entre el 7 y el 10 de abril descargó módulos de pista para la base aérea. Fueron condecorados el buque y su tripulación por operaciones en combate”, se destacó. Como se mencionó, en esta embarcación estuvo la galardonada como veterana de guerra, Noemí Marchesotti.

Hubo cargueros que realizaron tareas de inteligencia. “Generalmente eran desviados de sus rutas normales de navegación para desplazarlos a proximidades de la Isla Ascensión y a otros puntos o zonas de interés, en los cuales podía obtenerse información sobre el enemigo por observación directa o escucha de su tráfico radioeléctrico”, se especificó.

El buque mercante Río de la Plata llegó a rodear la Isla Ascensión y a sorprender a la Fuerza de Tareas Británicas en pleno trabajo de concentración.

Río de la Plata

“Logró enviar las primeras informaciones precisas sobre la misma, hasta que fue sobrevolado por varios helicópteros que lo obligaron a alejarse del lugar. Pese a esta advertencia británica, el incidente no desalentó a las tripulaciones para persistir en cumplir con este tipo de misión”, relataron.

El carguero Almirante Stewart también se acercó peligrosamente a la base de Ascensión.

A esto debemos sumar la actividad realizada por los cargueros Río Teuco, Río Iguazú, Río Calchaquí y Dr. Atilio Malvagni.

Astillero Río Santiago y Malvinas

Río Teuco

Las tripulaciones del Río de la Plata y del Almirante Stewart recibieron condecoraciones otorgadas por la Armada Argentina al personal y buques de la marina mercante.

En cuanto al transporte de materiales y personal a puertos patagónicos, distintas embarcaciones nacidas en el ARS cumplieron misiones de transporte de material logístico bélico desde los puertos de Santa Fe, Buenos Aires y Mar del Plata hacia los de concentración en la Patagonia, como el Deseado y Punta Quilla.

Entre ellos se contaba el Lago Argentino, cuya tripulación también fue condecorada por sus servicios durante el conflicto del Atlántico Sur.

Finalmente, la Flota de YPF mantuvo durante el conflicto el abastecimiento de combustible a todos estos puertos, además de Comodoro Rivadavia, Río Gallegos y Río Grande (bases aéreas), a través del buque Florentino Ameghino, entre otros.

“El reconocimiento marítimo que abarcó todo el Océano Atlántico, desde el Canal de la Mancha y Gibraltar hasta la latitud del Río de la Plata, se efectuó con buques de la Empresa Líneas Marítimas Argentinas (ELMA), con naves de esa armadora nacional liquidada en los 90. Nunca titubeó en poner a disposición de la Armada sus recursos, tanto materiales como humanos”, dijo el capitán de ultramar, Edgardo Dell’Elicine, según destacaron en la planta naval ensenadense.

“Los de guerra”

Ya hemos contado en 90lineas.com que el buque insignia de la guerra de Malvinas, es decir, el que comandó la flota que desembarcó en las islas el 2 de abril de 1982, fue el destructor misilístico ARA Santísima Trinidad, construido en el Astillero entre 1972 y 1974.

Tan emblemática nave estuvo por ser vendida como chatarra por el ministerio de Defensa de la Nación, pese a que veteranos de guerra y obreros del ARS venían pidiendo desde hace años que les cedan la deteriorada embarcación para repararla y convertirla en un buque-escuela y museo permanente de la gesta de Malvinas. El año pasado, se frenó la medida.

Astillero Río Santiago y Malvinas

El Santísima Trinidad, que casi va a chatarra

La otra gran obra de la empresa naviera estatal fue el BDT Cabo San Antonio, un buque de transporte y desembarco de tanques.

Los BDT eran todos ex buques de la Marina de EEUU, construidos en el Astillero Puget Sound de Seattle en 1944. El San Antonio, como ya se sabe, fue obra de los trabajadores del Astillero de Ensenada, pero llevó esa sigla pues se fabricó según el diseño LST 1171 de la Armada estadounidense.

Con una capacidad para 20 tanques y 700 hombres con armamento completo, su construcción se decidió a fines de 1966 y se inició en 1967. Fue botado el 20 de julio de 1968, aunque entre 1970 y 1971
prosiguieron las tareas de sobre la unidad en el ARS. En 1971 se procedió a su alistamiento y se realizaron las primeras pruebas de la nave.

El 2 de abril de 1982, en ocasión del operativo Rosario sobre las Islas Malvinas, se asentó en su libro de viaje: “Navegando con oscurecimiento total, a las 5,30 horas se ordena cubrir puestos de combate (…) A las 5,35 horas se autoriza la entrada a Bahía Groussac (…) La entrada se realiza con marcaciones y distancia radar, dado que los focos se encontraban apagados. A las 5,45 horas se ordena al personal de IM (Infantería de Marina -ver foto-) ocupar estaciones de trasbordo y, a continuación, embarcar en los vehículos anfibios a oruga, dirigiéndose los mismos hacia Bahía Cork. A las 7,05 horas se fondeó e iniciaron operaciones de arriar los vehículos anfibios a ruedas, la artillería y el combustible (…) A las 11,10 horas se recibió la noticia de la rendición incondicional de las fuerzas inglesas”.

Astillero Río Santiago y Malvinas

Cabo San Antonio
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