La culpa no es del perro…otra muerte por ataque de dogos

Los accidentes, muchos graves y hasta mortales, con perros potencialmente peligrosos siguen ocurriendo. Y lamentablemente se sigue poniendo el foco en el animal, cuando el responsable absoluto es el dueño. ¿Para qué tener en casa perros con tendencia natural al dominio jerárquico y territorial? ¿Tremendamente poderosos y en muchos casos creados para cazar o para desempeñarse en ámbitos no familiares? Un experto platense se explaya largamente sobre este controvertido tema

Las noticias sobre ataques de perros potencialmente peligrosos a niños y no tan niños que terminan en heridas muy graves o incluso, en algún que otro caso, en la muerte de la persona, lamentablemente siguen apareciendo en los medios cada dos por tres. Una adolescente de 15 años murió el lunes 10 de julio de 2023 a la madrugada, a raíz de las heridas provocadas por dos perros raza dogo argentino que se escaparon de una casa y la atacaron en la ciudad de Córdoba, informaron fuentes policiales. Y un vecino los mató a cuchillazos.

Cuando estos lamentables sucesos ocurren, continúa la tendencia a poner la lupa sobre el animal, cuando en el 99% de los casos toda la responsabilidad es de aquel o aquellos que decidieron llevar a un perro de esas características a una casa de familia ubicada, además, en un barrio residencial.

El último hecho en el que perdió la vida la joven, que se llamaba Trinidad, ocurrió el domingo 9 de julio a la tarde en el barrio Estación Flores, en la zona sur de la ciudad, cuando ella salió a pasear y fue abordada en la vía pública por los animales en la calle Bucarest al 4800, tras lo cual fue derivada en grave estado e inconsciente al Hospital de Urgencias Municipal, donde murió al día siguiente. Los vecinos ya habían realizado denuncias por estos animales que tenían antecedentes de ataques a personas.

Y surgen las preguntas

¿El animal estaba debidamente entrenado desde que era apenas un cachorro de 45/60 días? ¿El dueño había tomado todas las medidas de seguridad que corresponden cuando se decide tener un perro potencialmente peligroso? ¿Lo eligió con previo asesoramiento profesional? ¿Era ese el perro indicado para tener en ese lugar?

En la inmensa mayoría de los casos, la respuesta a todas esas preguntas es negativa.

El adiestrador profesional platense Eduardo Chiappani, con una vasta experiencia sobre sus espaldas, al punto que supo ser convocado en algún momento por la facultad de Veterinaria de la UNLP para dar cursos, charló extensamente sobre el tema “perros potencialmente peligrosos” con 90lineas.com. Y casi en el arranque, lanzó una pregunta demoledora: “¿Para qué querés en tu casa, más todavía si vivís en un barrio familiar, un dogo argentino, un perro concebido para cazar jabalíes y pumas?”.

En un pasaje del libro La historia real del Dogo Argentino, se cuenta que a principios del siglo XX se creó “una variedad de perros capaces de cazar en (…) tierras de cultivo y bosques, capaces de perseguir, alcanzar y matar a la presa, o al menos agarrarla hasta la llegada del cazador”. Esas presas eran, en efecto, jabalíes y animales por el estilo.

Para qué

¿Para qué un dogo u otro perro potencialmente peligroso en ámbitos familiares, con niños y ancianos? Difícil respuesta para una pregunta muy atinada que podría abarcar a numerosas razas de perros, y que Eduardo le hace a todo aquel que le pide un consejo a la hora de comprar uno de raza. “Ante todo le digo, ¿para qué lo querés?. Y es que cada raza tiene predisposición a determinadas conductas, porque cada una fue creada para una funcionalidad particular”, subraya.

Luego vendría un cuestionario breve pero contundente que apuntaría a saber dónde y con quiénes va a vivir el animal, y si la persona tiene experiencia con ese tipo de perros. “Llevar uno a casa implica 15 años promedio de convivencia y una enorme responsabilidad”, advierte, para contar que son muchos los casos de animales abandonados por conductas contrarias, o sea, irresponsables.

Los perros que más aparecen en las noticias, ¿son cruzas? “La mayoría no. Son razas propiamente dichas, bastante establecidas y bien conocidas”, dice Eduardo Chiappani. Aunque aclara que “pueden aparecer algunas cruzas; existen cruzas de rottweilers con dogos, de pitbulls con rottweilers. Sí, existen, pero no es lo más frecuente”.

“Quienes no tienen sobrada experiencia con este tipo de animales, no deben adquirir uno de carácter dominante y de tamaño importante” (Eduardo Chiappani, adiestrador profesional)

¿Y qué busca la gente al comprar estas razas? “La inmensa mayoría busca básicamente dos cosas. En primer lugar, perros de seguridad. Y para ello optan por un porte importantísimo, que sea intimidante, características que se refuerzan cuando se hacen ciertas cruzas. En otros casos buscan perros con mucho porte para el negocio de las peleas, que lamentablemente siguen existiendo. Creo yo que menos que antes, pero que las hay, las hay”, afirma.

No obstante, hace hincapié en el primer caso, la seguridad, para lo cual se opta por “un perro tremendamente poderoso, que impacte visualmente; básicamente pasa por ahí la cosa”.

Perros peligrosos

El adiestrador Eduardo Chiappani

¿Qué es lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un perro? “El ambiente donde se va a desarrollar. Si es una casa con chicos y personas mayores, frecuentada por mucha gente, ahí sí hay que tomar una determinación particular. Lo del barrio es relativo”, opina Eduardo, pero enseguida aclara que “ello siempre y cuando se adopten todas las medidas de prevención adecuadas, es decir, lo que se conoce como tenencia responsable. En tal caso, la barriada no debería influenciar en la elección”.

Ahora bien, ¿cuáles son esas medidas de prevención adecuadas? El instructor profesional enumera: “El perro debe tener muy buen estado de salud, o sea, contar con todas las vacunas correspondientes; el dueño tiene que colocar un cerco perimetral apropiado para el animal en cuestión; contar con portones adecuados, y colocar señalizaciones a la vista de todo el mundo advirtiendo que en ese lugar hay uno o varios perros con equis características”. ¿Cuántos dueños de perros potencialmente peligrosos hacen esto? Huelgan las palabras…

Vale recordar que en la Comuna platense los vecinos pueden inscribir a los perros potencialmente peligrosos, una iniciativa enmarcada en la ley provincial Nº 14.107 y en la ordenanza municipal Nº 9.548, normativas que abarcan a las siguientes razas: rottweiler, pit bull terrier, dogo argentino, fila brasileño, american staffordshire, staffordshire bull terrier, mastiff, bullmastiff, doberman, dogo de Burdeos, mastín napolitano, bull terrier, presa canario y akita inu.

Carácter conocido

El experto recomienda que “en todos los casos, en todos -subraya-, hay que buscar perros de carácter conocido. ¿Qué quiere decir esto? Que hay perros que tienen mucha predisposición al dominio jerárquico y territorial. Y nosotros, cuando un perro es de raza, eso ya lo sabemos. Así las cosas, cuando la gente quiere un perro uno tiene que orientarlos básicamente en ese sentido”, apunta, para disparar una recomendación en forma tajante: “Quienes no tienen sobrada experiencia con este tipo de animales, no deben adquirir uno de carácter dominante y de tamaño importante”.

Perros peligrosos

“Es sabido que la mayor parte de los ataques se producen puertas adentro de las casas donde viven los propios perros. Si bien los hay, los ataques puertas afuera son los menos”, puntualiza, para reiterar que ello es así “si se toman, obviamente, las medidas de cuidado que corresponden respecto de los perros que se consideran potencialmente peligrosos”. Da un consejo simple: con uno de más de 20 kilos y algunas características particulares (carácter dominante, por ejemplo), ya hay que tomar todas las medidas de prevención de casa hacia afuera”.

La familia jauría o manada

¿Cómo se maneja un perro respecto de la familia?

“Hay que hacer una muy buena elección del perro, y si es de raza, una muy buena selección dentro de esa elección. Se debe comenzar con una educación muy temprana, a partir de los 45 ó 60 días ya se puede comenzar a educarlo. La educación es para el perro, claro, pero fundamentalmente para los integrantes de la familia. De acuerdo a las características del animal, uno ya orienta a las personas sobre qué tienen que hacer”, detalla Chiappani.

¿Si hay chicos en casa? “En casas con chicos, obviamente no se recomienda tener perros de estas características, es decir, que tengan predisposición a la dominancia jerárquica y territorial, y sobre todo que no sean de tamaño muy grande”, indica, aunque hace una salvedad: “Debemos tener en cuenta que son todos perros, y las características de especie están presentes en todos ellos. Por eso es tan importante la elección como la educación para evitar cualquier situación futura”.

“Yo creo que la gente, teniendo las herramientas adecuadas, puede evitar todas las situaciones. Siempre vas a tener a aquel que está decidido a tener un perro de estas características. Y lo va a tener. Está en nosotros advertirlos sobre los pros y los contras de poseer un perro así”, realza.

“¿Para qué querés en tu casa, más aún si vivís en un barrio familiar, un dogo argentino, que es un perro que fue concebido para cazar jabalíes y pumas?” (Eduardo Chiappani)

¿El perro va a buscar un lugar alto en la escala jerárquica? “Los perros son animales obligatoriamente sociales. Ellos se incorporan al grupo familiar como una ‘familia jauría’ o ‘familia manada’, como si la familia fuera una verdadera jauría. Y así como en la naturaleza los perros establecen órdenes jerárquicos bien definidos a partir de los cuales existe un respeto y una obediencia absolutas, lo mismo ocurre en casa”.

Eso es lo que debemos buscar con nuestros perros -resalta-, que nos reconozcan en un rango superior jerárquicamente hablando. A partir de allí tendremos un manejo absolutamente adecuado y la relación va a ser muy buena. Pero si no logramos establecer ese vínculo, la relación empieza a tener dificultades. Sabemos que durante toda su vida, aunque sobre todo en los primeros meses, particularmente entre los 5 y los 7 meses, todos los perros entran en una etapa que se llama ‘de desafío’. La gente suele describirla diciendo que el animal ‘está rebelde’. En realidad, nos está evaluando desde el punto de vista jerárquico. Si actuamos en consecuencia, las cosas van a salir bien. De lo contrario, vamos a sufrir”, sentencia.

Perros peligrosos

Finalmente explica que “lo ideal es llegar al año con un perro educado, pero fundamentalmente que nos inspire muchísima confianza. Por ejemplo, que podamos dejar a nuestros chicos con los perros y nosotros poder tomar una siesta y despreocuparnos de la situación. Cuando no sucede eso, evidentemente hay algo que no está bien, algo que no se hizo bien. Entonces, la falta de confianza lleva a que uno tenga manejos inadecuados, y empieza todo un trastorno de convivencia”.

En cuanto a la tenencia responsable de animales, dice que “prácticamente no hay ningún tipo de difusión, ningún tipo de educación. Creo que sería fundamental dar charlas en las escuelas, sobre todo en el nivel secundario, o que las veterinarias organicen grupos de propietarios de perros para recibir una charla. Y también deben tomarse medidas a nivel municipal”.

Perros peligrosos

Agustín Nores Martínez contó que en 1925 su hermano Antonio «desarrolló la idea de crear, a través del mestizaje de varias razas existentes, una variedad de perros capaces de cazar en nuestras propias tierras de cultivo y bosques, capaces de perseguir, alcanzar y matar a la presa, o al menos agarrarla hasta la llegada del cazador» (extracto del libro La historia real del Dogo Argentino, compilado por el Dr. Víctor Valino – Club de Caza)
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