Encuentro en el río, el tema que Federico Moura dedicó a sus fans sabiendo que se moría

Federico Moura (crédito imagen: calambre stickers)

Año 1987. Federico Moura sabía que tenía Sida. Y en ese entonces, como definió su hermano Marcelo, eso significaba “una sentencia de muerte”. Así y todo, el cantante de Virus le pidió a Eduardo Costa, un gran amigo y reconocido artista plástico que vivía en Nueva York, que escribiera una letra “para despedirse de su público”. Nació así Encuentro en el río, primer tema del lado B del último álbum de la banda platense con Federico en vida, titulado Superficies de placer.

Costa cuenta en el excelente documental Imágenes Paganas que “él tenía devoción por su audiencia”, y que por ello quería hacer una canción de despedida, aunque no era una despedida para siempre, pues “les dice a sus oyentes que se va, pero que se reencontrará con ellos una y otra vez mediante su música”.

Prolongaré mi sonido azul
Por los parlantes te iré a buscar

El río musical
Bañando tu atención
Generó un lugar
Para encontrarnos

¿Cuánta fortaleza hay que tener para, sabiendo que la muerte está a la vuelta de la esquina, grabar un disco completo, una canción de despedida de los fans y, por si fuese poco, el video de ese tema? Cuán difícil -imposible, diría- resulta ponerse en los zapatos de Federico Moura.

La situación me remonta, automáticamente, a la charla telefónica que tuvo Luis Alberto Spinetta con Cristina Bustamante, su primer amor y musa de Muchacha ojos de papel. Relató ella tras la muerte del Flaco que tres meses antes habló con él: “Me contó que estaba muy enfermo. Yo antes le había mandado un mail y él, en su estilo críptico de toda la vida, me lo contestó y me pareció que algo andaba mal. Lo llamé y me confirmó que estaba muy enfermo, pero me dijo algo que me conmovió: ‘Estoy preparado para esto. Vengo preparándome toda la vida para este momento. Y yo ya dije todo lo que tenía que decir’.

Cuánta fortaleza espiritual, la de uno de los fundadores y la de uno de los refundadores del rock argentino.

Eduardo Costa y Federico Moura (crédito imagen: YouTube)

“Federico Moura grabó Superficies de placer sabiendo que iba a morir. Las letras de ese disco fueron escritas luego de que el cantante se enterara de que era portador de VIH. Según Marcelo, su hermano, quiso dejarle un mensaje a sus seguidores con la canción Encuentro en el río musical: ‘De todo nos salvará este amor, hasta del mal que haya en el placer’, dice la letra”. Esta es una de las “Seis cosas que no sabías de Virus”, artículo escrito en Rolling Stone en noviembre de 2014 por el periodista especializado en rock, Oscar Jalil, a raíz de la publicación del libro Virus, de Marcelo Moura.

El propio tecladista de Virus -y hasta hoy vocalista de la banda por pedido de Federico desde la cama– relató que tras el tremendo éxito del disco Locura, que fue número uno en América Latina, se fueron a Brasil para iniciar la grabación de nuevo material. Los platenses tenían un contrato con la compañía discográfica que los obligaba a hacer un LP por año y con un mínimo de ocho temas.

“Ni bien llegamos a Río de Janeiro Federico se empezó a sentir mal, enfermo, con gripe. Estábamos en un estudio de Red O Globo, con Roberto Carlos de un lado y Xuxa del otro”, rememoró, para enfatizar: “Federico no mejoraba. Empezamos a ir a médicos, que le hicieron los primeros chequeos. Hasta que uno le pidió un análisis de HIV, que en ese momento era una sentencia de muerte.

Jorge «Pico» Moura con sus hijos Federico (13), Julio (8) y Marcelo (4), en el año 1964 (crédito imagen: Gente/Infobae)

“El peor momento de mi vida fue cuando fui a buscar el resultado del análisis y lo leí, sentado en el cordón de la vereda, en Ipanema. No había nada en ese momento (para tratar el Sida). Y no se sabía nada. Recuerdo que lo acompañaba al médico y el tipo me daba la mano a mi solo, a él no. Hasta que un día le dije y me respondió: ‘Es que no sabemos cómo se contagia’. Y le dije ‘entonces no nos des la mano a ninguno de los dos’”.

“Había una ignorancia total”, apuntó, casi disculpando al médico, pues relató que él se mudo con Federico y “le pasaba alcohol a los vasos, tosía y yo me tapaba la cara, tomábamos precauciones, obviamente”.

“Federico lo sabía”

Consultado por el conductor Andy Kusnetzoff sobre lo duro que debe haber sido darle la noticia a Federico, su hermano Marcelo afirmó que “igual, él lo sabía, porque hay ciertas manchas que tiene la enfermedad que él las tenía, aunque no en lugares visibles. Me di cuenta porque cuando le mostré el resultado del análisis no hubo ningún cambio en él; se lo veía venir”.

“Federico fue muy hombre”, subrayó Marcelo, recordando la discriminación que sufrió su hermano. Antes de grabar Locura en 1985, la compañía discográfica le pidió que no revelara su homosexualidad por temor a que perdiera a parte del público femenino que estaba perdidamente enamorada de él.

Fue tan salvaje la proposición, y era tal la personalidad del líder de Virus, que redobló la apuesta. Muy enfadado, le dijo al directivo de la compañía: “Usted ocúpese de su trabajo, que yo me ocupo del mío”. Y compuso la canción Sin disfraz, donde canta “En taxi voy hotel Savoy y bailamos”, un mensaje que quizás en el momento pasó inadvertido para muchos, pero en los ‘80 el hotel Savoy era el lugar donde la comunidad gay organizaba encuentros privados y fiestas.

Eduardo Costa por dos

Como dijimos, el artista plástico Eduardo Costa, con quien Federico vivió en Brasil a finales de los ‘70, ya estaba desde hacía años radicado en Nueva York -donde alcanzó un enorme éxito- cuando su amigo le pidió que escribiera la letra de la canción con la que quería despedirse de sus seguidores.

Pero un par de años antes, Costa tuvo un papel clave en el tema Una luna de miel en la mano, que hasta hoy se considera el mayor éxito de Virus y que, en realidad, nació a los tumbos, como suele suceder con muchas de las grandes canciones de la historia.

“Yo vivía en Nueva York y un día me llama Federico y me dice ‘quiero que escribas una letra para Virus’. ¿Pensaste que sea sobre alguna cuestión en particular?, le dije. Y me respondió: ‘Sí, sobre la masturbación’. Y se me ocurrió así la letra de ‘Una luna de miel en la mano’, que habla justamente de eso y que es una frase de un personaje de la obra Ulises (1922), de James Joyce”, contó el artista a La Nación hace unos años.

El personaje en cuestión, llamado Buck Mulligan, es en la ficción de Joyce el encargado de escribir una pieza teatral llamada Cada uno tiene su propia esposa o una luna de miel en la mano: una inmoralidad nacional en tres orgasmos (Everyman His Own Wife Or, A Honeymoon in the Hand: A National Immorality in Three Orgasms), detalla un artículo publicado en Diario de Cultura.

¿Y la música? Eso lo contó Marcelo Moura en La Viola Web. “Una anécdota muy simpática del disco Locura es que, como ya en Relax éramos populares, las giras se fueron extendiendo y nosotros por contrato discográfico teníamos que componer un disco por año. Entonces se nos fueron acortando los espacios para componer y a esa altura teníamos sólo siete canciones. El productor nos dijo que mínimo tenían que ser ocho. Como habíamos grabado en Buenos Aires, cuando viajamos a Nueva York a mezclar, en el avión -cuando aún se podía fumar en un sector- nos fuimos con Julio y Federico con una guitarra e hicimos la base del tema que faltaba. Ya en Nueva York, un amigo (Eduardo Costa) le puso la letra. Fue algo muy improvisado y es, nada más y nada menos, el tema más famoso de la historia de Virus.

Encuentro en el río

Aflojaté, sonríe fugaz
Mi cuerpo astral tomará tu ser
Incierta pasión nace en mi alma
Presintiendo un oyente ideal

De todo nos salvará este amor
Hasta del mal que haya en el placer
Prolongaré mi sonido azul
Por los parlantes te iré a buscar

Descifrarás todos los enigmas
Que deje el río al pasar
Collar de peligros desarmaré
En el desierto sus cuentas caerán

El río musical
Bañando tu atención
Generó un lugar
Para encontrarnos

Encuentro en el río (Virus – 1987)

Bonus track.- Sin disfraz (Virus – 1985)

Salir de la versión móvil