Los clubes y sus hinchas deberán desempolvar las calculadoras

Con el nuevo torneo de AFA vuelve un viejo conocido: los promedios

Los clubes y sus hinchas vuelven a tomar la calculadora

En vísperas al comienzo de una nueva temporada del fútbol argentino, que tendrá por enésima vez un nuevo formato de torneos, vuelve a visitar a los clubes de Primera División un viejo conocido: los promedios.

Si bien realmente nunca se habían marchado, lo cierto es que la pandemia obligó a la AFA a tomar decisiones respecto de los ascensos y descensos a las distintas categorías. A pesar de que las medidas fueron hechas y deshechas sobre la marcha y los descensos suspendidos hasta nuevo aviso, los promedios, que se habían mantenido en la clandestinidad durante un año, volvieron a ver la luz.

Resta conocer los detalles de cómo procederá en 2022 el sistema de descensos a la Primera B Nacional, algo que a vista de los acontecimientos recientes es mucho pedir. La certeza es que para esta temporada 2021 que quedará desfasada respecto al calendario internacional ya que irá de febrero a diciembre, los puntos obtenidos sumarán para la tabla de los promedios, aunque ningún equipo de primera perderá la categoría hasta el año siguiente. En principio, los puntos obtenidos durante la temporada 19-20 serán añadidos a la tabla, pero será motivo de discusión durante gran parte de este año.

 

Los promedios se llevaron por delante también a los considerados ‘equipos grandes’

EL ORIGEN

Históricamente se ha dicho que los promedios fueron inventados en los ‘80 en beneficio de los equipos grandes con intención de salvarlos del descenso, pero lo cierto es que existen hace muchos años más. Otro dato importante: desde la profesionalización del fútbol argentino en 1931 todos los equipos han sufrido el descenso excepto Boca.

El sistema se implementó por primera vez en 1957. En aquella época el torneo de Primera División estaba compuesto por 16 equipos, se jugaban 30 fechas, y la victoria otorgaba dos puntos. Para realizar la tabla de los promedios se tomaron los puntos obtenidos en la temporada de 1956 y se dividió por dos, resultando Ferro el primer club que sufrió el descenso con esta modalidad. Para 1958 se sumó una temporada más, la división se hizo por tres y la pérdida de categoría le tocó a Tigre.

En 1959 el afectado volvió a ser Tigre y en 1960 cayó Central Córdoba. Hasta ahí, la situación había coincidido: todos los equipos descendidos con este nuevo sistema habían quedado también en el fondo de la tabla de la última temporada, por lo que no surgieron demasiadas discusiones al respecto.

Sin embargo, el conflicto afloró en 1961. Para ese año se decidió agregar un descenso más y Lanús, a pesar de haber quedado 12º en el torneo, perdió la categoría junto a Los Andes. A quien ahora sí sonrió el sistema fue a Ferro que, si bien fue anteúltimo, el 4º lugar obtenido en 1959 y el 15º puesto de 1960 contribuyeron a mantenerlo en Primera.

Finalmente, en 1963 se decidió suspender los promedios y se retomó el viejo y efectivo mecanismo: los dos últimos de la tabla perderían la categoría.

EL REGRESO

Fue casi veinte años después, en 1981, cuando las autoridades del fútbol argentino volvieron a hablar de este sistema. Ese año descendió San Lorenzo, siendo la primera vez en la historia que un equipo de los considerados ‘grandes’ se iba al descenso. Dos años después, para el Torneo Metropolitano de 1983, sería oficial la vuelta de los promedios. Los sepultados fueron Racing y Nueva Chicago, y el gran beneficiado River, que tras una pésima campaña cosechó tan solo 29 puntos para quedar anteúltimo por encima de Racing de Córdoba.

A River le tocaría perder la categoría muchos años después, en 2011, tras disputar la promoción frente a Belgrano. San Lorenzo la jugaría en 2012 pero mantendría la categoría, y dos años después, ya sin promociones, sería el turno de descender para Independiente.

El ya conocido papelón ocurrido durante la temporada 2019-2020 fue la frutilla del postre: Tigre se coronó campeón pero descendió y disputó al año siguiente la Copa Libertadores al mismo tiempo que intentaba retornar a Primera División, objetivo que aún no ha conseguido.

La tristeza y la alegría, en ese orden: Tigre descendió y dos meses después salió campeón. Otro papelón de la AFA

Durante las semanas de debate acerca del nuevo formato de los torneos algunos optimistas eligieron creer que el mecanismo perverso que proponen los promedios iba a ser finalmente descartado, pero lo cierto es que los clubes argentinos deberán volver a tomar la calculadora. El por qué de la insistencia de las autoridades del fútbol local para perpetuar dicho sistema, que ya ha demostrado que no funciona, resta por descubrir.

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