Autopartes, el eslabón más débil de la recuperación automotriz

El año pasado esa actividad se contrajo 26,6%, pero en el último trimestre creció 2,1% interanual. Este repunte coincide con una mayor demanda de la industria nacional que necesita cada vez más insumos fabricados en el país

El sector autopartista resultará clave en la recuperación de la actividad automotriz, de acuerdo a las planificaciones hechas por el Gobierno

La producción de autopartes durante 2020 cayó un 26,6% interanual, aunque en el último trimestre del año cerró con una tendencia de recuperación al ubicarse la actividad 2,1% por encima del último trimestre en 2019, de acuerdo con un informe sectorial privado, en el marco de un crecimiento en la producción de autos nacionales coincidente con una mayor participación de los vehículos made in Argentina  en los patentamientos totales del país.

Según el Índice de Producción Industrial (Indec), la fabricación de autopartes se redujo un 26,6% en 2020, mientras que entre octubre y diciembre, la actividad se encontró 2,1% por encima del último trimestre en 2019, destacó un informe de la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES).

«La producción de automotores está teniendo un impacto parcial en la industria autopartista por la falta de tracción de las exportaciones y dificultades con las importaciones de insumos para la producción», se explicó al destacar que recién en noviembre se produjo «la primera alza interanual tras 21 meses».

El trabajo precisó que hasta diciembre de 2020 las ventas del sector alcanzaron los U$S 3.382 millones, un descenso del 21,4% respecto del año 2019, aunque refleja una recuperación en el último tramo del año ya que hasta agosto la caída era de 29,5% interanual.

«Las terminales locales aumentaron los pedidos más de lo esperado por el repunte registrado de las ventas, con especial interés en los modelos de origen nacional, ante las limitaciones referidas al stock de modelos importados», planteó el informe.

En tanto, en el mismo período las exportaciones totalizaron U$S 1.236 millones en 2020 y se contrajeron un 27,5% con respecto al 2019, mientras que las importaciones ascendieron a los U$S 7.152 millones, lo que derivó en un descenso de 17,3% interanual.

El saldo comercial fue deficitario en USS 5.916 en la reseña de todo 2020 y se redujo un 14,8% interanual (o su equivalente a U$S 1.029 millones) respecto del mismo período del año pasado, coincidente con el impulso que el Gobierno busca darle a la producción nacional y al incremento den la participación de componentes nacionales en la fabricación de vehículos en el país.

Para Alejandro Ovando, director de IES Consultores “un mercado interno que se orienta cada vez más hacia modelos 0km de origen nacional favorece la producción de las terminales locales y motivará un aumento de las fabricación de partes en los próximos meses”.

Pese a la mejora, las automotrices radicadas en el país tienen dificultades para operar en forma absolutamente normal, lo que explica la suspensión de turnos en especial por las trabas para importar o por la falta de divisas para pagar los insumos al exterior

Además la pandemia también mete la cola dado que muchas piezas que se utilizan para fabricar en el país provienen de países o regiones que sufren la segunda ola de contagios y en algunos casos con vuelos suspendidos hacia Argentina.

También las condiciones sanitarias reducen el personal, lo que hace que  las operatorias sean más lentas, a lo que se añade una mayor demanda internacional, luego de la caída del año pasado a nivel global, otro daño colateral de la pandemia.

Y como si fuera poco , muchos operarios se resisten a hacer horas extras o trabajar feriados porque el plus salarial se esfuma por el impuesto a las Ganancias, que pese al proyecto para que sea parcialmente derogado sigue plenamente vigente y mientras tanto muchos empresarios confían en que el nuevo piso de  $150.000 se haga realidad.

Por el lado de los importadores, hubo una cierta sensación de alivio porque se esperaba una nueva vuelta de tuerca respecto a los cupos asignados el año pasado, que finalmente no se produjo, ya que se mantuvo casi los mismos fondos. Claro, la duda es si el Gobierno cumplirá con lo prometido, una posibilidad directamente atada a la evolución del ingreso de divisas.

Por ejemplo los concesionarios de automóviles de la provincia de Misiones avizoran un año complicado debido a las restricciones impuestas en las importaciones de vehículos. Esto sumado a los problemas en las líneas de producción nacional, a las demoras en las entregas, la falta de stock y las variaciones de precios. Si bien las ventas se mantienen constantes, aseguran que no hay suficientes unidades para satisfacer la demanda.

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