Luego de años de reclamos que no fueron escuchados, la populosa localidad de Angel Etcheverry tendrá un gran edificio escolar donde se encuentra emplazada la histórica Escuela Primaria Nº 61, en la intersección de las calles 52 y 235.
Con dinero proveniente de la Nación a través del Fondo de Financiamiento Educativo (más conocido como Fondo Educativo, a secas), una herramienta que creó el Gobierno central en el año 2013 para fortalecer la financiación educativa a través de los municipios, se levantará un edificio de dos plantas que solucionará el viejo problema de falta de plazas para los chicos y chicas de esa vasta zona platense.
Según detallaron a 90lineas.com fuentes oficiales de la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense (DGCyE), el proceso de la obra siguió los pasos que contemplan las normativas para estos casos.
Ello implicó la confección de un expediente con el proyecto de la obra y su presupuesto por parte del Area de Infraestructura Escolar de la cartera educativa provincial, el cual fue girado a la Municipalidad para que esta se haga cargo de la licitación y ejecución de los trabajos, íntegramente financiados -como se explicó- con el Fondo Educativo proveniente del Ejecutivo nacional.
Tal como se indicó, el Fondo Educativo fue creado por el Gobierno nacional en el año 2013. En la DGCyE bonaerense describieron cómo funciona, algo que, lamentablemente y a pesar de haber pasado siete años, muchos integrantes de la comunidad educativa, incluyendo directivos, docentes y cooperadoras de madres y padres todavía desconocen (quizás no sea casualidad, pues durante años no fueron pocos los municipios que no destinaron esos fondos para educación).
“El Fondo de Financiamiento Educativo se alimenta de una parte de la coparticipación provincial, que tiene que ser destinada sí o sí a la inversión en educación, ciencia y tecnología”, apuntaron en el ministerio, para añadir: “las transferencias a las provincias por parte de Nación son automáticas, igual que las que se realizan desde cada provincia a los municipios”.
Como se ve, el Fondo Educativo es una herramienta para financiar a la educación que reciben todos los municipios del país. Y se trata de un dinero muy importante que las administraciones comunales perciben cada año, de enero a diciembre.
“En la provincia de Buenos Aires -ampliaron en la cartera educativa de la PBA-, de los fondos recibidos por Nación bajo este concepto, el 16,14% se transfiere a los 135 municipios bajo coeficientes definidos por la DGCyE”.
Continuaron: “los municipios que integran el área territorial del Conurbano bonaerense, de acuerdo al artículo 1º de la ley 13.473, deben afectar, como mínimo, un 50% de estos recursos a infraestructura escolar, mientras que los restantes distritos deben destinar a ese rubro clave un 40% (artículo 43 de la ley 15.225)”.
Esta diferenciación está íntimamente relacionada con el estado edilicio de las escuelas del Gran Buenos Aires en comparación con las de la inmensa mayoría de las comunas del interior provincial. Sin embargo, hay que subrayar que la ley nacional deja bien en claro que el 100% del Fondo Educativo debe ser destinado por las municipalidades a educación, ciencia y tecnología.
ETCHEVERRY, CON TODO LISTO DESDE HACE UN MES
Las fuentes oficiales del Gobierno provincial puntualizaron, en diálogo con 90lineas.com, que “el mes pasado la Dirección General de Cultura y Educación entregó a la Municipalidad de La Plata la documentación digital del legajo para la ampliación de la Escuela Primaria Nº 61, con el proyecto y presupuesto oficial”.
E insistieron en que “corresponde a la Comuna llamar a licitación para la ejecución de la obra que se financiará a través del Fondo Educativo”.
En 2020, como se recordará, en la Escuela 61 de Angel Etcheverry se cayó parte del techo del edificio, por cuyo estado las autoridades y la comunidad en general venían reclamando desde el año 2015.
El grave episodio pudo ser una tragedia, teniendo en cuenta que ocurrió a las dos y media de la tarde. Pero quiso Dios que nada ocurriese porque, en esos días, el país todo se encontraba en aislamiento social, preventivo y obligatorio (cuarentena) a causa de la primera ola de Covid-19.
A fines de febrero último, si bien desde la Provincia aseguraron que habían comenzado a dar los pasos necesarios para aislar la zona del accidente con el objetivo de que se retomaran las clases presenciales, no se llegó a cumplimentarlos para el 1º de marzo, fecha de inicio fijada por el calendario escolar oficial.
No obstante, una semana más tarde, los alumnos y alumnas ya estaban ubicados en las burbujas educativas correspondientes. Hasta que, como en todos lados, el azote de la segunda ola de coronavirus volvió a cambiar presencialidad por virtualidad.
Lo importante es que, pensando a futuro, los chicos y chicas de Etcheverry ya no deberán viajar a otras localidades de la ciudad o incluso hasta el centro porque no consiguen una plaza en “su” escuela. Mediante los fondos de Nación, el proyecto de Provincia y la licitación del Municipio, en breve comenzará a levantarse un edificio prácticamente nuevo de dos plantas.