El maestro marxista que jaquea al establishment peruano

En unas elecciones donde compiten dos proyectos antagónicos de país, el docente de la región andina, Pedro Castillo, conserva una mínima ventaja sobre la ultraderechista Keiko Fujimori -quien por supuesto ya apeló al recurso de hablar de fraude-, quien está acusada de todos los delitos imaginables por la Justicia y con pedido de casi 31 años de prisión, pero apoyada por el poder económico debido a su defensa del neoliberalismo. ¿Un laboratorio para otros países de Latinoamérica? En Chile ya ganó la ultraizquierda. Brasil se prepara para un Lula vs. Bolsonaro

Pedro Castillo (51), aventajaba por más de medio punto porcentual (50,2% a 49,7%) a la postulante apoyada por el poder económico, Keiko Fujimori (45)

Avanzada la madrugada de hoy, martes 8 de junio de 2021, con el 96,8% de las actas escrutadas, el candidato a presidente por el partido marxista-leninista Perú Libre, el maestro rural de primaria, sindicalista docente y líder social del Perú profundo y pobre, Pedro Castillo (51), aventajaba por más de medio punto porcentual (50,2% a 49,7%) a la postulante apoyada por el poder económico, Keiko Fujimori (45), la hija política y de sangre del ex dictador (1990-2000) Alberto Fujimori, quien cumple una condena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción.

El conteo de votos entró en un cuello de botella a la espera de sufragios de zonas rurales y de la votación de los peruanos que viven en el extranjero. Estos últimos, que llegarán entre hoy y mañana, son la última carta de la candidata ultraderechista del partido Fuerza Popular, quien en campaña prometió la libertad de su padre e instaurar una “demodura”, algo así como una democracia guiada por la mano dura. Herencia paterna.

Sin embargo, según detallan algunos medios de Perú, del millón de peruanos habilitados para votar en el extranjero sólo lo hicieron menos de 4 de cada 10. Por caso, en Argentina apenas sufragó el 37% de quienes podían hacerlo. Así, hasta ayer, lunes 7 de junio, la ventaja para Fujimori que le llegaba desde el exterior era de unos 18 mil votos, cuando Castillo se acercaba a los 100 mil de diferencia en la general, aún con actas del sector rural (donde ha llegado a obtener hasta el 80% de los sufragios) por computar.

Con todo, la ventaja, que al comenzar el recuento general favorecía a la ultraderechista gracias al voto de Lima y se fue dando vuelta con la llegada de las actas de la región andina y las zonas rurales, es tan estrecha que ya muchos temen nuevos problemas de gobernanza en el Perú. Más teniendo en cuenta que los proyectos de Fujimori y Castillo son antagónicos.

PRIMER ROUND Y DESPUÉS

Recordemos. El 11 de abril, un Perú desgarrado -en los últimos cuatro años tuvo cuatro presidentes y los últimos seis mandatarios fueron acusados de corrupción- concurrió a las urnas. Los 18 candidatos que se presentaron al comicio ahorran explicaciones sobre la crisis política que azota al país, consecuencia de otro azote: 30 años ininterrumpidos de ultraliberalismo que iniciaron con la elección del padre de Keiko, Alberto Fujimori, quien terminó disolviendo el Congreso y el Poder Judicial a sangre y fuego e instaurando una feroz dictadura bajo la excusa de combatir al grupo terrorista-maoísta Sendero Luminoso.

Pedro Castillo fue la gran sorpresa (al menos para el establishment, no así para los desclasados de las zonas rurales y de la selva peruana que lo votaron masivamente). Cuentan que la noche del 11 de abril, la CNN comenzó a pedirles a los periodistas locales una foto y referencias del maestro de escuela primaria porque no tenían la más mínima idea de quién era. Fue algo similar al “santiagueño que dentro de diez años podría terminar sorprendiendo y gobernando Argentina”, como proyectó en tono de advertencia y con cara de pánico el primer ministro de Hacienda de Mauricio Macri, el asesor de grandes fortunas vernáculas -como la de la familia Fortabat-, el radical Alfonso Prat Gay.

Castillo obtuvo en primera ronda casi 20% de los votos frente a 13/14% de Fujimori. Al día siguiente, el establishment peruano inició, como era de esperar, una furibunda campaña contra el maestro rural.

Sobre el líder de la huelga docente de 75 días que ganó al país en 2017 en reclamo de salarios y condiciones laborales dignas, ni siquiera existe una sospecha de haberle robado dos caramelos a su abuelita de niño (todo lo contrario de su rival, como veremos más adelante). No obstante, los poderes fácticos no ahorraron recursos para convertirlo en una suerte de Satanás mediante fake news (lo ligaron a Sendero Luminoso cuando en rigor lo combatió) y el agite del fantasma del comunismo.

Desde anoche, por supuesto, ya se leen títulos catástrofe en los medios hegemónicos como “mercados peruanos se desploman” y “se teme una fuga de capitales”. Clásicos. Harto conocidos también en estas pampas.

“Perú: el mercado en alerta porque presume un triunfo de Castillo”, subrayó el diario Tiempo Argentino, para añadir que “la Bolsa de Valores de Lima cayó alrededor de un 8% con pérdidas superiores al 15% en acciones de empresas mineras y bancos. El candidato de Perú Libre propuso avanzar sobre la renta de los sectores concentrados y nacionalizar los recursos”.

En las zonas donde las explotaciones mineras “se llevan mucho, generan poco o nulo trabajo y dejan casi nada -región andina-, han votado masivamente por Castillo, quien desde hace añares viene diciendo que deben pagar de acuerdo a lo que ganan o todo quedará en manos del Estado”. Un ejemplo: Castillo tiene como una suerte de norte a Evo Morales, quien puso en caja a mineras y petroleras en Bolivia y finalizó haciendo uno de los mejores gobiernos de Latinoamérica en cuanto a protección de recursos naturales y distribución de la riqueza.

Lo que “extrañamente” nadie de los grandes medios dijo en este tiempo preelectoral fue que sobre Keiko Fujimori pesa un pedido del Fiscal Anticorrupción de Perú, Domingo Pérez, de 30 años y 10 meses de prisión por “delincuencia organizada, lavado de activos, obstrucción a la Justicia, fraude en procedimientos administrativos y falso testimonio”. Un CV envidiable.

LA PRIMERA DAMA

Luego de que Fujimori padre echara violentamente de la residencia presidencial a su esposa Susana Higuchi -sin cuya posición social, fortuna y carisma difícilmente hubiese llegado adonde llegó-, instituyó como primera dama a su hija Keiko, entonces de apenas 19 años. De modo que ésta ocupó ese rol clave durante la dictadura genocida de su progenitor, la cual incluyó, entre decenas de barrabasadas, la esterilización compulsiva de mujeres, tema que en la reciente campaña electoral volvió a salir a la luz con fuerza.

El rival electoral de Alberto Fujimori en aquel entonces fue el escritor Mario Vargas Llosa. Derrotado, hasta hoy vive en España en pareja con la celebrity Isabel Preysler. Premio Nobel de Literatura en 2010, tras definirse que Castillo y Keiko habían pasado al balotaje, llamó públicamente a votar por la neofascista una y otra vez. Cabe recordar que Vargas Llosa hace años se convirtió en una de las “destacadas” voces mundiales que promueven el ultraliberalismo a ultranza, en Perú y en cualquier otro país de Latinoamérica. Pareciera impune para inmiscuirse en las vidas de todas las naciones del subcontinente y más allá. En Argentina hizo campaña por Mauricio Macri en 2019.

QUIÉN ES QUIÉN

“En términos generales, los Andes y el sur del país votaron por Castillo; Lima y la costa norte, por Fujimori. Este reparto refleja las tendencias electorales de cada zona de Perú: el sur suele votar por candidatos ‘antisistema’, mientras que Lima y las regiones de la costa norte suelen votar por candidatos ‘conservadores’”, explicó el corresponsal de la BBC de Londres.

Pedro Castillo, que ha puesto a temblar a la élite económica peruana, propone abolir la economía social de mercado reemplazándola por una “economía popular con mercados”; poner en caja a las mineras que explotan los recursos naturales y contaminan el medioambiente dejándole migajas al país; una fortísima intervención del Estado en la economía; aumentar el presupuesto educativo de 3,5% a 10% del PBI y erradicar el analfabetismo mediante un plan que daría trabajo a más de 50 mil docentes.

Es un ex “rondero” de origen humilde (miembro de las rondas campesinas, organizaciones comunales de defensa contra la delincuencia en el Perú profundo, donde las fuerzas de seguridad lisa y llanamente no existen, que se han defendido incluso de Sendero Luminoso).

Castillo condena las grandes desigualdades que existen en Perú -“No más pobres en un país rico”, repite- y concentra el descontento de las clases más pobres, especialmente las del interior del país, históricamente olvidadas por Lima.

También quiere cambiar la Constitución, mediante un llamado a la Asamblea Constituyente, pues en Perú aún rige la que dictó Alberto Fujimori.

En cuestiones como matrimonio igualitario, identidad de género y aborto, el docente rural es fuertemente conservador. Algo que, explican en el país andino, responde a su crianza y educación lejos de la Lima liberal.

Los electores más leales a Pedro Castillo buscan un cambio radical. Tomar el control de todo, porque sienten que ha habido una serie de abusos con las personas más desfavorecidas”, explicó Alexandra Ames, jefa del Observatorio de Políticas Públicas de la Escuela de Gestión Pública en la Universidad del Pacífico.

Keiko Fujimori defiende a ultranza el libre mercado y la “famosa” mano dura. Pese a su prontuario, por tal motivo tiene todo el apoyo en estos comicios del poder económico concentrado del país.

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