UNLP por Cristo.- Probablemente desde la Reforma Universitaria de 1918 el vínculo entre religión y academia ha oscilado entre lo nulo y lo escaso. En estos tiempos de información al instante, posverdad y corrección política, los cultos parecen estar buscando un lugar en la sociedad que no tuvieron en el pasado, y que tampoco está claro dónde estará en el futuro. En ese contexto, un grupo de jóvenes comenzó a militar la Palabra de Dios en distintas facultades.
Nicolás Francisco, uno de los fundadores de la agrupación UNLP por Cristo dialogó con 90líneas.com sobre cómo es pertenecer a este espacio.
“Nos encontramos con que hay compañeros en las facultades que son cristianos y que carecen de un lugar de contención”, dijo Nicolás.
La política universitaria está asociada al radicalismo de Franja Morada, al peronismo y a la izquierda, mientras que lo religioso es comúnmente asociado al conservadurismo, por eso armar este espacio tuvo que sortear varios prejuicios.
“Los dogmas están asociados a los cultos, pero lo cierto es que la Universidad tiene sus propios dogmas, por lo cual no fue fácil; al principio nos miraban raro”, admitió.
La primera experiencia fue en la facultad de Periodismo y Comunicación Social, la cual tiene una gran cantidad de agrupaciones políticas que van de la izquierda trotskista a los radicales de Franja Morada, pasando por el hegemónico peronismo que ostenta esa unidad académica. Pero contra todo pronóstico, tuvieron el acompañamiento de estudiantes que «realmente se identifican» con su mensaje.
“Está claro que en la Argentina de hoy religión y política ocupan lugares distintos, pero creemos que en la Palabra de Cristo hay una postura de vida que debe estar presente para el futuro del país”, definió Nicolás.
Está claro que hay una postura filosófica y política que se percibe muy a flor de piel cuando se les escucha, pero no deja de asombrar oír un discurso propio de los barrios en instituciones que muchas veces funcionan como verdaderas islas.
Al ser consultados sobre sus objetivos, Nicolás descartó tener planes electorales, al menos en el futuro cercano. “Hoy en día nos pensamos como un espacio de discusión entre compañeros, no como uno electoral”, aseguró.
Comentaron que fueron blanco de hostigamiento por parte de otros espacios. “Principalmente vinieron de la izquierda más dura. En otras agrupaciones incluso encontramos interés de parte de sus compañeros que también son cristianos”, señaló.
En los últimos años, el poder evangelista ha crecido en países de la Región, y en la Argentina viene ganando cada vez más terreno. Nicolás contó que le producen «cierto miedo» algunas posturas que se toman, ya que «incitan al odio entre hermanos». Y opinó que hay que saber observar los matices de las posiciones dentro de las instituciones religiosas.
Está claro que vivimos una etapa con heterogeneidades. Tampoco es bueno que se adopten discursos únicos. Al fin y al cabo, que cada loco tenga su tema.