Un año y medio para lograr cierto alivio, hemos resistido

La guerra contra el coronavirus nos da un respiro y sin dudas ganamos una batalla, pero aún hay que seguir luchando. Hoy podemos convivir con el virus con mayores flexibilizaciones; y eso nada tiene que ver con especulaciones políticas como quieren hacer parecer algunos. Pues los números de bajas de contagios y muertes en el país así lo permiten. Muchos momentos, muchas imágenes, una película basada en la vida real de la que jamás creíamos que íbamos a ser protagonistas

El aplauso desde los balcones al personal de salud, una imagen que es todo un símbolo de estas épocas de pandemia (La Nación)

Los aplausos desde los balcones al personal de salud; el encierro estricto; las muertes de familiares y amigos; el silencio sepulcral de la noche que hacía más ruido en nuestras vidas que cualquier otra cosa; las calles casi desiertas; las oficinas vacías; los artistas y cantantes callados; el fútbol de los fines de semana «muerto» y millones de pibes sin poder ir a la escuela ni practicar deportes; el usar barbijos en masa como si se tratara de una película de Steven Spielberg; el preguntarnos una y otra vez si volveríamos a la «normalidad»; la ansiedad que nos carcomía para que nuestros científicos descubran la vacuna; el querer invitar a cenar a amigos y no poder, la incertidumbre por la economía hogareña…

Desde el 20 de marzo de 2020 hasta ayer, 21 de septiembre de 2021, ha pasado un año y medio casi exacto y hemos experimentado y aprendido a convivir con una pandemia que aún continúa, pero que ahora parece dar un respiro. Hubo en todo este tiempo mayores y menores restricciones, hospitales casi al límite y por momentos más aliviados. Muchas muertes y familias destrozadas.

Luego de una baja marcada de casos de coronavirus en nuestro país, el Gobierno nacional, por fin, pudo anunciar medidas que nos acercan a la prepandemia del covid-19, digo nos acercan porque todavía, claro está, existen restricciones. Pero, por primera vez, se anunció que se puede circular sin el barbijo al aire libre y que es posible la vuelta de espectáculos artísticos y deportivos con público masivo, entre otras medidas que 90lineas.com se ocupó de difundir ayer como el resto de los diarios del país.

Nuestra Ciudad mostró el día de cambio de estación un ritmo distinto, se notaba en el centro, en la puerta de los colegios, en las plazas y parques, en el tránsito «alocado» y agresivo del cual ya nos hemos ocupado, y en más que nada en el semblante, la cara, de mucha gente, en los rostros frescos de los más jóvenes y en aquellos curtidos de los maduros. 

La pandemia nos puso ahora ante una nueva prueba, la de saber enfrentarla con mayor responsabilidad individual porque todavía el virus circula entre nosotros y de ninguna manera le hemos ganado la guerra, aunque sí una batalla, durante la que muchos argentinos y muchas argentinas dejaron, literalmente, su vida, ya sea desde la primera línea de fuego (personal de salud) o bien desde las siguientes, contagiándose en sus ámbitos laborales o en cualquier otro lugar donde, por una razón u otra, siempre válida, no podían dejar de asistir y estar presentes.

Quizás no nos demos cuenta porque el hombre es un animal de costumbre y nos hemos acostumbrado a convivir con esta peste, pero, desde aquel 20 de marzo de 2020 hasta hoy, los argentinos estamos frente a uno de los momentos de mayor alivio en lo que respecta al covid. Lo dicen las estadísticas puras y duras, los contagios no superan los 2.500 diarios a nivel país, cuando en otros momentos críticos hemos superado los 35.000.

Sin embargo, siempre sin embargo en estos casos de explicar lo obvio, están aquellos que suponen que las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno tienen que ver con las próximas elecciones legislativas, con la estrategia de sacar ventajas y votos y así corregir el resultado adverso de las PASO. Y ni siquiera analizan los números reales que son los que permiten las nuevas flexibilizaciones, y hasta parecen estar enojados por esta baja de casos que se da, casualmente, en épocas de primavera y electorales, en buena hora.

No me llamaría entonces la atención, que algunos expresen hacia adentro, y también hacia afuera cuando están con sus pares, con resignación, «¡justo ahora bajan los contagios y las muertes…!» El egoismo y la avaricia por el poder, además del odio al peronismo, puede más que cualquier otra cosa en esos seres nefastos.

Lo cierto es que hemos resistido y hoy no tienen que existir «peleas» política o de políticos que, a los ciudadanos de a pie, nos muevan el amperímetro ante la posiblidad de volver a parecernos a los de antes, a los que andábamos por la vida sin barbijos y proyectándonos sin tener que lidiar con una pandemia maldita.  

Todo este tiempo, durante el encierro más estricto, donde todo era gris oscuro y negro, donde veíamos enfermarse y morir a nuestros seres queridos, vuelvo a rescatar los aplausos desde los balcones como momento histórico y algunas manifestaciones artísticas que quedarán por siempre en nuestros recuerdos y que han levantado la bandera de la no rendición ante la adversidad.

En esa línea, termino con este himno grabado por más de 30 artistas para vencer juntos al coronavirus, donde participaron Alex Ubago, Andrés Suárez, Álvaro Soler, Blas Cantó, Carlos Baute. Hasta acá hemos resistido, siento que ganamos una batalla, pero la guerra continúa:

 

 

 

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