Cómo se frenó el desguace del buque insignia de Malvinas

El destructor misilístico ARA Santísima Trinidad, construido en nuestro Astillero Río Santiago entre 1972 y 1974, fue el que encabezó la flota que el 2 de abril plantó la bandera argentina en las islas del sur. En 2020, un decreto de Defensa lo declaró en desuso y lo destinó a chatarra, pese a que los veteranos y obreros del ARS venían pidiendo que se lo cedieran para reconvertirlo en un buque-museo. Tras una dura lucha, el año pasado lograron que se frene la inconcebible medida

Destructor ARA Santísima Trinidad, primero en llegar a las Islas Malvinas el 2 de abril de 1982. Se construyó en el Astillero Río Santiago de Ensenada (Defensa.com)

El 17 de diciembre de 2020, el ministerio de Defensa de la Nación publicó el decreto 1.017 por el cual declaró “en desuso” al buque insignia de la Guerra de Malvinas. A los ex combatientes se les heló la sangre. Y más aún a quienes trabajan en el Astillero Río Santiago. Es que el ARA Santísima Trinidad fue fabricado en la emblemática empresa de la Ensenada de Barragán, y el 2 de abril de 1982 encabezó la flota que hizo punta en nuestras islas usurpadas. “Se dispone su enajenación” con posible destino de venta para chatarra, rezaba la inconcebible medida oficial.

Peor aún: los veteranos de guerra de todo el país y los trabajadores y trabajadoras del Astillero hacía tiempo que habían iniciado una campaña para que les cedieran la embarcación, a la cual convertirían en un buque-museo con el objetivo de mantener siempre vivos el reclamo de soberanía y la memoria del conflicto. El buque-museo estaría abierto todo el tiempo al público en general y a las escuelas en particular.

Pero como los malvineros jamás bajan los brazos iniciaron una lucha incansable, que incluyó movilizaciones a la capital federal, para lograr que se ponga punto final a semejante despropósito. Finalmente, en septiembre de 2021, el juez federal de Bahía Blanca, Walter López da Silva, dictaminó que se frenara la ejecución del decreto 1.017/20.

El ARA Santísima Trinidad fue fabricado en el Astillero Río Santiago entre 1972 y 1974, y el 2 de abril de 1982 encabezó la flota que hizo punta en nuestras islas usurpadas (crédito imagen: Museo de Ciencia y Técnica Naval ARS)

Mucha historia

La nave tiene una fuerte carga histórica. Y por varios motivos. En primer lugar, como se dijo, fue el buque insignia de la flota de mar que el 28 de marzo de 1982, a las 10:57, partió hacia las Islas Malvinas desde Puerto Belgrano, la base naval ubicada a 49 kilómetros de Bahía Blanca.

“Por lo general, el buque insignia es un portaviones. Pero esa vez se eligió al destructor ARA Santísima Trinidad”, contó a 90 lineas.com Raúl Oroe, veterano de Malvinas y trabajador del ARS, quien durante la guerra prestó servicios como mecánico de helicópteros en el portaviones Veinticinco de Mayo.

“Luego -prosiguió Raúl-, hasta su última navegación operativa, en junio de 1989, trabajé mucho a bordo del Trinidad. Para mí, ese buque tiene una gran connotación histórica, al igual que para todos mis compañeros del Arma y del Astillero”, apuntó.

Producción y trabajo argentinos

Así las cosas, Oroe dejó la puerta abierta para entrar a la historia nacional y regional del buque insignia de 1982. Mientras que el ARA Veinticinco de Mayo sirvió en la marina neerlandesa y británica y el ARA Hércules fue construido en Inglaterra, el Santísima Trinidad nació en las gradas del Astillero Río Santiago. Es un auténtico producto de «manos trabajadoras argentinas» y de nuestra región en particular.

Más aún, en el Astillero ubicado en Ensenada “se esperaba que el armado del Santísima Trinidad fuese el punto de despegue de la construcción naval nacional. (Se contaba con el permiso británico para copiar el modelo del destructor misilístico Clase 42) y se trabajaba en el buque para convertirlo en un hito de la industria naval local”, realzaron en el ARS, para recordar que el destructor misilístico comenzó a fabricarse el 10 de abril de 1972, que la colocación de su quilla fue el 11 de octubre de ese año, y que su botadura se llevó a cabo el 12 de noviembre de 1974.

Buque insignia Malvinas

El 17 de diciembre de 2020, el ministerio de Defensa de la Nación publicó el decreto 1.017 por el cual declaró “en desuso” al buque insignia de la Guerra de Malvinas, con posible destino de venta para chatarra (crédito imagen: infodefensa)

El valor de la industria nativa

Oroe, quien se incorporó al ARS en 2004 luego de servir como mecánico en la Armada durante toda su vida, resaltó que el Veinticinco de Mayo y el Hércules eran comprados.

El primero fue un portaviones que sirvió en la Marina Real Británica desde 1945 hasta 1949 bajo el nombre de HMS Venerable; en la Armada Real de los Países Bajos desde 1949 hasta 1969 (HRMS Karel Doorman), y desde ese año en la Armada nacional hasta 1997.

Vale decir que la sigla ARA -popularizada cuando se produjo el luctuoso evento del submarino ARA San Juan- significa Armada de la República Argentina. En tanto que en la Armada Británica se utiliza, como se puede observar, la sigla HMS, por Her Majesty Ship (podría traducirse como ‘el buque de su majestad’, en referencia a la monarquía de esa nación).

Finalmente, el ARA Hércules se construyó muy lejos de nuestro país. Fue armado en los astilleros de la ciudad de Barrow-in-Furness -en el noroeste de Inglaterra- a la par del HMS Sheffield, que años después, paradójicamente, fue hundido en la Guerra de las Malvinas. “Al Hércules y al Sheffield se los conocía como los gemelos”, contó Raúl Oroe.

Buque insignia Malvinas

El destructor ARA Santísima Trinidad, víctima de la total falta de mantenimiento (crédito imagen: Comercio y Justicia)

El destructor ARA Santísima Trinidad construido en el Astillero Naval Río Santiago integró, como se indicó, la “Operación Rosario”, y en la noche del 1º de abril de 1982 fue la primera nave en tocar suelo isleño para el desembarco de tropas argentinas.

La embarcación, ya en el año 2013, se ladeó por la rotura de una válvula, fue reflotada en diciembre de 2015, y desde esa fecha estuvo en una dársena de la Base Naval de Puerto Belgrano. Iba a ser descartada.

Este buque, forjado por nuestras manos y nacido en nuestras gradas, es un orgullo nacional por su enorme trayectoria. Compartimos desde un primer momento el reclamo de erigirlo como Buque-Museo en memoria de los que lucharon por la recuperación de Malvinas”, expresó en un comunicado la Comisión de Homenaje Permanente a los Ex Combatientes y Caídos en Malvinas del ARS.

El comunicado cerró afirmando: “No olvidamos la gesta de las Islas Malvinas, que fueron, son y serán por siempre argentinas, y pedimos a Dios, nuestro Señor, que ilumine la vida y las almas de nuestros héroes”.

El buque en pleno proceso de construcción en las gradas del Astillero Río Santiago, en 1974 (El Estatal de Ensenada)
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