“¡Rompan todo!”, la reacción antifachista del rock

Octubre de 1972. Tras 17 años de un país sin democracia ni la más mínima libertad de expresión, miles de jóvenes que habían nacido tras el golpe de Estado de 1955 ya estaban hartos de represión, palazos policiales, ir presos por el simple hecho de estar en un recital de rock o que les corten el pelo y los traten como ganado en las comisarías. En ese contexto súper opresivo, se realizó el primer festival de rock nacional en el Luna Park, donde cientos de pibes rompieron todo tras largas horas de recibir patadas e insultos en la vereda. Una historia mal contada por los medios de entonces, que aquí rescatamos

Billy Bond trata de calmar al público antes del caos (crédito imagen: el agente provocador)

Billy Bond

Promediaba la dictadura del general Alejandro Agustín Lanusse, el militar que se sublevó contra el gobierno democrático de Juan D. Perón el 28 de septiembre de 1951 -un mes y medio antes de que el líder justicialista ganara la reelección con el 63,5% de los votos-; el que participó activamente del operativo por el cual, luego del golpe de 1955, se sacó del país bajo un falso nombre y durante 16 años el cadáver de Eva María Duarte; el que el 22 de agosto de 1972 dio la orden de perpetrar la masacre de Trelew.

Promediaba la dictadura del general Alejandro Agustín Lanusse, que había comenzado el 26 de marzo de 1971 y que terminaría el 25 de mayo de 1973, como continuación de la dictadura de Roberto Marcelo Levingston (18 de junio de 1970 al 22 de marzo de 1971), la cual, a su vez, siguió a la dictadura de Juan Carlos Onganía (29 de junio de 1966 al 8 de junio de 1970), la que, asimismo, fue un siga siga del periodo iniciado en 1955 y que marcó casi dos décadas sin democracia en Argentina.

Los dos primeros párrafos no tienen mucho que ver con la música en general ni con el rock argentino en particular, pero creemos que son imprescindibles para poner en contexto un hecho que los medios de comunicación presentaron como un acto de barbarie sin igual: el grito ¡Rompan todo! del cantante Billy Bond a una multitud de pibes que, cuando quisieron pasar de la popular a la platea vacía del Luna Park durante un festival de rock fueron apaleados salvajemente por la policía, a la sazón enviada por el turbio dueño del lugar, el empresario de box Juan Carlos “Tito” Lectoure.

Y los pibes rompieron todo cuanto pudieron. También, cientos de ellos fueron heridos y encarcelados por la policía. Nada nuevo bajo el sol del rock nacional, que ya venía siendo perseguido, apaleado, encarcelado y estigmatizado desde antes de que, en 1967, Los Gatos editaran el disco sencillo La balsa, fecha tomada arbitrariamente como la del nacimiento del rock vernáculo.

Crédito imagen: infobae

“Rock infernal. Hordas de hippies arrasaron el Luna Park”, tituló el periódico Así. Crónica, Clarín, La Razón y el resto también expresaron su “horror” ante esos inadaptados sociales que desde que nacieron jamás supieron lo que era la democracia, la libertad de expresión y todas esas cosas que, sobre todo a los jóvenes, se les ocurre reclamar.

Son muy pocos los que saben que Billy Bond fue un personaje imprescindible en el nacimiento y desarrollo del rock nacional

Acostumbrados a ser corridos de aquí y de allá por los bastones de la policía, a ser encarcelados solamente por estar en un recital de rock o tocando la guitarra en una plaza, a caer en improvisadas peluquerías montadas en comisarías donde los pelaban sin mediar palabra y un largo etcétera de noes, maltratos y prohibiciones, los jóvenes que aquel 20 de octubre de 1972 fueron al megafestival de rock nacional que, contra la voluntad de Lectoure, se había organizado en el Luna Park, estaban un poquitito hastiados de ser apaleados. Y reaccionaron.

El show anunciaba la actuación de Litto Nebbia y de cinco de las bandas más heavy del rock nativo de aquel entonces -el género musical más perseguido y odiado por los regímenes dictatoriales-, a saber: Pescado Rabioso, Aquelarre y Color Humano -los tres grupos que nacieron del vientre de Almendra-, Pappo’s Blues y Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll.

Con el paso de los años, y a través de distintas entrevistas, Billy Bond, quien tuvo que exiliarse en Brasil cuando llegó la dictadura de 1976 pues sufrió amenazas de muerte, contó su versión de los hechos. En rigor, la misma que contaron todos, menos los medios y la policía, claro está.

Pero antes de entrar en el relato de El Bondo, es clave hacer un pequeño repaso por su biografía, pues son muy pocos los que saben que Billy Bond fue un personaje imprescindible en el nacimiento y desarrollo del rock nacional.

Crédito imagen: rock.com.ar

Polémico, contradictorio, impulsivo, a algunos les cayó muy bien y a otro muy mal. Sin términos medios. Pero lo cierto es que fue el dueño de la famosa Cueva de Pueyrredón, donde pibes que no comulgaban con la música comercial dieron a luz al rock argentino. Y, según contó, también fue el propietario de “otras tres cuevas” que siguieron a la original, la cual “apenas duró un año y pico”.

Billy Bond fue un gran productor musical. Produjo nada menos que Vida, el primer disco de Sui Generis en 1972, y en 1978, en su exilio en Brasil, Serú Girán, el álbum debut de la súper banda de Charly García, David Lebón, Oscar Moro y Pedro Aznar.

También fue el responsable de Cristo Rock (1972), primer disco de Raúl Porchetto, así como de una versión de La Biblia muy criticada por Vox Dei por “inconsulta” y “alejada del espíritu original”, aunque nunca hubo reclamos judiciales ni nada por el estilo.

Produjo los primeros discos solistas de David Lebón, Rinaldo Rafanelli, los ex Manal Claudio Gabis y Alejandro Medina, Kubero Díaz y Jorge Pinckevsky, violinista de la emblemática banda comunitaria platense La Cofradía de la Flor Solar. Así como del brasileño Ney Matogrosso.

Con el tiempo y hasta hoy, también se convirtió en productor de espectáculos teatrales como el Mago de Oz, entre muchísimos otros.

Billy Bond y La Pesada en el festejo del triunfo de Héctor J. Cámpora en las elecciones del 11 de marzo de 1973, en el estadio de Argentinos Juniors (Crédito imagen: Rolling Stone)

Las cuatro Cuevas

En una entrevista que le realizó la revista Rolling Stone en junio de 2021, Billy Bond contó que “A La Cueva (de Pueyrredón) la cerraron. Vino tanto la policía que la gente se espantó. Muchos creen que La Cueva duró diez años, pero solo duró poco más de un año (…) La Cueva de Pueyrredón fue la más importante para los años sesenta, el inicio”.

“La segunda Cueva fue la de Rivadavia, y la tercera fue Naranjo. La de Rivadavia quedaba cerca de Music Hall (Rivadavia al 2300) y era un éxito. Iba Sandro, imaginate. Fue en la única Cueva donde Sandro cantó porque tenía micrófonos”, resaltó, luego de comentar entre risas que todos decían que cantaban en la Cueva de Pueyrredón pero que “allí no cantaba nadie porque no había micrófonos” (…) “Además, si vos escuchás a la gente, todos estuvieron en la Cueva de Pueyrredón, cuando en ese lugar entraban menos de cinco mil personas apretadas”.

“A la Cueva de Rivadavia iban Javier (Martínez) con Alejandro Medina (ambos de Manal). Iba Luis Alberto Spinetta, iba Amadeo (Álvarez, de Los In), La Joven Guardia, Roque Narvaja. Ahí se juntaban todos, no importaba quién era qué”.

Ninguna Cueva duraba más de 3, 4 ó 5 meses, porque la cana siempre te la cerraba. Al principio, todo bien. Después caían, te prendían las luces, paraban todo y pedían documentos a todo el mundo. La represión era fuerte”.

“La tercera Cueva se llamó Naranjo. Era un sótano cerca de la Casa Rosada, que lo clausuraron en tres días”.

Manzana, la Cueva “más importante de todas”

“Y la cuarta fue Manzana, en Barrio Norte, quizás para escaparle un poco a la cana. Quedaba en Las Heras. Fue la Cueva más importante de todas. Allí nació toda una renovación del rock, llamémosle ‘la segunda etapa’. Iban Pappo, Spinetta, el Negro Black (Amaya, batero de Pappo’s Blues y de Pescado Rabioso), David Lebón. Ahí sí iban Alejandro (Medina) y Javier (Martínez), dos ex Manal. Gambolini, Bola Starc (Héctor Starc, guitarrista de Aquelarre) … Y ahí se monta La Pesada del Rock. Se monta porque éramos todos amigos. Y en vez de las boludeces que grababa, dije: ‘Ahora voy a grabar lo que se me canta las pelotas’”.

Crédito imagen: infobae

La Pesada del Rock and Roll

Billy Bond nació como Giuliano Canterini en La Spezia, Italia, el 19 de noviembre de 1944. De chico pasó hambre a causa de la Primera Guerra Mundial, hasta que su familia emigró a la Argentina cuando tenía 4 ó 5 años.

Antes de grabar el primer disco de Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll en 1971, una suerte de prólogo de lo que sería el rock duro argentino, tuvo varios grupos beat, el más conocido, Los Guantes Negros.

Billy Bond y La Pesada no comenzó como una banda estable. Con Billy Bond como cantante y frontman, se nutrió de los grandes grupos que para aquel 1971 se estaban desarmando. Fue así que en el primer álbum tuvo múltiples colaboradores de lujo, como Luis Alberto Spinetta, Pappo, David Lebón, Vitico, Javier Martínez, ‘Pomo’ Lorenzo, Black Amaya y muchos otros quizás menos conocidos. Resaltó el tema Salgan al Sol, del batero de Manal Javier Martínez.

Salgan al sol (Billy Bond y La Pesada – 1971)

El volumen II contó con una formación más acotada, con Pappo, Kubero Díaz, Javier Martínez, el ex Manal Alejandro Medina, el violinista José Pinchevsky de la platense Cofradía de la Flor Solar y Luis Gamoblini.

El tercer álbum, Buenos Aires Blues (1972), también fue un seleccionado de colaboradores. Hasta que el mismo año se publicó Tontos (Operita), como respuesta a los graves incidentes del Luna Park. En 1973 se edita Billy Bond y La Pesada Volumen 4, último disco de estudio.

Crédito imagen: infobae

 

El Luna Park

Poquito antes de la grabación del disco Tontos (Operita), se celebró el fallido megafestival en el Luna Park.

Así lo contó Billy Bond: “(Ese recital) hay que colocarlo en contexto, en el momento que atravesaba el país, con mucha represión, algunos conatos de rebeldía como el Cordobazo y un clima antipolicial” entre los jóvenes.

“Nosotros llegamos muy temprano al Luna, 7 u 8 de la mañana, porque teníamos que montar en el mismo día. Y vimos que ya había una fila de chicos en la puerta, desde muy temprano, durmiendo en el lugar para conseguir una mejor ubicación. Hay que explicar que Tito Lectoure (dueño del Luna Park) era una especie de mafioso, tenía unos matones que trabajaban con él, arreglaba las peleas, hacían apuestas. Tenía un séquito de boxeadores que eran un poco los guardaespaldas. El tipo entraba y venían cinco matones atrás, y era bastante arrogante personalmente, onda ‘aquí el que manda soy yo’”.

“De repente me avisan ‘le están pegando a los pibes afuera’. Salgo a la puerta y les digo ‘es gente que viene a ver el show’, y me responden ‘estos hippies de mierda’ y no sé qué más. Veo al propio Lectoure y su gente pateándolos, diciendo que se levanten, que ese no era un lugar para dormir, maltratándolos”.

“En esa época yo era muy joven e impulsivo, no tenía mucha paciencia, y esa situación me dejó bastante mal. Y eso, encima, siguió durante todo el día. Íbamos a los camarines y nos maltrataban, un ambiente bastante desagradable”.

“Empieza el concierto y había 4.000 o 5.000 tipos que habían comprado la popular, pero las butacas de adelante (las plateas) estaban vacías porque los pibes del rock no tenían plata. Estábamos tocando y digo ‘los que están allá no ven, acérquense’. Cuando digo eso, alguien se sube a una valla y de repente aparece, como por arte de magia, la policía de choque, con cascos, escudos y bastones. Estaba todo preparado por Lectoure. Entraron con todo, a los palazos, la gente saltando, y yo viendo todo eso traté de pararlo”.

Billy Bond 2022 (crédito imagen: Rolling Stone)

“En esa época, ir contra el fachismo y la represión era lo que había que hacer”

’Cuidado que la violencia trae a la violencia’, dije citando las palabras de Perón, medio advirtiéndole a la policía y a todo el mundo que eso no le convenía a nadie. Pero el asunto se fue de las manos y los pibes invadieron”.

“Yo estaba con el micrófono y vienen directamente a mí dos policías y un oficial, me arrancan del escenario y me llevan para la puerta. En ese momento es que se da el ‘rompan todo’. O yo grito rompan todo o no sé bien lo que pasó, no recuerdo exactamente. Me llevaron en cana y los chicos, obviamente, rompieron todo. Lo más impresionante era el ruido que hacían las sillas de madera al romperse. Miles de tipos rompiendo todo lo que tenían a mano. Y la policía se tuvo que batir en retirada”.

A Billy Bond lo llevaron preso unas cuantas horas.

Si dije o no dije ‘rompan todo’ no tiene la menor importancia, porque si hoy lo tuviera que decir, lo diría (…) Obviamente los tiempos cambiaron y hoy la política se maneja por otros lados, los bandos se han mezclado mucho. Pero en esa época, ir contra el fachismo y contra la represión era lo que había que hacer.

Tontos (Billy Bond y La Pesada – 1972)

 

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