Arde París

El fantasma de un nuevo estallido social sobrevuela a Francia. Tras jornadas con serios disturbios, represión y más de 300 detenidos, la oposición francesa presenta una moción de censura multipartidista para sacar del poder al Gobierno de Emmanuel Macron, como respuesta a la imposición por decreto de la impopular reforma previsional. Todos los sindicatos llamaron a una huelga general y a una movilización para el 23 de marzo. Más de 2 de cada 3 franceses está en contra de la iniciativa gubernamental

Es sabido que las reacciones populares en Francia, desde siempre, no suelen ser precisamente pacíficas. Y hay temor en el Elíseo (Crédito imagen: France 24)

El grupo Liot, un partido formado por representantes independientes y de ultramar, presenta una moción de censura con el objetivo de obtener el mayor apoyo posible de varios partidos para sacar del poder al Gobierno galo como respuesta a la reforma a las pensiones.

La situación es tensa en el país, ya que las protestas de los últimos días dejaron alrededor de 310 personas arrestadas, la mayoría en París. Una impopular medida que eleva el descontento social y amenaza al Gobierno de Emmanuel Macron.

Rutas bloqueadas, escuelas cerradas, refinerías paralizadas y 10.000 toneladas de basura en las calles de París: son las imágenes del día después del decreto con que el gobierno aumentó la edad para jubilarse

Crédito: El País

El grupo de diputados independientes Liot fue el primero en presentar una propuesta de moción de censura contra Macron y su primera ministra Elisabeth Borne. El anuncio cuenta con el apoyo de hasta cinco grupos parlamentarios, incluido el izquierdista NUPES, que tiene dentro de sus filas a miembros de Francia Insumisa y los ecologistas.

Bertrand Pancher, lider de esta pequeña formación, se congratuló de tener el apoyo de más de 90 diputados y lamentó que Los Republicanos (la tradicional derecha liberal francesa que prácticamente desapareció de la escena política junto al Partido Socialista) no hayan querido sumarse al apoyo explícito de su propuesta, aunque expresó su «confianza» en que algunos de ellos voten a favor.

Por su parte, el partido ultraderechista Agrupación Nacional presentó su propia propuesta de moción de censura contra el Gobierno francés, debido a que las otras formaciones no estaban dispuestas a realizar un acuerdo conjunto con la formación liderada por Marine Le Pen.

«Estamos indignados», bramó Soumaya Gentet, trabajadora del supermercado Monoprix y una de las 200 personas que bloquearon el Bulevar Periférico de París, la avenida-circunvalación de 34 kilómetros que rodea la capital francesa

Crédito: El Confidencial

La propuesta de Le Pen no podrá ser votada debido a que sobre un mismo tema solamente se puede debatir una moción de censura, y será la que tenga más firmas. En este caso, la que tiene más firmas es la presentada por el líder del partido Liot.

(N. de la R.- El hecho de que la moción de censura la presente un partido minoritario como Liot, supuestamente persigue el objetivo de que sea votada tanto por la ultraderecha como por la ultraizquierda, las dos mayores fuerzas opositoras en Francia que, claro está, no se llevan muy bien que digamos)

Estos anuncios se dan cuando la capital francesa amaneció (el viernes 17 de marzo) con desechos quemados en las calles, bloqueos en vías circundantes y decenas de arrestados, luego de que Emmanuel Macron aprobara por decreto un día antes la controvertida reforma a las pensiones con la activación del artículo 49.3 de la Constitución.

“Aguantaremos hasta la retirada de la reforma”, advierten los manifestantes

Crédito: DW

Para colmo, por decreto

El Gobierno eludió el debate y la votación del proyecto en la Asamblea Nacional -la Cámara Baja del Parlamento-, pues no contaba con la garantía de sufragios suficientes para la aprobación de la norma que, principalmente, busca aumentar la edad de jubilación.

“Los poderosos e históricamente combativos sindicatos franceses han convocado a una nueva jornada de huelgas y manifestaciones a lo largo del país para el próximo jueves 23 de marzo”

Alrededor de 310 personas fueron arrestadas en la noche del jueves 16 de marzo, incluidas 258 en París, según confirmó en las últimas horas el ministro del Interior, Gérald Darmanin.

Según el funcionario, manifestantes atacaron efigies y varios vehículos fueron quemados en algunas localidades. Los disturbios se produjeron en momentos en que Macron enfrenta el desafío más grande a su autoridad desde las protestas de los chalecos amarillos durante su pasada Administración.

Las hogueras y barricadas ardiendo en el centro de París y la represión policial con gases lacrimógenos y cañones de agua trajeron a la memoria de todos las protestas de los chalecos amarillos en 2018

Crédito: DW

(N. de la R.- Es sabido que las reacciones populares en Francia, desde siempre, no suelen ser precisamente pacíficas. Y ahora, con ultraizquierdistas y ultraderechistas furiosos con la reforma previsional de Macron, no son pocos quienes en el Gobierno temen una escalada al estilo de la que protagonizaron en su momento los conocidos como “chalecos amarillos”, protesta que inició por la suba de los combustibles y terminó significando un rechazo a casi todas las políticas de la primera presidencia de Macron. Encima, hoy el mandatario es mucho más débil que en aquella época).

Los sindicatos -unidos como muy pocas veces en Francia- instaron a los trabajadores a intensificar las huelgas.

“Los trabajadores elevarán el tono”, presagió Eric Sellini, dirigente de la Confederación General del Trabajo (CGT), al anunciar la suspensión de la actividad en la refinería de Normandía el fin de semana

Crédito: Cadena Ser

“No tengan miedo”

Los legisladores de la oposición prometen presentar mociones de censura en el Parlamento que apuntan al derrocamiento del Gobierno y piden la renuncia de la primera ministra Elisabeth Borne.

Un recurso para el que serían necesarios alrededor de 30 votos del opositor partido Los Republicanos, según explicó en una entrevista el diputado de Liot, Charles de Courson, quien declaró que su movimiento prepara una moción «muy abierta» para salvar la democracia.

En este sentido, el presidente del grupo centrista en la Cámara Baja, Bertrand Pancher, hizo un llamado a los republicanos a quienes dijo “no tengan miedo” a respaldar la medida.

Pero justamente al interior de Los Republicanos existen divisiones que se vislumbraron desde antes de que el texto final de la reforma se dispusiera a ser votado en ese cuerpo legislativo, aunque con la decisión de Macron no fue necesario.

El Gobierno está bajo presión. Según distintos observadores, la sanción de la reforma previsional por decreto “simboliza la debilidad de la administración de Emmanuel Macron”

Crédito: ámbito

Así como varios republicanos se mostraron a favor de respaldar la iniciativa de ley, otros habían anunciado que votarían en contra o se abstendrían.

En cuanto a la extrema derecha, la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, anunció que su movimiento político “votará a favor de todas las mociones de censura que se presenten”.

Sin embargo, algunos expertos destacan que ante una oposición fragmentada existen pocas posibilidades de que las distintas bancadas puedan unirse para intentar derrocar al Gobierno.

“El presidente podría salvar los muebles anunciando que la ley será derogada tras esta adopción antidemocrática. Pero su característica no es escuchar a los ciudadanos”, reza el editorial del diario de izquierda Libération

Crédito: El País

Es probable que las votaciones en el Legislativo se lleven a cabo durante el fin de semana o el próximo lunes 20 de marzo. Entretanto, el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, sostuvo que si esas mociones de censura son rechazadas la reforma a las pensiones «se promulgará».

«No niego las dificultades que enfrentamos, pero en un momento en que las cosas se mueven, debemos mantener el rumbo», agregó Dussopt.

Los sindicatos han convocado a una nueva jornada de huelgas y manifestaciones a lo largo del país para el próximo jueves 23 de marzo.

Fuentes: France 24, Reuters, Télam y AFP

Salir de la versión móvil