El fariseo

Las urnas le dieron el triunfo en el balotaje del 19 de noviembre a un huevo kinder, que, como todos los de su tipo, traía consigo una sorpresa: quien gobernará a la Argentina durante los próximos cuatro años será Mauricio Macri

Crédito imagen: P/12

Quien encabezó uno de los gobiernos más dañinos de la historia nacional hasta hace menos de cuatro años, Mauricio Macri, tendrá un poder determinante desde el 10 diciembre. No, no se presentó a elecciones porque era (es) el político con peor imagen del país y las encuestas le anticipaban una durísima derrota, algo que admitió en un programa de TV su gran ex gurú, el ecuatoriano Jaime Durán Barba.

¿Entonces? Entonces hay que admitir que el carcelero y represor mandatario de Jujuy, Gerardo Morales, dijo una gran verdad. Cuando el primogénito del Clan Macri lo chicaneó por X diciendo “País raro este, parece que Milagro Sala y Gerardo Morales van a votar al mismo”, en referencia al voto (casi) cantado del radical por Sergio Massa, el presidente de la UCR le respondió por la misma vía: “Tenés que estar muy enfermo @mauriciomacri para que saques un tweet así a esta hora. Creo que tu enfermedad es la ambición de poder, por eso querés a un loco que puedas manejar”.

Y tomando las palabras del tuit de Macri, añadió/amenazó: “País normal este, con Cristina y @mauriciomacri libres cuando tendrían que estar presos. Si querés Mauricio, puedo entrar en detalles”.

Corrijo. Morales dijo una verdad y amagó con revelar otras tantas. La verdad es que Mauricio Macri es un enfermo de poder. Las verdades no reveladas tienen que ver con asuntos del gobierno de Cambiemos (2015-2019) que sólo Morales sabrá, pero que sin duda están relacionadas a hechos de corrupción. Pues bien, aquí develaremos de la forma más amena posible desde cuándo y cómo se forjó la fortuna del Clan y algunos, sólo algunos, de los hechos de corrupción más resonantes por los cuales el ex presidente debería estar preso, aunque sigue vivito y coleando merced a la justicia corrupta que existe en Argentina.

“Causas judiciales arreglaron”

Cuando tras el pleno del Comité Nacional de la UCR que decidió no expresarse ni por Milei ni por Massa para el balotaje -actitud cobarde si las hay, aunque un poco menos que la de Carrió que viajó al exterior para no votar- Morales y Martín Lousteau brindaron una conferencia de prensa, se dirigieron en duros términos a Macri y a Patricia Bullrich, quien minutos antes había anunciado públicamente la alianza de ese sector del Pro con la extrema derecha de cara a la segunda vuelta. Pero lo más jugoso estuvo mientras se retiraban, ya que ante la pregunta de un movilero sobre qué creía que habían arreglado Macri y Milei en la reunión de la noche anterior, Morales, al pasar, dijo alto y claro: “Causas judiciales arreglaron”.

La versión de que Macri jugó contra Larreta en las PASO y contra JxC en la general para romper la coalición que en 2015 lo llevó a la presidencia y jugar a ganador con Milei por sus numerosas causas judiciales creció hasta niveles impensados.

Aunque el “objetivo uno” de Macri es seguir haciendo negocios a costa del Estado y en contra del país, es decir, lo que hizo el Clan fundado por su padre Franco toda la vida. Macri nunca jamás tuvo ni tiene un proyecto de nación. Solamente le interesan los negociados para sí y su pequeño grupo de pertenencia. Está en su ADN. Es un cabal fariseo. Un “hombre injusto, cruel, inhumano”, según la cuarta acepción de la Real Academia Española. O, en su tercera acepción, un “hipócrita”.

Franco Macri, boda conveniente y primeros negociados

Franco Macri nació en Roma, aún en el Reino de Italia, el 17 de agosto de 1930. Su padre Giorgio, hijo de un latifundista de Calabria, tenía una empresa constructora que trabajaba en Italia y en África.

Hacia 1948, con 18 años, Franco llegó a la Argentina siguiendo los pasos de su padre, que había venido en el 46. A partir de 1951 comenzó el armado de una empresa mediana dedicada al rubro de la construcción, Sideco“asociándose a capitalistas nacionales” y “casándose con la hija de una adinerada familia terrateniente de Tandil dueña de Philco, Alicia Blanco Villegas, cuando ésta tenía 15 años”, contó Arnaldo Gómez, en su columna de Radio Belgrano, el 27 de abril de 2017.

El columnista contextualizó: “Tras la dictadura instaurada en 1955, durante el desarrollismo (presidencia de Arturo Frondizi, 1958-1962) y durante la dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1970), diversos monopolios extranjeros pugnaban por el mercado interno argentino”, el cual entre 1946 y 1955 había crecido de manera exponencial merced a la acción del Estado-empresario creado por el peronismo. Querían aprovechar la acumulación de capital y el dominio del mercado de las aún poderosas empresas estatales.

“Franco Macri, en vez de defender el capital nacional, optó por convertirse en un intermediario de esos intereses extranjeros”, puntualizó Arnaldo Gómez. He allí una muestra de porqué decimos que Mauricio Macri nunca tuvo ni tiene un proyecto de nación, sino que lleva en su ADN hacer negocios a costa del Estado.

En ese sentido, en 1969 Franco se erigió en el capitán del barco con el cual el emporio de la aristocrática familia italiana Agnelli, dueña de Fiat, Ferrari y la Juventus (más decenas de otros negocios que la colocan hoy en el 4º lugar entre las 750 familias más poderosas del mundo), desembarcó en Argentina.

Pero la prueba a los Agnelli de que podían “confiar en sus servicios” la había dado en 1961 con la creación de Impresit-Sideco: un 51% Fiat y un 49% Macri. El síndico fue A. Lisdero, un hombre de estrechos vínculos con Von Buch, representante de Siemens, quien junto al presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el almirante Quihillalt, armaron los pliegos y ganaron la licitación para la construcción de las centrales nucleares, sumándose a la liga de la tristemente célebre “patria contratista” y comenzando así su ascenso entre los poderosos.

Dictadura cívico-militar de 1976: el gran salto

En el artículo “El Grupo Macri y la dictadura, el comienzo de la expansión”, publicado el 24 de marzo de 2018 -antes de la toma con el FMI de la mayor deuda en moneda extranjera de la historia-, el sitio El País Digital detalla la siniestra connivencia del Clan con los dictadores.

Lo presentaremos como ítems (hay agregados de la Redacción de 90 Líneas):

*Entre 1976 y 1983, mientras en el país se consumaba un industricidio con el cierre de más de 20.000 pymes, se reemplazaba la producción por la timba financiera y nacía la pobreza estructural, el Clan multiplicó por seis sus empresas: pasó de tener 7 en 1976 a 47 en 1983. Lo mismo ocurrió con todos los grandes grupos económicos que financiaron al régimen, aunque el Clan Macri fue uno de los que más creció.

*Fue en esos años cuando el holding de Franco y Mauricio Macri se convirtió en contratista del Estado a través de SOCMA (Sociedades Macri) y adquirió Fiat-Sevel.

*Algunos de los grupos económicos que ejercieron el control del Estado durante el proceso que comenzó en 1976 (y, en rigor de verdad, culminó a finales de 2001) fueron Pérez Companc, Bridas, Acindar, Techint, Arcor, Loma Negra, Clarín, Macri, Bemberg y Bunge y Born (“El legado dictatorial”, por el economista y doctor en historia Eduardo Basualdo).

*En ese período, durante el cual se transfirieron 39 puntos porcentuales de la riqueza nacional de manos de los trabajadores a las del capital financiero nacional e internacional, el conjunto de empresas que poseía Franco Macri y empezaba a administrar su hijo Mauricio comenzó su expansión y se convirtió en contratista del Estado, condición que sería a partir de allí su característica principal y la clave de su crecimiento.

*Martín Schorr, en el libro “Cuentas pendientes” (2013), señala que los grandes grupos beneficiados por la dictadura pasaron a detentar “una enorme capacidad para definir y condicionar la trayectoria de la economía nacional”, ya que intervenían en sectores clave como la energía, la metalmecánica, la alimentación y la construcción. Eso les confirió “una influencia determinante” en la evolución de variables macroeconómicas como nivel de precios, precios relativos, cuentas externas, inversión, ecuación fiscal y dinámica salarial, entre otras.

*La dictadura, en palabras de Basualdo, impuso la llamada “privatización periférica” de las empresas del Estado para beneficiar a los grandes grupos económicos. Es decir, no se trató como en los 90 de una transferencia de la propiedad de las compañías estatales, sino de su explotación mediante contratos.

*Un caso emblemático es el de YPF, la compañía estatal de mayor facturación del país en esos años, que entregó 21 áreas de explotación entre 1977 y 1980, por cuyo petróleo se pagó a los contratistas un precio muy superior a los costos originales de la empresa. Esas áreas pasaron a ser explotadas por grupos como Pérez Companc, Bridas y Astra, denominadas las “tres hermanas”, que recibieron 12 de los 21 contratos, y SOCMA, la nave insignia de los Macri, que recibió tres (“Un volcán en llamas”, Marcelo Bonelli).

Si nos organizamos, la deuda de los Macri la pagamos todos  

*La dictadura actuó como garante, a través del Estado nacional, para que un pequeño número de grandes empresas privadas accediera a créditos por casi 3 mil millones de dólares. La inmensa mayoría no los devolvieron. Entre ellos, el Clan.

*¿Qué ocurrió entonces? El régimen puso en marcha una “brillante” idea de Domingo Felipe Cavallo: estatizar la deuda de los privados, la cual básicamente era deuda mentirosa pues se trataba de autopréstamos (entre filiales y casas centrales o entre la empresa formal y una empresa radicada en un paraíso fiscal). Así, las deudas de todas las grandes firmas, incluido el Clan, las pagamos todos los argentinos y argentinas a costa de no poder desarrollar el país, de lo cual con el tiempo se le echó la culpa a “la política”. El Grupo Macri logró licuar deudas por casi 700 millones de dólares: FATE (en asociación con Madanes) por 225.562.000, SOCMA por 148.578.000 y Fiat-Sevel por 170.578.000.

*Por caso, el 21 de diciembre de 1978, Fiat Concord modificó su objeto social: pasó de ser una automotriz a una empresa financiera en línea con las prioridades del plan económico de la dictadura. El año siguiente, Fiat Concord recibió dos préstamos por un total de 2,5 millones de dólares de la firma Marketing Management Services (MMS), radicada en Panamá, que era, a su vez, una empresa del grupo Fiat.

*La asociación Grupo Macri-gobierno militar incluyó también la compra del Banco de Italia (que luego fue vaciado), la participación en la licitación de la empresa Yacyretá de la mano de empresas italianas, el acuerdo con el Gobierno de facto de Paraguay para la construcción del puente Posadas-Encarnación (en el que intervino el almirante Emilio Massera), la construcción de las centrales termoeléctricas de Río Tercero y de Luján de Cuyo y el jugoso contrato con la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires para la recolección de residuos con la empresa Manliba, acordado con el brigadier Osvaldo Cacciatore.

*En los 90, el Clan entró en el juego de las privatizaciones a precios de remate. Fue cuando se hicieron con el Correo Argentino. Los costos de las correspondencias se multiplicaron por 10. Sin embargo, como no les permitieron aumentar las tarifas, se negaron durante más de una década a pagar el canon acumulando una deuda de casi 300 millones de dólares. Hasta que en 2003, el primer kirchnerismo estatizó los activos de la empresa (no los pasivos). La causa sigue abierta y era una de las que más preocupaba a Macri si ganaba Massa.

La Presidencia de los negociados

Son muchísimas las causas que se acumulan sobre las espaldas de Mauricio Macri tras su presidencia (El Destape enumera 214). Dos son emblemáticas: el conocido como “curro” de las autopistas y el de los parques eólicos. Como dueño de Autopistas del Sol y presidente de la Nación, Macri jugó de ambos lados del mostrador. Su gobierno dispuso un aumento del 50% de la tarifa en enero de 2016 y de otro 100% entre enero y febrero de 2017. El Clan saldó sus deudas y, cuando las acciones subieron hasta un 394%, vendió AuSol.

En tanto, “la compañía Sideco Americana creó junto con un grupo de socios cuatro empresas a nombre de un contador. Así adquirieron 6 parques eólicos en la provincia de Chubut y en Miramar, provincia de Buenos Aires, que meses más tarde revendieron, obteniendo una ganancia de 15 millones de dólares en menos de un año. De acuerdo al reporte anual de la compañía asiática Goldwind, a esa ganancia deben sumarse otros 33 millones de dólares, dando un total de 48 millones de diferencia entre lo que pagaron a Isolux (propietaria de los parques) y lo que revendieron meses después” (Diario Perfil, 8 de enero de 2018).

Macri rompió JxC. Apostó por Milei. Ganó. Ahora gobernará en las sombras a través de gente de su máxima confianza, por lo cual seguirá haciendo negociados a costa del país y del Estado nacional y quedará impune en todas las causas judiciales que tiene pendientes.

Fuente utilizada: El País Digital

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