Desde la tierra del buen vino, una platense conquista el mercado europeo

Tiene 36 años y se llama María Magdalena del Castillo. Creó en Mendoza su bodega Autenta Wines. Y desde hace poco más de un año no para de crecer. Ya logró colocar sus productos en países de Europa

María Magdalena del Castillo en contacto con la naturaleza

La pandemia obligó a María Magdalena del Castillo, como a muchísima gente, a pasar más tiempo fuera de su ciudad natal, La Plata. Fue durante el 2020 cuando esta joven de 36 años tuvo que quedarse en Los Árboles, Valle de Uco, Mendoza, la tierra del buen vino.

En esa finca fue donde hace doce años se insertó en la empresa familiar y se inició con fuerza en la industria de la viticultura, desempeñándose en el área comercial. Se puso objetivos claro y logró rápidamente abrir el mercado nacional para su familia y, poco tiempo más adelante a esa labor cumplida, arrancó su propio emprendimiento que recientemente fue galardonado con el primer puesto del Tender de Suecia, dándole la posibilidad de conquistar el mercado europeo. Todo desde su lugar de mujer en una actividad tradicionalmente de hombres, ganándose el reconocimiento de los mejores enólogos.

Autenta Wines es la marca creada por María Magdalena, quien esta semana recibió la distinción de Interés Municipal por su labor de Emprendedora. Ella «entrega el alma» en cada botella y dice que ahí está el secreto del éxito: «El vino es alquimia pura entre el hombre y la naturaleza, la máxima fusión entre ellos», asegura al ser entrevistada por 90lineas.com esta platense que descubrió su gran pasión en plena pandemia: cambió el área comercial por la producción, por el contacto con la naturaleza porque, señala, «la naturaleza hace magia».

María Magdalena del Castillo

Un poco de su historia

María Magdalena del Castillo es una joven emprendedora nacida en La Plata, que estudió Publicidad y se desarrolló en el ámbito de la comunicación política local, trabajando en medios locales, como así también en asesorías políticas referentes al tema. En 2003 sus padres, profesionales también platenses, decidieron cumplir su sueño y convertirse en productores vitivinícolas, dando origen a Finca Buena Ventura en el Valle de Uco, Mendoza. Allí Magdalena dio sus primeros pasos en la ciencia de la Viticultura, hasta que decidió abrirse su propio camino y perseguir sus sueños.

En 2020 comenzó el proyecto de Autenta Wines, Magdalena encontró inspiración en un enólogo reconocido que apoyó su impronta y la guió en el crecimiento y desarrollo de su marca. Él le fue mostrando el camino y ella empezó a jugar con las cepas y a generar lo que hoy degustar en cada una de sus botellas.

La esencia del proyecto desde los inicios fue transmitir su cambio, su aprendizaje a través del tiempo, su paso por todas las áreas de interés, lo cual le permitió generar un producto de calidad en el que entrega su alma y esencia más pura. En marzo de 2022, dispuesta a conquistar el mercado europeo, decidió participar del Tender de cata de Suecia, en el cual alcanzó el primer lugar, permitiéndole ingresar y conquistar paladares de todo el mundo, y llevar aquello que soñó desde su ciudad natal, La Plata, a cada rincón del planeta.

Pasión por la producción

«Empecé a trabajar en la industria de la viticultura hace más de doce años, en una empresa familiar. Mis padres tienen una finca en Valle de Uco, Los Árboles, y yo fui gerenta hasta marzo de este año. Yo me dedicaba al comercio exterior, hasta en el año 2020, poco antes de la pandemia me había planteado abrirles el mercado en Argentina para ellos, lo logré y ahora están en las tres plazas principales», cuenta María a 90lineas.com.

Y agrega: «A su vez, yo ya venía trabajando en unas pequeñas partidas de vino y en la construcción de mi propia marca que es Autenta Wines, pero como un sueño, ir jugando con mi propia impronta, yo ya había empezado a estudiar sommelier y ahora formo parte de Wines of Argentina que es la institución que representa a nivel mundial a todas las bodagas del país y dicta numerosos cursos».

«Por cuestiones de la pandemia me tocó quedarme mucho tiempo en Mendoza, y la verdad que a pesar de que me dedicaba a dar las catas en la empresa familiar, yo me daba cuenta que mi interés no estaba en la parte de la comercialización, sino que cada vez más me interesaba aprender los procesos productivos, es decir me conectaba mucho más con la naturaleza…»

Con respecto a lo que es el vino, María no lo duda: «El vino es alquimia pura entre el hombre y la naturaleza, la máxima fusión entre ellos. La naturaleza nos permite hacer magia, entonces es como que cada vez me conectaba mucho más con todos los proceso de elaboración».

El alma en cada copa de vino

«En el transcurso de estos años, me fui relacionando con muchos enólogos, colegas, bodegueros y emprendedores allá en Mendoza, y encontré a alguien que me representó, porque le conté que necesitaba poder transmitir mi alma a través de una copa de vino y me ayudó con la condición de que estudie los procesos de producción, el por qué del tiempo de atado de consecha de podas que son diferentes en determinados sectores…Todo eso fui aprendiendo y evolucionando en detalles, es lo que más me gusta. Por eso, hoy puedo diseñar mis propios cortes, estoy en las líneas de fraccionamiento, en todo, y utilizo a un enólogo como asesor».

María añade que se conecta «mucho más con todos los procesos productivos, me gusta mucho más que el área de comercialización…Fui aprendiendo mucho de todas las personas que integran estos procesos. Ahora puedo estar en todos los pasos».

Algo que enorgullece a María es que fue una de las primeras integrante mujer en un grupo que se llama «Taninos», donde hay enólogos de categoría, los mejores de Argentina: «El vino nos une y todo se puede lograr. Fui abriéndome mis primeras puertas de a poquito. Por eso estoy muy feliz…», expresa esta platense que va por más. Pues no fue fácil para nada introducirse en otra provincia que tiene una larga historia en esta industria, entre grandes enólogos, quienes ahora la reconocen como una excelente productora que llegó con sus vinos al mercado de Europa.

Por último, la productora dejó este mensaje: «Estoy muy orgullosa de la industria vitivinícola, considero que es una de las que mejores nos representa, en nuestro país y mundialmente. Tenemos un gran capital humano y grandes viñedos».

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