El presidente Alberto Fernández anunció la creación de «un fondo de estabilización» para combatir la suba de precios en un marco de volatilidad en el comercio internacional de materias primas, energía y alimentos, a la vez que convocó a los sectores productivos y de la economía popular, a lograr acuerdos que permitan «luchar contra la inflación y proteger la mesa de los argentinos”.
A través de un discurso grabado desde la Quinta de Olivos, el mandatario destacó el efecto que la guerra entre Rusia y Ucrania provoca en la economía argentina e hizo un análisis de la coyuntura internacional y las respuestas a las que el Estado nacional apelará para moderar el impacto en los precios del mercado local y, en consecuencia, del poder adquisitivo de los trabajadores.
«Eso era necesario para que las empresas argentinas pudieran acceder al crédito. Ahora podemos desatar todas las oportunidades productivas de nuestro país»
El discurso de casi 18 minutos se grabó a última hora de la tarde, luego que el Presidente, al regreso de su visita a la provincia de Tucumán, trabajara los detalles de sus anuncios en una reunión de la que participaron el ministro de Economía, Martín Guzmán; el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez; el de Trabajo, Claudio Moroni, la vicecanciller Cecilia Todesca Bocco, y la titular de la AFIP, Mercedes Marco del Pont.
Varios de ellos tendrán desde mañana la tarea de dar a conocer los detalles de las medidas del Gobierno nacional, cuyos objetivos generales fueron presentados hoy, y de buscar los acercamientos con distintos sectores para la implementación de lo que definió como «soluciones extraordinarias» ante «una situación extraordinaria».
En su mensaje, el Presidente resaltó la nueva etapa que se abre para el desarrollo del país a partir de la sanción en el Congreso, anoche, del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional para avanzar en un Programa de Facilidades Extendidas que reestructura la deuda de más de 44.000 millones de dólares contraída en 2018..
«Eso era necesario para que las empresas argentinas pudieran acceder al crédito. Ahora podemos desatar todas las oportunidades productivas de nuestro país. Además, podremos financiar el gasto de capital de nuestro gobierno, con organismos internacionales y bilaterales, así como también seguir fortaleciendo el financiamiento interno. Esto nos permitirá depender menos de la emisión monetaria y hacer que nuestro Banco Central se fortalezca», reseñó.
Se presenta así para el país una oportunidad para avanzar en consensos necesarios entre los distintos sectores para «encontrar acuerdos que ayuden a bajar la inflación y garantizar el aumento del poder adquisitivo de los salarios», sostuvo.
«Estamos en un momento bisagra de la historia argentina y mundial. Me doy cuenta que hoy se suman nuevas tensiones a viejos desafíos que no supimos o pudimos encarar de los cuales la inflación es un fenómeno histórico en la Argentina, casi una maldición con la que muchos y muchas hemos crecido», planteó el mandatario.
No obstante esa búsqueda de acuerdos, Fernández advirtió que «la batalla es contra los especuladores y los codiciosos» por lo que su administración no va a dejar de «controlar y fiscalizar precios» e incluso «aplicar la ley de abastecimiento» si lo considera necesario.
“Sería absurdo cargar en la guerra la culpa de nuestra inflación. Pero la verdad es que está incidiendo negativamente y causando mayores problemas”, dijo Fernández al presentar el escenario de la coyuntura internacional por el conflicto en Ucrania y su afectación a la macroeconomía local, a lo que reafirmó: «La inflación es un serio problema para los argentinos y argentinas y la guerra lo agrava».
El incremento de los precios del trigo “haría que aumenten los costos de producción del pan, de los fideos, de la harina que millones de argentinos y argentinos” consumen, detalló el mandatario al señalar que, ante esta suba y la de otras materias primas, su deber en la Jefatura de Estado es «proteger a los argentinos de este fenómeno inesperado y que ojalá sea transitorio”.
«He decidido constituir un fondo de estabilización con el objetivo de evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos y argentinas”, anunció Fernández.
Además, instruyó a sus ministros para que «tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana. Garantizar el pan en la mesa de las argentinos es fundamental y está en el centro de las decisiones que estamos tomando ante esta emergencia”.
“Sería absurdo cargar en la guerra la culpa de nuestra inflación. Pero la verdad es que está incidiendo negativamente y causando mayores problemas”
Los ministros “serán los encargados de mantenerlos informados diariamente sobre las medidas que se irán implementado desde este mismo momento. Estamos en una situación extraordinaria que requiere soluciones extraordinarias”.
En ese sentido, ya se anunció que el ministro de Agricultura ofrecerá mañana a las 11 una rueda de prensa en la sede de la cartera agrícola.
Fernández también adelantó que desde este lunes convocará «a los representantes de los sectores productivos, empresarios, trabajadores formales y de la economía popular, representantes del campo y el comercio, la pequeña y mediana empresa y la sociedad civil a una mesa de acuerdo que nos permita diseñar un mañana en la lucha contra la inflación”.
“Confiamos en encontrar acuerdos que ayuden a bajar la inflación y a garantizar el aumento del poder adquisitivo de los salarios”, dijo el mandatario, pero también advirtió: «No vamos a dejar de controlar y fiscalizar precios, aplicar la ley de abastecimiento si es necesario y utilizar todos los instrumentos con los que cuenta el estado para cumplir con el objetivo de controlar los precios”.
En ese mismo sentido, el mandatario agregó que “la batalla hoy es contra los especuladores, contra los codiciosos, contra quienes buscan aún en situaciones tan complejas sacar una renta extraordinaria, contra los agoreros de siempre, que intentarán instalar el sálvese quien pueda o buscar culpables rápidos y respuestas sencillas”.
“No me cansaré de repetirlo: nadie se salva solo. Escucharé sus propuestas y sus preocupaciones y les transmitiré los caminos que estamos recorriendo”, aseguró y apuntó a que “es hora que cada sector pueda pensar cuál es su contribución a este momento crucial del mundo y de Argentina”.