Sólo en Argentina el Covid-19, pese a la reducción de casos ya provocó un total de 39.632 fallecimientos, mientras los contagios llegaron a 1.459.832, de los cuales 1.288.785 recibieron el alta, contando las 121 defunciones y los 5.201 nuevos casos diagnosticados el sábado, en tanto especialistas advirtieron sobre el riesgo de la disminución de las consultas médicas durante la pandemia, incluso en pacientes con enfermedades crónicas.
El ministerio de Salud destacó, además, que permanecen internadas en unidades de terapia intensiva 3.757 personas en todo el país y que el porcentaje de ocupación a nivel nacional es en promedio de 55,5% y en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba) del 60,2%.
En tanto ayer el número de contagios en el mundo superó los 66,5 millones y el número de víctimas fatales también se ubica en más de 1,5 millones.
El caso del comienzo de la vacunación en Rusia no es un dato menor para la Argentina ya que sería la primera en llegar a nuestro país, luego que Pfizer anunció que demoraría la producción a la mitad de las unidades previstas.
«Se puede vacunar a los ciudadanos de los principales grupos de riesgo que, por sus actividades profesionales, están en contacto con muchas personas», explicaron las autoridades rusas, citadas por la agencia de noticias AFP.
Rusia fue uno de los primeros países en anunciar el desarrollo de una vacuna, la Sputnik V, que se encuentra actualmente en la tercera y última fase de ensayos clínicos en los que participan 40.000 voluntarios. Sus creadores anunciaron el mes pasado una tasa de eficacia del 95%, según los resultados provisionales, y que la vacuna sería más barata y fácil de almacenar y transportar que otras.
Por otra parte, Baréin se convirtió en el segundo país en aprobar la vacuna Pfizer/BioNTech contra el Covid-19. Así, el país que abarca más de 30 islas en el Golfo Pérsico, autorizó el uso de la dosis, luego de que se conociera ésta semana que el Reino Unido había autorizado la aplicación.
«La aprobación de la vacuna Pfizer/BioNTech aportará un elemento importante adicional a la acción nacional del reino frente al Covid-19, que ha insistido con firmeza en la protección de la salud de los ciudadanos y de los residentes durante la pandemia», dijo Mariam Al Jalahma, directora del organismo regulador de salud nacional de ese país, en un comunicado difundido por la agencia Bahrain News Agency.
En lo que hace a la Argentina ya se está planificando la campaña de vacunación que será la más ambiciosa de la historia y comenzará cuando la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) apruebe el uso de emergencia de las vacunas candidatas y lleguen las dosis al país. En primera instancia se vacunará a las personas vulnerables y personal esencial en forma gratuita y no obligatoria.
La Anmat todavía no aprobó el uso de emergencia de ninguna vacuna, pero tiene bajo estudio el pedido de tres candidatas para expedirse sobre su autorización: la de Pfizer, la Sputnik V y la de Oxford/Astrazeneca.
En el mundo, la de Pfizer fue aprobada el miércoles pasado para uso de emergencia en el Reino Unido (comenzará a vacunar esta semana) y fue la primera en occidente en recibir este permiso. China aprobó el uso de emergencia de sus vacunas candidatas de CanSino y Sinovac y Rusia de sus candidatas Sputnik V y EpiVacCorona, y Emiratos Árabes autorizó las de la compañía china Sinopharma.
EL OBJETIVO EN ARGENTINA
El propósito de vacunar contra el coronavirus en Argentina será disminuir la morbi-mortalidad causada por la enfermedad. Para eso se comenzará a vacunar a los grupos de riesgo (mayores de 60 y personas con comorbilidades asociadas a formas graves de la enfermedad) y al personal esencial, entre ellos los trabajadores de la salud, las fuerzas de seguridad y el personal docente y no docente de las escuelas para garantizar el reinicio de las clases presenciales en marzo.
Si bien no será obligatorio vacunarse, se espera que las personas se vacunen para protegerse y proteger al resto de la población comprendiendo que la vacunación ha salvado millones de vidas como medida primaria de prevención de innumerables enfermedades.
Además, la campaña de vacunación contra la Covid-19 será implementada, al menos inicialmente, desde el sector público, garantizando el acceso gratuito a la vacuna principalmente para la población definida de riesgo y estratégica para las funciones esenciales.
Se están desarrollando diversos tipos de vacunas contra el coronavirus. No obstante, todas las vacunas que aprueben los entes reguladores se debe a que han demostrado eficacia y seguridad.
«De las once vacunas que se encuentran en fase 3 de ensayos clínicos podemos distinguir las que utilizan virus inactivados o atenuados, las que usan vectores virales no replicantes y las que usan ARN mensajero que son las más innovadoras», describió Emilio Malchiodi, profesor titular de la Cátedra de Inmunología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA y Director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral (UBA-Conicet).
Las vacunas de virus inactivados o atenuados usan un virus modificado que no provoca la enfermedad, pero aun así genera una respuesta inmunitaria. Hay muchas vacunas que utilizan esta tecnología como las del sarampión, varicela, polio y hepatitis A.
En cambio las basadas en vectores virales no replicantes, usan un virus modificado genéticamente para que no se replique en el organismo, al que se le «inserta» una proteína del SARS-Cov-2 con el objetivo que la reconozca y genere la respuesta inmune. Son utilizadas en vacunas contra Ébola, MERS y en terapias génicas.
En tanto las ARN mensajero utilizan nanopartículas para transportar el material genético del virus contra el cual que se quiere inmunizar. Hasta el momento no hay disponibles vacunas licenciadas que las utilicen.
El gobierno argentino negocia con varios productores por lo que es probable que la vacunación provengan de distintos orígenes.
Una es la Oxford/ AstraZeneca que es de vector viral no replicativo (utiliza adenovirus de chimpancé), la segunda es la Sputnik V (del Centro Gamaleya, Rusia) de vector viral no replicativo (utiliza 2 adenovirus humanos -26 y 5- que son virus que causan resfrío común) y que comenzó a aplicarse en Rusia y será la primera en llegar, al menos en forma masiva al país e incluso también podrían autorizar la producción en nuestro medio.
Las otras vacunas en avanzado estado son la Janssen (de Johnson & Johnson), que usa vector viral no replicativo (sobre la base del adenovirus humano 26); la Sinovac/ Sinopharm (empresas de origen chino: que utiliza virus inactivados) y la Pfizer/BioNTech de ARN mensajero, que se había informado que sería la primera en llegar al mundo, pero que quedó demorada.
Hasta llegar a su aprobación, aún para uso de emergencia, se realizaron previamente muchos ensayos clínicos que evaluaron la seguridad de las vacunas y ninguna reportó efectos graves en el organismo. Estas pruebas abarcan a decenas de miles de personas y el monitoreo continúa en forma constante por parte de las autoridades.
En relación al temor sobre que las vacunas que contienen ARN del virus-que es un método innovador-, se explicó que «una persona desde que nace recibe virus, bacterias y parásitos en cantidades; todos estos patógenos están vivos e ingresan con su carga genética pero este material no se incorpora en el ADN humano, entonces no sería esperable que el ARN viral de las vacunas lo haga».
En contexto de pandemia, el paradigma de investigación difiere del utilizado habitualmente y las etapas o fases se realizaron de manera superpuesta y por períodos de tiempo acortados, pero se realizan todas para evaluar principalmente aspectos relacionados con la seguridad y la eficacia.
Un dato muy significativo y del que advirtió el viernes la Organización Mundial de la Salud es que la vacuna es una herramienta de control que no eliminaría la circulación viral pudiendo persistir la ocurrencia de enfermedad leve y la posibilidad de transmisión a personas de riesgo.