El precedente que sentó IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado), un conglomerado de 10 fábricas creado por un decreto del Gobierno presidido por Juan D. Perón con fecha 28 de marzo de 1952, animó a no pocos emprendedores a diseñar y fabricar su propio auto, moto o camioneta. El microauto Joseso fue uno de esos.
Pero los tremendos vaivenes de la política económica argentina, que pasó de un anacrónico modelo agroexportador a un improvisado esquema de sustitución de importaciones forzado por la coyuntura internacional (década de 1930), a otro que impulsó la industria nativa con convicción y de manera planificada (1946-1955), a un paradigma desarrollista basado en la inversión extranjera (1958 en adelante, con enormes sobresaltos), a un plan de destrucción de la industria nacional minuciosamente calculado (1976-1983), al liberalismo (mediados de los 80 hasta 2002), a un intento de recuperar las ideas del 46 al 55 (2004-2015) y un regreso a una economía primaria y de especulación financiera (2015-2019), mataron en vida a todos los que apostaron por “hacerlo acá”.
Es que el IAME, que funcionó en un predio cordobés de 12.800 metros cuadrados donde llegaron a trabajar 11.000 obreros fabricando motos, autos, camionetas, tractores, helicópteros, aviones, motores y demás, hizo realidad el sueño del “Hecho en Argentina”.

En ese contexto general, un caso emblemático fue el del mecánico del barrio porteño de Palermo llamado César Castano: un sueño concretado que disparó muchos otros sueños.
Castano creó el Castanito, denominación “masculina” para una pequeña pickup con motor de dos tiempos y un diseño muy similar al de las camionetas estadounidenses de los 30 y 40. Registró la Fábrica Argentina de Automóviles CC y puso un puñado de Castanitos en la calle. Pero hasta allí pudo llegar.
No obstante, un día se acercaron hasta su taller representantes del IAME y ofrecieron comprarle la matricería y los planos de la camioneta y, de paso, otros diseños que había hecho. Conclusión: el Castanito, con algunos retoques estéticos, pasó a llamarse Pickup Justicialista y fue fabricado en serie. En apenas 4 años se construyeron 2.659 unidades y sólo fue superado por el imbatible Rastrojero, otro hijo del IAME.

Una historia similar al Castanito pudo tener el Joseso, un auto pequeñito, económico y familiar diseñado y fabricado por José María Rodríguez hacia 1955… Mal año para emprender bajo el estímulo y el paraguas del Segundo Plan Quinquenal argentino (1952-1957), pues en aquel mismo 1955 las bombas sobre Plaza de Mayo terminaron con el plan industrial y con el bienestar de millones y millones de argentinos y argentinas.
El Segundo Plan Quinquenal tenía como objetivo principal impulsar el crecimiento de la industria pesada argentina y se puso en práctica en 1952, durante el segundo mandato de Perón.
DEL AUTO ARTESANAL AL COCHE MODERNO
José María Rodríguez hizo el primer Joseso en su taller. Era tan liviano que podía ser levantado por dos personas. Su foto apareció en la icónica revista Mecánica Popular, donde se puede observar que en los costados tenía impreso el nombre y las leyendas Micro Automóvil Argentino y 2º Plan Quinquenal.

“Estaba equipado con un motor Villiers de dos tiempos y 8,2 hp (…) El sistema eléctrico era por volante magnético para las luces y bocina. Los frenos eran hidráulicos y la transmisión por cadena. Alcanzaba una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora”, detalla el sitio autopasion18.
La dictadura del 55 desmembró a IAME, pero Rodríguez siguió trabajando y modernizando su vehículo, que poco a poco fue tomando la forma de los microcoches desarrollados en la Europa de posguerra, como, entre muchos otros, el conocido como ratón alemán de tres ruedas.
En IAME, donde llegaron a trabajar 11.000 obreros fabricando motos, autos, camionetas, tractores, helicópteros, aviones, motores y demás, se hizo realidad el sueño del “Hecho en Argentina”
Con la asunción de Arturo Frondizi en 1958, se retomó el proyecto industrialista, aunque ahora haciendo hincapié en las inversiones extranjeras. En ese marco, “un moderno y mucho más elaborado Joseso fue presentado en septiembre de 1959 en los salones del Automóvil Club Argentino (ACA)”, puntualiza en una crónica del 17 de diciembre de 2019 la revista Carburando.
El nuevo desarrollo contaba con el aval de IAMA (Industria Argentina de Micro Automóviles, Sociedad Anónima). Fue un suceso y tuvo promesas de apoyo y de construcción en serie.

Apunta el portal Auto de Culto: “IAMA SA decía contar con una importante red de concesionarios en Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Entre Ríos y Río Negro, amén de alardear con la inminente apertura de dos plantas -una en Ituzaingó y otra en Río Gallegos-, donde se construiría en breve el pequeño microauto argentino”.
“Aunque las intenciones de José María Rodríguez fueran interesantes, el emprendimiento comenzó a derrumbarse por las promesas políticas incumplidas”, añade el periodista Marcelo Mercado.
Sin los apoyos oficiales prometidos, el Joseso (apodo de José María Rodríguez cuando pequeño) quedó reducido a unas 200 unidades fabricadas en Ituzaingó. En la actualidad solamente hay unos pocos en poder de coleccionistas.
¿Se podría decir que el Joseso es una metáfora (entre muchas otras) de la política industrial argentina?
El microauto Joseso: ¿una metáfora de la política industrial argentina?


