La heredera de Disney
“Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos” (Evangelio según San Mateo 19,23-30)
Sólo Dios conoce los planes de Dios. Pero si Abigail Edna Disney (61) habla desde su más profunda convicción y lleva decididamente adelante la cruzada que ha iniciado para crear nuevas estructuras “que permitan redistribuir la riqueza y el poder de manera más equitativa” (A. Disney dixit), quizás en la antesala del cielo pueda esperar su eternidad con cierta esperanza.
Pongamos las cosas en contexto. Con fecha 17 de enero de 2022, la ONG internacional Oxfam ha dado a conocer un demoledor informe -o un informe “apocalíptico”, para seguir con el lenguaje bíblico- sobre cómo crecieron las desigualdades sociales en los dos últimos años, es decir, los de la pandemia.
El estudio asusta por mil razones. Nombremos sólo dos: la confirmación de que el mundo atroz en el que vivíamos hasta marzo de 2020 hoy es millones de veces peor, y la definitiva certeza de que ese mundo -lamentablemente el único que tenemos- está en manos de gente decididamente abominable; tanto, que ya tienen un lugar asegurado por los siglos de los siglos en el peor de los infiernos, aunque posiblemente en primera clase.
Y a propósito de primera clase, una frase de Abigail Disney es tan elocuente sobre esa gente que vale destacarla antes de seguir adelante. “Hoy existen personas que vuelan en aviones privados y que preferirían que les dispararan antes que sentarse en una aerolínea normal, aunque sea en primera clase. ¿Por qué? Porque ello significaría que tendrían que caminar por una terminal aérea (…) Eso es terriblemente peligroso para la democracia, para la sociedad” (¡Gulp!).
La heredera de Disney

Volvamos al trabajo de Oxfam, titulado Las desigualdades matan. La ONG dedicada al estudio y la denuncia de las desigualdades sociales en el mundo y sus consecuencias -una de las más respetadas a nivel planetario- inicia su exhaustivo informe de este modo: “Desde el inicio de la pandemia ha surgido un nuevo milmillonario en el mundo cada 26 horas (…), mientras que más de 160 millones de personas han caído en la pobreza”.
Mientras en los dos años de pandemia los 10 hombres más ricos del orbe multiplicaron sus ya insultantes fortunas por dos, “los ingresos del 99% de la población mundial se deterioraron a causa de la Covid-19”.
“Debemos desmantelar las estructuras que perpetúan el letal statu quo y crear otras nuevas que permitan redistribuir la riqueza y el poder de una manera más equitativa” (Abigail E. Disney – enero de 2022)
“Las crecientes desigualdades económicas, raciales y de género, así como la desigualdad existente entre países, están fracturando nuestro mundo. Esto nunca ha sido fruto del azar, sino el resultado de decisiones deliberadas: la violencia económica tiene lugar cuando las decisiones políticas a nivel estructural están diseñadas para favorecer a los más ricos y poderosos, lo que perjudica de una manera directa al conjunto de la población y, especialmente, a las personas en mayor situación de pobreza”… Y el dato que eriza la piel: “Las desigualdades contribuyen a la muerte de, como mínimo, una persona cada cuatro segundos”.
Mientras tanto, se calcula que cerca de 17 millones de personas han perdido la vida a causa de la Covid-19, una magnitud de muertes “sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial”.
“Hay gente sentada sobre su trasero en sus sofás ganando dinero y no pagando impuestos, mientras que hay gente que sale todos los días a un empleo y trabaja duro solo para llegar a fin de mes” (Abigail E. Disney – enero de 2022)
“Estos problemas forman parte de una misma enfermedad, aún más profunda: las desigualdades que fragmentan nuestras sociedades y sesgan vidas, y la violencia enquistada en nuestros modelos económicos”. Un neoliberal clásico o un libertario de estos que están de moda y que proponen políticas que multiplicarían por infinito la actual situación, dirían que esa afirmación salió de boca de un comunista, socialista o similar. Pero no. Veamos, por ejemplo, qué dice la heredera de Disney sobre la publicación de Oxfam.
“Durante los últimos dos años hemos visto morir a personas una y otra vez a causa del olvido, la indiferencia, la falta de empatía y el hastío. Está claro que ha sido el virus de la Covid-19 lo que las ha matado, pero al igual que cualquier hambruna, esta crisis también es política y está provocada por el ser humano”.
“Al inicio de la pandemia pensé, al igual que otras personas ingenuas, que quizás el hecho de ver con tanta crudeza la injusticia y la crueldad de nuestras estructuras haría que por fin abriésemos los ojos, animándonos a replantearnos cómo se distribuyen los recursos (…) Pero está ocurriendo lo contrario”.
La heredera de Disney

“Han surgido nuevos milmillonarios, y los que ya lo eran se han seguido embolsando miles y miles de millones más”.
“Hoy existen personas que vuelan en aviones privados y que preferirían que les dispararan antes que sentarse en una aerolínea normal, aunque sea en primera clase. ¿Por qué? Porque ello significaría que tendrían que caminar por una terminal aérea (…) Eso es terriblemente peligroso para la democracia, para la sociedad” (Abigail E. Disney – enero de 2022)
Disney no anda con vueltas y da nombres. “Empresas como Amazon, en lugar de sentir vergüenza, vieron la pandemia como una oportunidad para seguir enriqueciéndose y redoblaron las estrategias que habían dejado al 40% de las trabajadoras y trabajadores estadounidenses sin la posibilidad de disponer de los más mínimos ahorros para luchar contra el hambre, el desamparo y una asistencia médica inadecuada, que constituían amenazas inmediatas para estas personas y sus familias”.
Sí. No hay un error de escritura. La heredera de Disney afirma que en los EEUU el 40% de la gente de trabajo no dispone de mínimos ahorros para vivir con una mínima dignidad.
Cambio climático: se estima que el promedio de las emisiones individuales de 20 de los milmillonarios más ricos es 8.000 veces superior a la de cualquier persona de entre los mil millones más pobres (Las desigualdades matan – Oxfam, enero de 2022)
Basta recordar, al inicio de la pandemia, esas imágenes que parecían sacadas de un film apocalíptico de Hollywood: filas interminables de hombres y mujeres para acceder a un plato de comida en Nueva York, Chicago, Los Ángeles… O el personal de salud de los hospitales neoyorquinos protestando con pancartas porque el coronavirus ya estaba a pleno y no contaban con insumos básicos. Primer mundo, le siguen llamando algunos.
La heredera de Disney

La heredera de Disney avanza en su análisis (uno de varios publicados por Oxfam sobre su estudio). “La sociedad ya estaba plagada de grietas cuando surgió la pandemia, y no han hecho más que crecer hasta convertirse en enormes brechas. Estas brechas amenazan la cohesión social y la democracia. Y, lo que es más importante, presentan una barrera prácticamente infranqueable para cualquier enfoque sólido y eficaz contra la crisis climática, que ahora es una realidad innegable hasta para los más empedernidos negacionistas” (–Milei… Abigail Disney lo llama por teléfono!).
Desde 1995, el 1% más rico ha acaparado cerca de 20 veces más riqueza global que la mitad más pobre de la humanidad (Las desigualdades matan – Oxfam, enero de 2022)
“Nada de esto ha sido fruto de la casualidad. Décadas de asaltos coordinados a la legislación, las normativas y los sistemas destinados a proteger a la ciudadanía de posibles explotadores (sí sí, dice eso…) nos han dejado una sociedad civil renqueante, un movimiento sindical moribundo (el sueño de Marcelo Villegas y su Gestapo) y un Gobierno tan privado de recursos que es simplemente incapaz de recaudar los impuestos que necesita para seguir funcionando”.
“Por lo tanto, las soluciones deben ser igual de deliberadas”, dispara sin rodeos.
“Debemos desmantelar las estructuras que perpetúan el letal statu quo y crear otras nuevas que permitan redistribuir la riqueza y el poder de una manera más equitativa (juramos que esto no está sacado del libro Mi Mensaje de Eva Duarte de Perón). Problemas sistémicos requieren soluciones sistémicas, y no esfuerzos fragmentados para tratar los síntomas en lugar de la enfermedad”.
La heredera de Disney

“La respuesta a todos estos complejos problemas es paradójicamente sencilla: reformar el sistema fiscal. Una reforma fiscal que sea obligatoria, ineludible y ambiciosa a escala internacional es la única manera de arreglar un sistema que no funciona (traducción: pide más impuestos para los ricos, incluida ella). Sin gobiernos eficaces que utilicen activamente una enorme cantidad de recursos para revertir estas injusticias, nos adentraremos aún más en el agujero que los más ricos han cavado para el resto”.
3,4 millones de personas negras en EEUU estarían vivas hoy si tuvieran la misma esperanza de vida que la población blanca del país. Antes de la pandemia, esa alarmante cifra ya se situaba en 2,1 millones (Las desigualdades matan – Oxfam, enero 2022)
“Hay dinero de sobra para resolver la mayoría de los problemas del mundo. Los millonarios y milmillonarios están acaparando estos recursos sin pagar la parte que en justicia les corresponde”.
Otra cosa que propone es la siguiente: “Podemos comenzar por reclamar una parte de la nueva fortuna que los milmillonarios han amasado tan absurdamente durante la pandemia. No es tan difícil, ni debería ser algo controvertido. Prácticamente todo el mundo ha tenido que hacer sacrificios en los últimos dos años, por lo que es hora de que los milmillonarios hagan lo mismo. Y deben hacerlo inmediatamente. Como pone de manifiesto este informe (por el estudio de Oxfam), no hay tiempo que perder”.
Y remata: “Muchas de las personas con grandes fortunas que me rodean consideran las desigualdades como una cuestión abstracta, pero sus consecuencias son devastadoramente reales. Nuestra riqueza no nos llega de una manera aislada, sino que está directamente vinculada al fracaso de nuestro país y del mundo de proporcionar recursos a aquellas personas que más los necesitan. Los milmillonarios han amasado sumas astronómicas de dinero en los últimos dos años, por lo que pueden permitirse pagar más sin ninguna dificultad. Podemos hacer que el mundo sea un lugar mejor. Solo tenemos que encontrar la voluntad política para tomar las medidas necesarias”.

QUIÉN ES
Abigail E. Disney es miembro de Patriotic Millionaires (Millonarios Patrióticos), una organización de millonarios estadounidenses que quieren que los ricos (o sea, ellos mismos entre otros) paguen muchos más impuestos.
Ha criticado a la compañía de su propia familia, Walt Disney Co., por despedir a trabajadores durante la pandemia después de pagar a sus ejecutivos millones de dólares. En el otoño de 2020, apoyó la carta de la senadora Elizabeth Warren en la que criticaba a Disney por dar prioridad a los accionistas y a su director ejecutivo por encima del bienestar de sus trabajadores.
En un artículo publicado en The Atlantic en junio de 2021 disparó: «Para muchas personas, especialmente aquellas más profundamente arraigadas en la cultura de tener y obtener dinero, la ética es una molestia tenue e ineficaz».
Comparó la riqueza con la adicción, explicando que «cuando tienes cosas, tienes que tener más cosas, y todo lo que tienes se convierte en lo que es normal».
Y cargó contra multimillonarios como Jeff Bezos, Bill Gates y Elon Musk porque “pagan un impuesto sobre la renta ínfimo en comparación con la mayoría de la gente, a pesar de sus inmensas riquezas”.