«En nombre de Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de La Plata, acompaño en este triste momento de angustia y dolor, a todos los familiares de mi querido Francisco Kiko Paternó. Realmente es lamentable esta pérdida irreparable de un dirigente que dedicó parte de su vida al deporte y puso todo de sí, en beneficio de las entidades barriales a las cuales les dedicó un libro destacando su historia e importancia en la formación de niños y jóvenes, del cual tuve el gusto de escribir el prólogo, puesto que me unía una entrañable amistad de muchos años», escribió hoy el presidente de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de La Plata, Alberto Alba, ante el fallecimiento del reconocido profesor de educación física, entrenador en varios clubes de la Región y dirigente de entidades.
Paternó de joven, a sus 17 años, jugaba al basquet en la Asociación Sarmiento de nuestra ciudad y luego supo construir una larga y destacada trayectoria deportiva que nació cuando se recibió en un Instituto de profesor de Educación Física. Trabajó muchos años al lado del reconocido profesor Jorge Kistenmacher, quien fue preparador físico de Estudiantes de La Plata durante la era de Osvaldo Zubeldía. Al mismo tiempo ejercía la docencia y se desempeñó en distintas instituciones profesionales y amateurs.
Atlético Tucumán, Gimnasia y Tiro de Salta y Lanús fueron tres de los clubes del fútbol argentino donde Paternó dejó su huella profesional y humana, muy querido por cientos de jóvenes, quienes pudieron recibir sus conocimientos y sus siempre precisos consejos.
No sólo trabajó profesionalmente en clubes de nuestro país, también se desempeñó en Independiente de Santa Fe de Bogotá, Colombia, en el Sporting Cristal de Perú y en tres instituciones de Honduras, según contó en una entrevista que le realizaron en julio de 2019 en radio CUT de la UNLP, días antes de la presentación de su libro «La Plata sus instituciones y su gente» que se desarrolló en la Federación de Instituciones donde en la actualidad ejercía el cargo de vocal.
En su larga trayectoria Francisco fue asesor durante varios años de la dirección de Educación Física de la Provincia y desde entonces se relacionó mucho más con el deporte en los clubes de barrio donde comenzó a vislumbrar los grandes inconvenientes que tenían para su normal funcionamiento a pesar de la tarea titánica que desarrollaban, por eso se vinculó con dirigentes y políticos para tratar de ser un nexo y resolver esas problemáticas.
«El club de barrio puede construir un vestuario pero después tiene que mantenerlo y se le hace cuesta arriba, por eso hay que ayudarlos…», decía en julio de 2019 el profesor Paternó, y agregaba: «el Estado debe colaborar en forma permanente con estas instituciones, acercarse, pero no sólo cuando hay elecciones, sino siempre, y ayudarlas porque es muy importante para sacar a los chicos de la calle, a la juventud».
«Una de las características de muchos clubes barriales es que se han volcado a la niñez y los adultos mayores, quizás se vean pocos jóvenes, me refiero a chicos de 18 o 20 años ¿por qué los jóvenes no están en los clubes? ¿no los dejan los mayores? ¿no hay temas que les interesen?» se preguntaba Paternó durante la entrevista de CUT.
Al mismo tiempo que se desempeñaba como entrenador y luego de una vasta trayectoria, inició el camino de investigación de las instituciones platenses para el 2 de agostos de 2019 presentar su libro.
En 2002, en plena crisis, comenzó su tarea para ayudar a los clubes barriales, se acercó a sus dirigentes en cada rincón de La Plata y desde su lugar y junto con la Federación empezó a darles una mano para lograr la subsistencia de la instituciones, recopiló datos, leyó la historia de cada entidad y todo lo volcó en su libro que tuvo gran aceptación en la Ciudad. Allí cuenta historias, anécdotas y actualidad de las entidades.
Franciscó destacaba en sus escritos el sentido de pertenencia en las instituciones barriales, los cambios que han experimentado y que a pesar de todo siguen funcionando, algunas «a los ponchazos, con la valiosa colaboración sin ningún interés de decenas de dirigentes que hacen un trabajo silencioso», señalaba.
Dejó su impronta también en el Club Reconquista de La Loma donde logró un campeonato de basquet con el equipo de primera. Padre de tres hijos luchó con entereza contra una cruel enfermedad y falleció ayer, lamentablemente, a sus 75 años dejando un legado que quedará marcado por siempre en la Ciudad y sus instituciones.